Tipos de correctores: ¿para qué sirve cada uno?

¿Quieres lucir un maquillaje que deje tu piel radiante y hermosa? Entonces los correctores serán tus mejores aliados para disimular detalles que no te gusten.
Tipos de correctores: ¿para qué sirve cada uno?

Última actualización: 09 julio, 2023

Los correctores son los mejores aliados para lograr un maquillaje hermoso, pero hay varios tipos para elegir. Vienen en múltiples colores y es muy fácil confundirse en su aplicación. ¡No te preocupes, en este artículo te explicaremos para qué sirve cada uno!

¿Verde o lila? ¿Naranja o amarillo? Son preguntas que puedes hacerte al encontrarte con un kit de belleza. Como su nombre lo indica, los diferentes tipos de correctores están hechos para disimular o corregir ciertas áreas, pues aprovechan un color para balancear a su opuesto.

¡Maquillarse es todo un arte! Requiere saber combinar texturas, colores y materiales para lograr resultados agradables. A continuación te daremos algunas claves que te ayudarán a ser una experta.

Corrector verde

Con seguridad se trata del tipo de corrector más popular de todos. Sirve para disimular y ocultar a los tan odiados granitos producidos por el acné.

Asimismo, permite neutralizar cualquier tipo de mancha rojiza en la piel, como las causadas por la rosácea, las picaduras de los mosquitos, los rasguños, el eczema o las manchas alrededor de la nariz tras un resfriado.



Corrector lila

El corrector lila es ideal para neutralizar los tonos amarillos. Por consiguiente, es perfecto para disimular las manchas con tonalidades amarillentas.

Asimismo, sirve para dar un tono más parejo a las pieles que tienen subtonos amarillos muy pronunciados. También puede ser provechoso para tapar las pequeñas pecas causadas por el sol.

Mujer con pecas.
Los tipos de correctores de tono lila o violeta son útiles para equilibrar las pieles con pecas.

Corrector amarillo

El amarillo es uno de los tipos de correctores ideales para neutralizar los tonos violetas y las manchas. En consecuencia, es perfecto para disimular y ocultar las ojeras.

No debe faltar en tu cosmetiquera si has pasado una mala noche o has tenido que trasnochar. Lo mejor del corrector amarillo es que funciona en múltiples tonos de piel, por lo que se trata de una variante universal.



Corrector naranja

El corrector naranja funciona de forma similar al amarillo porque ayuda a neutralizar los tonos morados y azulados. Sin embargo, va mejor en pieles oscuras y morenas o en ojeras que estén demasiado marcadas.

No obstante, si tu piel es clara, este tipo de correctores se pueden aprovechar para darle un tono sutil a tus párpados. De esta forma, no lo desperdiciarás.

Corrector salmón o rosa

Este corrector tiene un efecto inverso al verde. Por lo tanto, es ideal para cubrir manchas verdosas, como las que quedan tras un moretón. De igual forma, es muy útil para disimular las venitas que se pronuncian mucho, en especial en pieles claras.

Corrector de color piel

Además de los de colores, existen otros tipos de correctores en diversas gamas de tonos piel que debes elegir con cuidado. Lo ideal es que sea ligeramente más claro que la tonalidad de tu rostro. Se usan para tapar las ojeras y demás imperfecciones.

Consejos generales para la aplicación de corrector

Aunque tengas el maquillaje más profesional, si no utilizas la técnica correcta de aplicación es posible que no logres los efectos deseados. En cuanto a los correctores, lo primero que debes hacer es identificar de qué tipo de textura se trata. Por lo general, podrás encontrarlos en crema o líquidos.

Elige bien la herramienta que utilizarás

Puedes usar una brocha, tus dedos o una esponja. La decisión dependerá de la textura del corrector. Si se trata de crema o líquido, puedes usar una brocha. Después, con la ayuda de tus dedos limpios o de una esponja debes dar pequeños golpecitos para difuminar y emparejar.

No obstante, también puedes hacer este proceso solo con los dedos. Si se trata de un corrector en polvo, debes ayudarte de una brocha especial para este fin. Recuerda que debes lavar con frecuencia las brochas porque se encontrarán en contacto con zonas delicadas, con heridas o acné.

Prepara bien el rostro

Lo más importante antes de aplicar cualquier tipo de maquillaje es preparar bien el rostro. Para lograrlo, debes tener una rutina de cuidado constante con una limpieza diaria. Asimismo, usar protector solar y cremas hidratantes a diario.

Cuando estés dispuesta a maquillarte, usa una pre base o un primer, en especial si se trata de una fecha especial en la que esperas que tu maquillaje tenga una larga duración.

Aplica el corrector de colores

Recuerda que se trata de disimular o corregir una imperfección pequeña y no todo el rostro. Debes usarlo en zonas muy puntuales dando pequeños golpecitos hasta que el área quede cubierta y neutralizada.

Primero usa la base y después el corrector piel

Según la empresa estadounidense de maquillaje Maybelline, lo más recomendado es preparar primero la piel y luego aplicar la base del maquillaje, dejando sin cubrir las zonas sobre las que se aplicará el corrector. Después se debe aplicar el corrector y fundirlo con la base para dar un acabado natural.

Si se aplican muchas capas de maquillaje sobre la imperfección que se quiere cubrir el resultado será un acabado grumoso que llamará más la atención sobre la zona. Por otro parte, el corrector de color piel sirve para arreglar algunos errores que hayas cometido, como mancharte con el labial o la máscara de pestañas.

Colores de los correctores.
Cada color de los distintos tipos de correctores cumple una función puntual para compensar manchas o imperfecciones.

Utiliza polvos para sellar el maquillaje

Lo polvos, ya sean compactos o sueltos, cumplen el objetivo de dar un acabado mate a la piel y sellar el maquillaje. Es importante que después de haber usado los correctores, los espolvorees sobre tu rostro para asegurarte que el efecto tenga más duración.

¡No te olvides del contorno y del iluminador!

Es común que en una paleta de correctores te encuentres con dos tonos adicionales: café y claro brillante. Se trata del contorno y del iluminador. Estos tonos, a diferencia de los tipos de correctores que ya hemos mencionado, no están hechos para disimular.

El contorno se emplea para perfilar ciertas áreas del rostro. Por lo general, debes colocarlo debajo de los pómulos, desde donde nace la oreja en diagonal. También en los bordes de la frente y la barbilla. Por último, en los laterales de la nariz para que luzca más fina.

Por su parte, el corrector se usa para destacar áreas, como la comisura de los labios, la frente, el puente de la nariz, los párpados debajo de las cejas y la parte de arriba de los pómulos. Sin embargo, debes ser cuidadosa en no exagerar.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.