Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC), también conocido como neurosis obsesiva-compulsiva, es un trastorno psiquiátrico que hace que las personas generen pensamientos, sentimientos, ideas, obsesiones, y comportamientos repetitivos que las impulsan a realizar una acción en repetidas ocasiones. A esto último se le denomina compulsiones.
En consecuencia, quien padece de TOC sufre de ataques de ansiedad y crisis de angustia cuando algo le causa molestia y por tanto, no ha llevado a cabo los rituales obsesivos que genera todos los días De esta forma, su conducta se diferencia bastante en comparación a la sociedad que le rodea.
Causas
Con frecuencia, se estima que el 2% de la población sufre de trastorno obsesivo compulsivo. Generalmente los síntomas se desarrollan en personas que se sitúan entre los veinte y cuarenta años de edad o un poco más. Entre las distintas teorías médicas o explicaciones científicas aún no se conocer las causas certeras, pero sí se han demostrado ciertas anomalías cerebrales que lo generan.
Asimismo, las personas con trastorno obsesivo compulsivo presentan tics, es decir, movimientos involuntarios que se producen al contraer distintos músculos del cuerpo. A pesar de ser enfermedades diferentes, se relaciona con el síndrome de Tourette; no obstante, es una conclusión parcial y no completamente verídica.
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Síntomas
Entre los más importantes están, por ejemplo, los pensamientos obsesivos que son imágenes repetitivas y persistentes, producidas por la mente. Es así como la persona intenta ignorarlos, pero al producir una gran ansiedad, siente la necesidad incontrolable de hacerlos.
Las obsesiones pueden identificarse de cuatro maneras:
- Interrogantes: menester por comprobar algunas cosas reiteradamente.
- Temores o fobias: creencia de padecer deformaciones en el cuerpo o de contraer gérmenes.
- Impulsos: agresivos o sexuales.
- Ideas obsesivas: necesidad de orden, de simetría, de cuestiones religiosas, de tiempo, entre otras.
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En relación a lo anterior, también se manifiestan las compulsiones. Estas son actos mentales donde el paciente comienza a defenderse de una idea obsesiva. Por tanto, este comportamiento lo repiten más de una vez sin que resulten complacidos.
Diagnóstico
La conducta del paciente debe indicar si ambos síntomas consumen la mayor parte del tiempo en su día, o causan angustias significativas que afecten sus actividades diarias. De igual forma, las obsesiones no son consecuencias de tratamientos farmacológicos. Tampoco se relacionan con otros trastornos psiquiátricos.
El diagnóstico también debe indicar si la persona tiene antecedentes familiares con el mismo trastorno o si existe una relación con gestos corporales involuntarios. Finalmente, los especialistas pueden evaluar a los pacientes con cuestionarios tales como la Escala obsesivo compulsiva de Yale-Brown, entre otros.
Tratamiento para el trastorno obsesivo compulsivo
La terapia cognitiva conductista es muy recomendable para ayudar a los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo. El objetivo es ayudar al paciente, de forma progresiva, a controlar la ansiedad y la respectiva urgencia por llevar a cabo el acto impulsivo. Asimismo, se brinda psicoeducación acerca de este trastorno para los pacientes y sus familiares, y entrenamiento en habilidades y actividades sociales.
Según sea el caso, es posible que al paciente también se le recomiende un tratamiento psicofarmacológico (con antidepresivos).
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