La leucemia de las células pilosas o tricoleucemia es un cáncer por el cual la médula ósea del paciente produce…
Todo lo que debes saber sobre la atresia biliar
La atresia biliar produce daño hepático y afecta a diversos procesos que permiten el funcionamiento normal del organismo.

La atresia biliar es un problema hepático crónico y progresivo. Se hace evidente poco tiempo después del nacimiento. Los conductos biliares se bloquean y la bilis no puede salir del hígado. Debido a esto, el hígado se daña y afecta a diversas funciones vitales.
Si no se trata, es una enfermedad que pone en peligro la vida de la persona que la sufre. Conozcamos más sobre ella en este artículo.
¿Qué causa la atresia biliar?
No se conoce con certeza cuál es la causa de la atresia biliar. Muchos expertos opinan que los bebés nacen con atresia biliar, lo que implica que la alteración de los conductos biliares se produce durante el embarazo.
Sin embargo, otras opiniones sugieren que la enfermedad aparece después del nacimiento, debido a una exposición a sustancias tóxicas o infecciosas. No está vinculada con medicamentos que haya tomado la madre ni con enfermedades que haya tenido durante el embarazo.
En la actualidad, se desconoce si hay un vínculo genético para la atresia biliar. En general, no es probable que la enfermedad se repita más de una vez en una familia.
¿Cuáles son los síntomas de la atresia biliar?
Los bebés afectados por atresia biliar suelen parecer sanos al nacer. No obstante, los síntomas se desarrollan entre las dos semanas y los dos meses de vida. Los síntomas de la atresia biliar pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos.
Entre los síntomas que aparecen se incluyen:
- Ictericia: es una coloración amarilla de la piel y de las partes blancas de los ojos. Se produce debido a niveles elevados e irregulares de bilirrubina en sangre que pueden atribuirse a una inflamación, a otras anomalías de las células del hígado o a una obstrucción de los conductos biliares.
- Orina oscura y heces claras.
- Abdomen hinchado y pérdida de peso.
Lee también: Ictericia en bebés: síntomas y tratamiento
Diagnóstico de la atresia biliar
Para llegar al diagnóstico de la enfermedad se realizan distintas pruebas y análisis de sangre.
Análisis de sangre
En la analítica sanguínea se solicitan la medida de los siguientes parámetros:
- Enzimas hepáticas: los niveles elevados de enzimas hepáticas pueden alertar sobre un daño o una lesión hepática. Sin embargo, cuando esto ocurre, las enzimas pasan a la sangre.
- Bilirrubina: la bilirrubina que produce el hígado se excreta a la bilis. Los niveles altos de bilirrubina suelen indicar una obstrucción del flujo biliar o un defecto en el procesamiento de la bilis por parte del hígado.
- Albúmina y proteína total: los niveles por debajo de lo normal se asocian a trastornos hepáticos crónicos.
- Estudios de coagulación: se evalúan el tiempo de protrombina y el tiempo de protrombina parcial, que miden el tiempo que tarda la sangre en coagular. El daño de las células hepáticas y la obstrucción del flujo biliar pueden interferir en el proceso de coagulación de la sangre.
- Cultivo de sangre: con esto se verifica si hay una infección en la sangre producida por una bacteria que pueda afectar al hígado.
También te puede interesar: ¿Qué alimentos debe comer un paciente con cálculos biliares?
Diagnóstico por imagen
Las pruebas por imagen que se suelen emplear son:
- Ecografia abdominal: es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia. No obstante, las ecografías permiten obtener imágenes sobre el estado del hígado, la vesícula biliar y los conductos biliares.
- Gammagrafía hepatobiliar (HIDA): se inyecta un isótopo de baja radiación en vena. Si el isótopo pasa del hígado al intestino, los conductos biliares se abren y se confirmará que no hay atresia biliar.
- Biopsia del hígado: se toma una muestra del tejido del hígado, que luego se examina y sirve para distinguir la atresia biliar de otros problemas hepáticos.
Graduada en Farmacia por la Universidad de Salamanca (curso académico 2013-2018). Actualmente, María Vijande se ha especializando en el ámbito de la investigación clínica mediante el Máster en Monitorización de Ensayos Clínicos y Medical Affairs en el CESIF (Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica). Compagina su trabajo con el grado en Psicología impartido por la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). María Vijande ha realizado prácticas extracurriculares en oficina de farmacia y ha llevado a cabo las prácticas de la carrera en el Hospital Hagia Sofía en Atenas (Grecia), gracias al programa Erasmus. En la actualidad trabaja como Junior Clinical Research Associate en el Grupo GEICAM de Investigación del Cáncer de Mama.