Tratamiento de la rinitis

El tratamiento de la rinitis consta de un arsenal terapéutico muy amplio que nos permite contrarrestarla de manera muy eficaz
Tratamiento de la rinitis
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

El tratamiento de la rinitis dependerá del tipo de afección que se padezca. Si se trata de rinitis alérgica, la primera línea de tratamiento será evitar el contacto con el agente alérgeno desencadenante. No obstante, en los casos en los que no sea suficiente evitar la exposición al alérgeno, el paciente deberá ser tratado con fármacos o con terapia inmunitaria.

A continuación detallamos en qué consiste cada tratamiento.

Tratamiento de la rinitis: farmacológico

El tratamiento de la rinitis de tipo farmacológico varía según la gravedad y la persistencia de los síntomas. Las características que debe presentar el medicamento ideal para la rinitis son las siguientes:

  • Misma eficacia en los síntomas de la fase aguda que en la fase tardía.
  • Forma de administración que asegure el cumplimiento.
  • Liberación directa sobre la mucosa nasal.
  • Poco efectos adversos.
  • Acción rápida.

Dentro del tratamiento farmacológico de la rinitis, se distinguen los antihistamínicos H1 (AH1), los descongestivos nasales, los corticoides y los estabilizadores de la membrana de los mastocitos

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Antihistamínicos H1

Antihistamínicos H1

La histamina es la sustancia responsable de los procesos de la alergia y la rinitis. Por ello, uno de los objetivos del tratamiento será inhibir la secreción de esta sustancia.

La eficacia de estos fármacos se justifica por su mecanismo de acción pues son capaces de bloquear los receptores H1 de la histamina. Por ello, son agentes de primera línea en el tratamiento de la rinitis alérgica. Sin embargo, actúan de forma reversible y específica, por lo que son casi ineficaces para otras formas de rinitis.

  • Cuando la rinitis cursa con obstrucción nasal, se suelen asociar a los descongestivos.

Antihistamínicos orales

Dentro de los AH1 orales, disponemos de la siguiente clasificación:

  •  De 1ª generación. Estos producen sedación, estreñimiento o taquicardia, ya que son capaces de llegar al cerebro atravesando la barrera hematoencefálica. En este grupo se encuentran:
    • Clemastina.
    • Difenhidramina.
    • Dexclorfeniramina.
  • De 2ª generación. No suelen inducir sedación y tienen menos afinidad por los receptores de la histamina en el sistema nervioso central. Estos fármacos son:
    • Loratadina.
    • Terfenadina.
    • Cetirizina: Este fármaco sí produce sedación.

En general, los AH1 de 2ª generación suponen una gran ventaja en los pacientes que necesiten un alto grado de alerta en su trabajo. Además, ayudan a mejorar el cumplimiento terapéutico pues su pauta de administración es cada 12-24 horas.

Por otro lado, en los niños, estos antihistamínicos se asocian con cromoglicato. Se considera esta terapia combinada el tratamiento de elección en la infancia.

No obstante, los AH1 de 2ª generación no están exentos de problemas sino que pueden desarrollar patologías cardíacas o hepáticas. Por este motivo, están contraindicados en cardiópatas y pacientes con insuficiencias hepáticas.

Antihistamínicos H1 tópicos

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A este grupo de fármacos pertenecen la azelastina y la levocastinas. Estas presentan una eficacia similar a la de los AH1 orales y una menor incidencia de congestiones nasales. Sin embargo, la azelastina no es eficaz frente a los síntomas oculares. A pesar de pertenecer a los AH1 de 2ª generación, produce sedación.

Los AH1 tópicos son adecuados para las mujeres embarazadas y madres lactantes puesto no se absorben y no pasan al torrente sanguíneo

Los AH1 orales son menos potentes que los coticoesteroides intranasales para mejorar los síntomas generales de la rinitis alérgica, pero alivian en mayor medida los síntomas oculares. Presentan una eficacia similar al cromoglicato.

Descongestivos nasales

Se trata de agentes que se administran de manera tópica u oral y que tienen la capacidad de reducir con eficacia la congestión nasal de los diversos tipos de rinitis. Los descongestivos orales, fenilefrina o pseudoefredia, a pesar de su eficacia, pueden producir: 

Los descongestivos nasales son adecuados para ancianos y en mujeres gestantes. No obstante, se desaconseja su uso durante el primer trimestre por posibles defectos en el feto.

Los tópicos como la fenilefrina, oximetazolina o xilometazolina producen vasoconstricción nasal disminuyendo el edema. Su uso prolongado puede producir rinitis de rebote.

Corticoides

Los corticoides son los más eficaces para el tratamiento de todos los síntomas de la rinitis alérgica, excepto los síntomas oculares. Todo ello gracias a su acción antiinflamatoria.

Los corticoides de administración nasal modulan el mecanismo inmune celular y humoral. Presentan una mayor eficacia que el resto de medicamentos utilizados para el tratamiento de la rinitis. A pesar de las características anteriores, tienen un inicio de de acción más lento.

En ocasiones se asocian a los AH1 tópicos en rinitis alérgicas graves, o a descongestivos en caso de marcada obstrucción nasal. Por otra parte, los corticoides sistémicos se administan como alternativa de los nasales en caso de rinitis alérgica muy grave o refectaria a otros tratamientos.

Estabilizadores de la membrana de mastocitos

Antihistamínicos H1 tópicos

Estos medicamentos, en concreto el cromoglicato sódico, no poseen efecto antihistamínico. En cambio, actúan sobre los mastocitos, por lo que preveen la liberación de los factores que desencadenan la reacción alérgica.

A pesar de que la frecuencia de administración puede dificultar el cumplimiento, el buen perfil de seguridad del cromoglicato hace que sea considerado como tratamiento de la rinitis tópico de elección. Tanto en ancianos, en niños como embarazadas.

Anticolinérgicos intranasales

Dentro de este grupo destacamos el bromuro de ipratropio. Este es capaz de reducir la hiperactividad colinérgica disminuyendo las secreciones.

  • No obstante, no posee ningún efecto sobre los restantes síntomas nasales.

Inmunoterapia

La inmunoterapia con alérgenos consiste en la administración sistémica de cantidades (que aumentarán de manera progresiva) de un extracto alergénico específico. Tiene la finalidad de disminuir la reactividad del órgano diana y la sensibilidad celular.

Con ello se consigue una reducción de la gravedad de los síntomas acortando su duración cuando el paciente se expone después al alérgeno causante. El extracto alergénico o vacuna alergénica es una preparación de un alérgeno obtenido de los constituyentes activos de sustancias.


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