Tratamiento para pacientes con bursitis
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Los pacientes que sufren bursitis no saben, muchas veces, cuál es la causa de su enfermedad. Aunque en ocasiones se debe a malas posturas, una lesión o una posición anormal de las articulaciones, la mayoría de las veces sus causas no están claras, según indican los expertos.
De hecho, en el Manual MSD se indica que “la causa suele ser desconocida, aunque pueden contribuir los traumatismos, repetitivos o agudos, las infecciones y las enfermedades inducidas por cristales”.
Más allá de esto, la literatura científica expone que la bursitis es la inflamación de la bursa, que es una bolsa llena de líquido que funciona como almohadilla protectora entre los músculos y los huesos en las articulaciones. Esta inflamación provoca dolor en el área afectada, sensación de rigidez, hinchazón o enrojecimiento.
El dolor, a veces, es tan agudo y punzante que los pacientes pueden recurrir a analgésicos antes, incluso, de saber lo que les está ocurriendo. Acudir al médico ante este tipo de síntomas es esencial para poder iniciar un tratamiento que ponga fin a este problema.
Aliviar el dolor en el tratamiento de la bursitis: una prioridad
Muchas veces, cuando los pacientes acuden a la consulta del médico, ya han sufrido algún episodio de bursitis antes. La razón por la que no han pedido ayuda es porque, en los casos leves, la bursitis aparece y termina mejorando sola, sin necesidad de tratamiento.
En ocasiones, el dolor se confunde con una mala postura o nos hace pensar que se trata de un golpe que nos hemos dado sin darnos cuenta. Muchas veces sospechamos que estos pueden ser los motivos de la hinchazón o inflamación que estamos sufriendo.
Sin embargo, tras ese primer episodio que puede volver a repetirse, los síntomas pueden agravarse. El dolor puede volverse insoportable y pueden aparecer hematomas e, incluso, fiebre.
En los casos más graves, podemos vernos incapacitados para mover la articulación perjudicada. Si realizamos un trabajo físico habitualmente, esto puede afectar a nuestro rendimiento.
Medicamentos
El primero de los tratamientos que se suele dar para lidiar con la bursitis son los medicamentos. Estos ayudarán a reducir la inflamación y el dolor.
- Si la bursitis es leve, el médico puede recomendar la toma de analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol.
- No obstante, si la bursitis nos provoca síntomas incapacitantes, el médico puede recetarnos antiinflamatorios, como otros AINES o los corticosteroides. Estos se dan para eliminar la excesiva inflamación que está impidiendo que podamos mover las articulaciones.
- En caso de que la causa haya sido una infección, el médico nos recetaría un antibiótico.
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Terapia
En ocasiones, el médico puede creer conveniente que el paciente acuda a terapia. Un masaje muscular, un programa de ejercicio personalizado o el uso de los ultrasonidos pueden mejorar bastante esta enfermedad.
La terapia ocupacional también puede recomendarse para evitar futuras lesiones. En ella se trabajarán hábitos cotidianos y determinados ejercicios que intentarán evitar que la bursitis pueda volver a aparecer.
Aparatos ortopédicos
Los aparatos ortopédicos ayudarán a la recuperación, ya que permitirán que el área afectada descanse. De este modo evitaremos forzar la zona y agravar el problema.
Las tablillas suelen ser una excelente opción. No obstante, esto va a depender de en qué parte del cuerpo nos esté afectando la bursitis.
En otros casos, se optará por un bastón u otro tipo de dispositivos. Muchas veces, estos aparatos se utilizarán en la terapia para realizar los ejercicios y probar nuevos hábitos cotidianos. Así impedirán forzar la zona para que esta no vuelva a presentar un nuevo caso de bursitis.
La cirugía como opción en la bursitis
A pesar de todas las medidas adoptadas, el paciente podría continuar sufriendo bursitis con bastante frecuencia. En ese caso puede estudiarse la opción de someterlo a cirugía.
Este es un recurso que no se suele utilizar a menudo, ya que con los métodos anteriores se suelen lograr resultados muy buenos. En general, con las medidas comentadas, la situación mejora y se logra prevenir nuevos episodios.
Antes de optar por la cirugía, el médico puede aplicar inyecciones de corticosteroides en la zona afectada para aliviar de manera rápida el dolor de la articulación y reducir la inflamación de los casos graves.
En muchos casos, la bursitis aparece cuando sobrecargamos la articulación en la que surge el problema. No obstante, antes de realizar cualquier suposición es imprescindible ir al médico. ¿Alguna vez has sufrido bursitis? ¿Cuál ha sido la causa?
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