Trastornos parafílicos

Los trastornos parafílicos agrupan aquellas conductas sexuales que tienen características patológicas. La persona puede tener impulsos sexuales que atentan contra la integridad de otros.
Trastornos parafílicos
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Última actualización: 09 julio, 2023

Los trastornos parafílicos agrupan una serie de preferencias sexuales que causan angustia a la persona que las posee y, a menudo, representan una amenaza para otros. Estos suelen incluir las fantasías intensas y recurrentes en las cuales se ven involucrados objetos inanimados, niños y adultos sin consentimiento.

Las parafilias son una condición en la que la excitación y el placer dependen de objetos, fetiches, comportamientos o personas. No obstante, aunque algunas prácticas sexuales son inusuales, no siempre reúnen las características para ser catalogadas como trastorno.

Las patrones de excitación sexual atípicos que pasan a ser patológicos son aquellos que son persistentes y producen un deterioro significativo en el ámbito social, laboral y familiar. También incluyen conductas que atentan contra la integridad propia o de la pareja.

Características de los trastornos parafílicos

trastornos parafílicos

Las personas que tienen trastornos parafílicos tienen fantasías recurrentes y conductas sexuales angustiosas e incapacitantes, que pueden involucrar el sufrimiento y humillación de sí mismo o de otra persona. Esto no solo dificulta sus relaciones interpersonales, sino que puede tener consecuencias sociales y legales.

El individuo suele tener una alteración en su capacidad para sentir afecto y tener una conexión emocional sexual con su pareja. También puede presentar señales de otros desajustes de salud mental. De acuerdo con el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), una parafilia es patológica si:

  • Durante un periodo de al menos 6 meses se presentan fantasías sexuales intensas y altamente excitantes; impulsos sexuales o conductas atípicas que implican la parafilia.
  • Los impulsos sexuales y comportamientos producen malestares clínicos significativos o deterioro social y profesional.

Cuando una parafilia no cumple con los criterios que expone el DSM-5 no se considera un trastorno mental y sexual. De hecho, es normal que la mayoría de las personas sientan excitación o placer ante un estímulo no convencional.

Causas de los trastornos parafílicos

Signo de interrogación que representa dudas.

No se sabe con exactitud cuáles son las causas de las parafilias. Los psicoanalistas sugieren que estas conductas son la repetición de un hábito sexual que surgió en edades tempranas. Por su parte, los conductistas creen que es un comportamiento aprendido.

Aunque ambas hipótesis tienen grandes diferencias, en general hacen hincapié en el papel que puede desempeñar un evento traumático en el desarrollo del erotismo. Dicho evento puede detonar en el futuro patrones de excitación sexual con características patológicas. Otras posibles causas pueden ser:

  • Cambios en las vías cerebrales.
  • Antecedentes de abuso sexual y maltrato.
  • Enfermedades mentales como depresión y ansiedad.
  • Conflictos familiares o ausencia de alguno de los padres.
  • Desequilibrios en la actividad de los neurotransmisores del cerebro.
  • Enfermedades que comprometen la parte del cerebro que controla la conducta sexual.

Parafilias más comunes

Las parafilias son comunes en todas las culturas y tienden a ser más frecuentes entre los hombres. Se han descrito decenas, pero la mayoría son poco frecuentes o raras. No todas tienen los criterios para ser consideradas un trastorno. Las más conocidas son las siguientes:

  • Asfixiofilia: el individuo siente excitación al estrangular, asfixiar o ahogar a su pareja durante el acto sexual.
  • Coprofilia: se basa en el interés sexual en las heces. La persona siente placer al observar como otra defeca o al utilizar el excremento.
  • Exhibicionismo: la persona exhibicionista siente placer sexual al mostrar sus genitales en público.
  • Fetichismo: la excitación sexual incrementa a partir de objetos inanimados o zonas corporales específicas.
  • Frotteurismo: el placer se obtiene al frotar los genitales propios contra el cuerpo de otra persona. A menudo, el individuo tiene esta conducta en lugares donde hay mucha gente para que la víctima no se percate de la situación.
  • Sadomasoquismo: la persona obtiene placer al ser sometido y agredido por su compañero sexual.
  • Pedofilia: el pedófilo siente excitación sexual y placer con los niños. Por desgracia, es una de las parafilias más comunes.
  • Urofilia: satisfacción sexual que se obtiene por orinar durante el coito o cuando la pareja lo hace.
  • Zoofilia: en esta práctica sexual la persona obtiene placer al tener relaciones sexuales con animales. Como ocurre con la pedofilia, es una práctica que atenta contra la integridad de otros, en este caso animales.

Tratamiento de los trastornos parafílicos

Chica haciendo terapia psicológica

Para el tratamiento de los trastornos parafílicos se han utilizado técnicas de psicoanálisis tradicional, hipnosis y terapias de conducta. Desde hace poco también se emplean unos fármacos conocidos como antiandrógenos, que disminuyen los niveles de testosterona.

Este medicamento disminuye el deseo sexual en los hombres y la frecuencia de imágenes mentales de escenas sexuales. Esto facilita así la concentración en el asesoramiento psicológico. Por eso, en la mayoría de los casos se sugiere la combinación de terapia farmacológica y terapia cognitivo-conductual.

Es posible que también se sugieran antidepresivos como la fluoxetina (Prozac), que también disminuye el deseo sexual. Sin embargo, estos últimos no son tan eficaces para controlar las fantasías sexuales intensas.


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