Tipos de fimosis
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La fimosis es una estrechez en la abertura del prepucio, que impide el descubrimiento parcial o total del glande. En particular, existen dos tipos de fimosis: la fisiológica y la patológica; la primera es la más común.
El término «fimosis» proviene de la raíz griega «phimós», que significa «hocico». Se cree que alrededor del 95 % de los bebés varones tienen dificultades en la retracción del prepucio. Sin embargo, a los 3 años el 90 % de ellos ya son fisiológicamente normales.
Los tipos de fimosis
La clasificación más general se hace en función de la causa que origina la afección. Desde ese punto de vista, hay dos tipos de fimosis: la fisiológica, que está presente desde el nacimiento de manera natural; y la patológica, que deriva de una infección o traumatismo.
También existen otras dos clasificaciones: una con base en el grado de retracción del prepucio y otra basada en el grado de estenosis, es decir, de su estrechez. En el primer caso, hay dos tipos de fimosis:
- Relativa. Cuando el prepucio se retrae solo de manera parcial.
- Total. Cuando no hay retracción del prepucio.
Ahora bien, en el caso de la estrechez del prepucio, hay tres tipos de fimosis:
- Puntiforme. Si el diámetro del orificio es muy pequeño y apenas si se puede apreciar.
- Cicatricial o anular no retraíble. Cuando la piel que rodea el orificio está engrosada. Estos casos, por lo general, están precedidos por una inflamación del glande o balanopostitis.
- Anular. Cuando el orificio es estrecho, pero la condición no coincide con ninguno de los dos casos anteriores.
La fimosis fisiológica
El prepucio es la porción de piel que cubre el glande y el cuerpo del pene. Al momento de nacer, lo usual es que se halle adherido o arraigado con firmeza al glande. Esto hace que sea imposible retraerlo, en la mayoría de los casos. Se trata de una condición fisiológica que casi siempre se resuelve en forma espontánea.
La fimosis fisiológica se detecta al nacer o, en todo caso, antes de los 3 o 4 años. A veces es perceptible a simple vista, y otras veces solo se identifica en la consulta pediátrica. Lo más común es que esta condición se revierta de manera natural, antes de los 6 años. Solo en el 2 % de los varones entre 6 y 17 años persiste esta anomalía.
En algunas ocasiones, la fimosis fisiológica presenta algunas complicaciones como las siguientes:
- Balanitis. Es una infección que tiene lugar en la zona del glande y obedece a una deficiencia de higiene. La adherencia del prepucio dificulta la limpieza y esto favorece la enfermedad.
- Parafimosis. Es una inflamación aguda del prepucio que provoca obstrucción. Puede tratarse con una maniobra, pero en algunos casos requiere de cirugía.
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La fimosis patológica
La fimosis patológica o secundaria es una enfermedad caracterizada por la pérdida de elasticidad en el prepucio, como resultado de otra patología o de un traumatismo. Se denomina como patológica por su causa y porque genera problemas como dificultad para orinar o limitación en las funciones sexuales.
Las principales causas de la fimosis patológica son las siguientes:
- Fimosis fisiológica. El 5 % de los casos de fimosis fisiológica no se resuelven de manera espontánea y se convierten en fimosis patológica.
- Envejecimiento. Con el paso de los años, la piel pierde flexibilidad e incluso puede atrofiarse. Esto lleva a que el prepucio pierda elasticidad.
- Diabetes. La diabetes afecta los tejidos dérmicos y es una causa frecuente de fimosis patológica. De hecho, toda enfermedad que altere dichos tejidos puede dar origen a este problema.
- Infecciones. Estas pueden ser causadas por bacterias o por hongos. En ambos casos es posible que den lugar a fibrosis, la cual, a su vez, endurece y hace más rígida la piel.
- Traumatismos. Corresponde a casos muy raros. La enfermedad se produce porque en el proceso de cicatrización de la piel, tras una lesión, se producen fibrosis.
Lo habitual es que la fimosis patológica afecte solo al prepucio y al glande, pero también se dan casos en los que se extiende hasta el meato y la uretra anterior. La mayor incidencia de este problema se da entre los 8 y los 11 años de edad. Las complicaciones que pueden surgir son similares a las de la fimosis fisiológica.
¿Qué hacer en caso de fimosis?
La fimosis debe ser atendida por un médico o urólogo. En muchos casos, como en los niños, no es necesario recurrir a un tratamiento, ya que se resuelve de forma natural con el paso del tiempo. Sin embargo, si pasados los 5 años de edad persiste, es necesario establecer ciertas medidas terapéuticas.
El médico puede sugerir el uso de pomadas para la fimosis, como la betametasona, que tiene actividad antiinflamatoria y analgésica. También es posible mejorarlo con algunos ejercicios o cirugía.
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