Terapia diaria con aspirina: usos y riesgos que hay que saber
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La terapia diaria con aspirina es un interesante camino para reducir el riesgo de sufrir un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular. Sin embargo, no es aconsejable para todas las personas, pues en algunos casos hace más daño que bien.
En líneas generales, lo idóneo es que sea el médico quien prescriba este tratamiento. Si bien tomar una de estas pastillas de forma ocasional suele ser seguro, lo cierto es que cuando se ingiere todos los días puede provocar efectos indeseables.
En sí, el objetivo de la terapia es prevenir la formación de coágulos en el corazón o en el cerebro, sobre todo en personas con predisposición. Cuando se sigue sin necesidad, puede derivar sangrados y otras complicaciones. ¿Te interesa saber más al respecto?
¿En qué consiste la terapia diaria con aspirina?
La terapia diaria con aspirina es un tratamiento que se les prescribe a las personas que tienen riesgo de formación de coágulos en la sangre. La dosis indicada es baja; va de 81 a 325 miligramos. Siempre se toma en cuenta la afección, el estado de salud de la persona y los demás medicamentos que esté tomando.
Este fármaco tiene la capacidad para interferir con la coagulación de la sangre. A veces, hay acumulaciones de grasa en las arterias que pueden dar origen a coágulos. Si esto ocurre, se detiene el flujo sanguíneo normal y, en consecuencia, se puede detonar un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular.
A través de esta terapia se pretende reducir tales riesgos. En sí, puede implementarse de dos formas.
- Prevención primaria. Cuando no hay ningún antecedente de problemas cardiacos o accidente cerebrovascular. Frente a este uso hay controversias.
- Prevención secundaria. Si hay antecedentes de problemas cardiacos o accidente cerebrovascular. Hay consenso sobre los beneficios de este uso.
¿En qué casos está indicada?
La terapia diaria con aspirina debe ser prescrita por un médico. El uso habitual de este fármaco puede provocar efectos secundarios graves, pese a ser de venta libre. Por ende, es necesario que el profesional valore los riesgos y los beneficios de este tratamiento.
En términos generales, este tipo de terapia se recomienda en los siguientes casos:
- Personas entre 40 y 59 años con un riesgo superior al 10 % de sufrir un ataque cardiaco en los próximos 10 años.
- Pacientes que han tenido una cirugía de baipás de la arteria coronaria.
- Personas a quienes se les ha colocado un stent en la arteria coronaria.
- Quienes presentan síntomas de enfermedad en la arteria coronaria o de otras enfermedades cardiacas para que el uso de aspirina pueda servir.
- Personas menores de 60 años que tienen diabetes y al menos otro factor de riesgo, como hipertensión o tabaquismo.
- Pacientes con antecedente de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular, sin alergias o antecedentes de sangrado.
En general, este tratamiento se considera más efectivo en personas entre los 50 y los 59 años con antecedentes de problemas cardiacos. También se usa como método preventivo para personas entre 50 y 70 años con bajo riesgo de hemorragia interna.
Las personas sanas menores de 50 y mayores de 70 no deberían emplear este tratamiento.
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Posibles riesgos y efectos secundarios
El uso de la terapia diaria con aspirina en personas sanas supone más riesgos que beneficios. El Colegio Estadounidense de Cardiología hizo una publicación en la que desaconseja este tratamiento en las personas de bajo riesgo.
Aquellos con algún trastorno de sangrado o de coagulación no deben seguir este tratamiento. Tampoco quienes tengan úlceras estomacales sangrantes o antecedentes de sangrado intestinal. Por obvias razones, también deben abstenerse quienes presenten alergia a la aspirina.
Los posibles efectos secundarios o complicaciones abarcan lo siguiente:
- Accidente cerebrovascular. La terapia diaria con aspirina puede aumentar el riesgo de un accidente de este tipo por sangrado (ACV hemorrágico).
- Sangrado gastrointestinal. El consumo diario de aspirina aumenta el riesgo de que surja una úlcera estomacal. Si esta ya está presente, el fármaco puede incrementar el sangrado y poner en riesgo la vida.
- Problemas en los oídos. Las dosis altas o frecuentes de este fármaco a veces ocasionan tinnitus o incluso pérdida de la audición.
- Reacciones alérgicas. En las personas alérgicas al fármaco se pueden desencadenar reacciones graves que implican peligro para la vida.
Posibles interacciones de la terapia diaria con aspirina
Otro de los aspectos que debe tomarse en cuenta en la terapia diaria con aspirina es la interacción que puede tener con otros medicamentos. En particular, el uso de este fármaco junto con otros antiinflamatorios no esteroides (AINEs) puede incrementar el riesgo de sangrado.
Si una persona tiene que tomar una sola dosis de AINEs al día, debe hacerlo ocho horas antes de ingerir la aspirina, o media hora después. Si la dosis es mayor, o está tomando otros medicamentos, se le debe comentar al médico.
De otro lado, hay que tener mucho cuidado al combinar aspirina con medicamentos anticoagulantes. También es posible que haya una interacción con otros fármacos como los corticosteroides, clopidogrel y algunos antidepresivos. Siempre es necesario consultar al profesional.
Consejos y recomendaciones
El alcohol tiene también un efecto anticoagulante, por lo que está desaconsejado mientras se adelanta una terapia diaria con aspirina. Es importante comentar esto con el médico para saber cuál es la cantidad en la que se puede ingerir sin ponerse en riesgo.
Ahora bien, este tratamiento no debe suspenderse de forma súbita. Es posible que esto produzca un efecto de rebote y entonces se incremente la posibilidad de sufrir un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular. La finalización del tratamiento debe estar dirigida por el médico.
Si una persona no quiere o no puede adelantar esta terapia, pero se trata de un paciente en riesgo, puede hablar con su médico sobre la posibilidad de hacer un tratamiento con estatinas. Un estudio de 2016 señala que estos fármacos son una buena alternativa en tales casos.
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Recomendaciones finales
Una persona que está siguiendo la terapia diaria con aspirina debe informarlo antes de adelantar un procedimiento odontológico o una cirugía. De lo contrario, se corre el riesgo de presentar un sangrado excesivo o hemorragia.
Cualquiera que sea el caso, lo mejor es tomar este fármaco con recubrimiento entérico. Está diseñada para disolverse solo hasta que llegue al intestino delgado. De este modo, es posible que se reduzca el riesgo de padecer problemas estomacales, aunque no hay evidencia que lo confirme.
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