¿Por qué tenemos flato?
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Probablemente, la mayoría de las personas han experimentado el flato alguna vez. Es una sensación muy molesta que atormenta a quienes hacen ejercicio físico, bien sea en el plano competitivo o por gusto. Ese incómodo dolor hace que resulte imposible continuar, ya que solo se calma si el atleta se detiene.
El flato se experimenta como un dolor punzante en el costado, justo entre el pecho y el abdomen. Muchos se preguntan si esto es la señal de algo peligroso o el síntoma de que se produjo o puede producirse algún tipo de lesión en el organismo. En realidad, no hay nada que temer, pese a que el dolor llegue a ser muy intenso.
Hoy por hoy, la ciencia no tiene una respuesta definitiva frente a la pregunta de por qué tenemos flato. Lo que hay es un conjunto de teorías que pueden explicar esta molesta dificultad. De esto hablaremos enseguida.
¿Qué es el flato?
El flato es un dolor agudo y punzante que se localiza en la zona lateral del área abdominal. Aparece súbitamente, cuando se lleva a cabo algún tipo de ejercicio físico repetitivo, e impide seguir llevando a cabo esa actividad con total normalidad.
Al flato también se le conoce con el nombre de “punto” o “bazo“, pero su nombre médico es dolor abdominal transitorio (DAT). Se cree que no obedece a un solo factor, sino que se produce por diversas causas o circunstancias que se conjugan para ello.
Lo más habitual es que el flato aparezca cuando se realizan actividades enérgicas, pero principalmente al correr. Tradicionalmente, se le ha asociado al hecho de ingerir comida antes de hacer ejercicio, pero el caso de los ciclistas -que comen durante una carrera- parece desvirtuar esta teoría.
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¿Por qué tenemos flato?
No hay una conclusión definitiva sobre las razones que provocan el flato. Ninguno de los estudios disponibles establece a ciencia cierta una causa definitiva. Sin embargo, una de las teorías más aceptadas señala que surge luego de que hay una fricción continuada, o tensión, en los ligamentos que unen el diafragma con el estómago. Dicha fricción llevaría a que se irrite el peritoneo, que es una membrana que recubre la cavidad abdominal.
Otros piensan que ese dolor agudo es un efecto de la mala respiración. Cuando hay respiración entrecortada e inconstante se produce una falta de oxígeno en el organismo y entonces el diafragma se restringe.
Los estudios indican que los deportes que exigen un alto empleo de energía en un corto lapso -como todos aquellos en los que se compite en velocidad-, tienden a provocar flato con más frecuencia. En su orden, las actividades físicas en las que más se presenta este problema son:
- Natación: 75 %.
- Atletismo: 69 %.
- Equitación: 62 %.
- Ejercicios aeróbicos: 52 %.
- Baloncesto: 47 %.
- Ciclismo: 32 %.
Los agravantes del flato
La experiencia clínica ha logrado detectar que existen algunos factores que incrementan el riesgo de que aparezca el dolor y lo hacen más intenso, sin que estos sean causas directas del mismo. Tales factores son los siguientes:
- Comer o beber mucho antes de hacer ejercicio: esto lleva a que se acumule mayor peso en el estómago y los movimientos de este órgano aumenten, generando más fricción con el diafragma.
- Rigidez e hipertonía: los deportistas que tienen excesiva rigidez en los músculos estabilizadores de la columna vertebral tienden a presentar más flato.
- Intensidad del ejercicio: entre más intenso, mayor el riesgo de que aparezca el dolor.
Tanto hombres como mujeres parecen padecer este problema, sin mayores diferencias. Lo que sí se ha detectado es que las personas más jóvenes son también más propensas a tener este problema, mientras que en las personas mayores es menos frecuente.
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Para tener en cuenta y prevenir
Pese a que no se conocen con exactitud las razones por las que se produce el flato, algunas prácticas han demostrado ser eficaces para evitarlo o prevenirlo. Se recomienda lo siguiente:
- Mantener una alimentación saludable: los problemas digestivos incrementan el riesgo de que aparezca el dolor.
- Evitar los balanceos agresivos del torso.
- Respirar de forma acompasada y uniforme.
- Fortalecer la zona abdominal y entrenar la respiración.
- No comer copiosamente antes de realizar una actividad física intensa.
- Beber solo pequeñas cantidades de líquido durante el ejercicio, varias veces; no mucho líquido una sola vez.
Si aparece el flato, lo mejor es bajar el ritmo y presionar con las manos la zona del abdomen donde se experimenta el dolor. Si la molestia continúa, lo correcto es detenerse, regular el ritmo de la respiración y estirar la zona abdominal.
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