Terapia de estimulación magnética transcraneal: ¿cuándo se utiliza?

La terapia de estimulación magnética transcraneal es un tratamiento novedoso que parece tener alta eficacia y no provocaría efectos negativos a la mayoría de las personas.
Terapia de estimulación magnética transcraneal: ¿cuándo se utiliza?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 09 julio, 2023

La terapia de estimulación magnética transcraneal es una novedosa alternativa para el tratamiento de la depresión. En concreto, se ha convertido en una opción frente a la Terapia Electroconvulsiva, también llamada «terapia de choque» que, desde hace años, se ha empleado para casos resistentes a otros tratamientos.

La depresión es una enfermedad que se ha incrementado en todo el mundo y constituye una de las principales causas de discapacidad. Algunas personas no responden bien a los tratamientos convencionales y es ahí donde la terapia de estimulación magnética transcraneal puede ser una alternativa válida.

¿En qué consiste la terapia de estimulación magnética transcraneal?

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La terapia de estimulación magnética transcraneal es una técnica alternativa que se utiliza en el tratamiento de la depresión.

La terapia de estimulación magnética transcraneal (TEM) es un procedimiento no invasivo que se vale de los campos magnéticos para estimular las células del cerebro. Los pulsos de energía magnética se dirigen a aquellas zonas que están relacionadas con el control del estado de ánimo.

Este tipo de terapia es indolora y con su aplicación se busca que se comuniquen mejor las distintas partes del cerebro. En realidad, no se sabe cómo funciona este proceso, pero sí es claro que tiene efectos positivos para aliviar los síntomas de la depresión y mejorar el estado de ánimo.

Cuando en la terapia de estimulación magnética transcraneal se aplican los pulsos magnéticos a intervalos regulares, se denomina TEM repetitiva. Tales pulsos son los mismos que se emplean en una resonancia magnética, por lo cual se consideran seguros.

¿Cuándo y para qué se utiliza?

La terapia de estimulación magnética transcraneal se emplea para el tratamiento de la depresión mayor. Este trastorno, en principio, se trata con fármacos y psicoterapia, los cuales tienen un efecto positivo en la mayoría de los casos.

Cuando ese tratamiento de primera línea no es eficaz, la TEM puede ser una buena alternativa. En varios países del mundo esta terapia también se emplea en el tratamiento de otras afecciones como las siguientes:

  • Trastornos de ansiedad.
  • Esquizofrenia.
  • Trastorno de estrés postraumático.
  • Enfermedad de Parkinson.
  • Rehabilitación de accidentes cerebrovasculares.
  • Enfermedad de Alzhéimer.
  • Adicción a la nicotina.
  • Dolor crónico.

De igual manera, la terapia de estimulación magnética transcraneal ofrece resultados prometedores en el tratamiento de la fibromialgia, el tinnitus, el síndrome de Tourette, la esclerosis múltiple y el trastorno del espectro autista.

¿Qué efectos secundarios tiene la terapia de estimulación magnética transcraneal?

La terapia de estimulación magnética transcraneal no requiere del uso de anestesia y, en términos generales, es tolerada excepcionalmente bien por casi todos los pacientes. No requiere de cirugía ni de implantación de electrodos, como ocurre en la estimulación del nervio vago o la estimulación cerebral profunda.

A diferencia de la Terapia Electroconvulsiva, no requiere sedación, no provoca convulsiones y no tiene efectos secundarios sobre la memoria y la cognición. De todas maneras, puede provocar otros efectos secundarios como los siguientes:

  • Dolor de cabeza (es el efecto más frecuente).
  • Molestias en el cuero cabelludo.
  • Hormigueo, contracciones o espasmos en los músculos faciales.
  • Aturdimiento.

El médico puede controlar esos efectos secundarios reduciendo el nivel de estimulación u ordenando la ingesta de un analgésico previo al procedimiento. En raros casos pueden presentarse efectos secundarios más severos, como los siguientes:

  • Convulsiones.
  • Manía. Es más frecuente en las personas con trastorno bipolar.
  • Cuando no hay protección adecuada puede haber pérdida de audición.

¿Qué personas no son aptas para someterse a la terapia de estimulación magnética transcraneal?

hombre con epilepsia
Las personas con prótesis metálicas o marcapasos no son candidatos al uso de esta terapia.

Las personas que tienen epilepsia o antecedentes familiares de convulsiones no son candidatos a la terapia de estimulación magnética transcraneal. El procedimiento tampoco es adecuado para quienes tengan objetos metálicos como los siguientes:

  • Clips de aneurisma.
  • Estimuladores cerebrales profundos.
  • Stents.
  • Implantes metálicos en el ojo o el oído.
  • Marcapasos.
  • Restos de bala o de metralla.

Los empastes dentales o los aparatos ortopédicos no interfieren con el tratamiento. Por otro lado, este tipo de terapia no es conveniente en personas que presenten las siguientes condiciones:

  • Antecedentes de abuso de sustancias o de psicosis.
  • Daño cerebral por lesión o enfermedad.

¿Qué esperar del procedimiento?

La terapia de estimulación magnética transcraneal se lleva a cabo en un consultorio médico o en un hospital. En términos generales, se requiere de cinco sesiones semanales, una por día, por un lapso de entre cuatro y seis semanas para que sea eficaz.

En la primera sesión, el médico identifica la mejor dosis de energía magnética apta para el caso. También las zonas de la cabeza en donde se deben colocar los imanes. Lo usual es que esto se haga en 60 minutos y que requiera de las siguientes acciones:

  • El paciente debe sentarse en una silla reclinable y ponerse tapones en los oídos.
  • Se coloca una bobina electromagnética en la cabeza. Esta se apaga y se enciende, produciendo un sonido de golpeteo con pausas. Este proceso se llama «mapeo».
  • Se aplica energía magnética hasta que los dedos o manos se contraigan. Este punto se llama «umbral motor» y determina la cantidad de magnetismo que cada persona debe recibir.

Luego de esa primera sesión, las demás serán de unos 40 minutos. Durante ellas, el paciente debe sentarse en la silla reclinable; luego, se procederá a la aplicación de la energía electromagnética. La persona siente un ruido y pequeños golpes en la frente. Después, puede volver a sus actividades normales.

Una opción contra la depresión

Los datos indican que entre un 50 y 60 % de las personas que acuden a la terapia de estimulación magnética transcraneal obtienen beneficios de esta. En algunos casos los síntomas de la depresión se reducen y en otros desaparecen por completo.

Aún se requiere de más estudios para conocer la eficacia que tiene en otras afecciones. Asimismo, no hay suficientes datos sobre los efectos secundarios que esta terapia puede tener a largo plazo. Por lo pronto, todo indica que se trata de una opción prometedora.


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