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Tratamientos naturales para la rosácea

4 minutos
En la rosácea, la piel se pone roja y muy sensible al tacto. Por fortuna, contamos con algunos remedios naturales que podemos emplear para aliviar los síntomas, siempre que se combinen con otras medidas adecuadas de prevención.
Tratamientos naturales para la rosácea
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila

Escrito por Yamila Papa Pintor
Última actualización: 09 julio, 2023

La rosácea se produce por la dilatación de los capilares cercanos a la superficie de la piel, por lo que esta se ve enrojecida. Los lugares más frecuentes donde aparece son las mejillas, el mentón y la nariz. También puede presentar granos similares al acné, ardor y sensibilidad al tacto. Para contribuir a darle una solución a este inconveniente, te invitamos a conocer los mejores tratamientos naturales para la rosácea en el siguiente artículo.

La rosácea afecta mayormente al 10 % de la población, según indica la literatura científica. Concretamente, las mujeres de tez blanca entre los 30 y los 50 años de edad y en menor medida a los hombres. Además, se puede presentar en diferentes etapas de la vida y de manera intermitente. Por esto mismo, el control médico es importante.

Si bien se desconocen las causas de la rosácea, se considera que algunos factores que la agravan son los siguientes:

  • La predisposición genética y tener la piel clara y fina.
  • Los desequilibrios hormonales como la menopausia o el embarazo.
  • La tensión emocional o el estrés.
  • Las temperaturas extremas.
  • El uso de cosméticos que contengan alcohol.
  • La toma de ciertos medicamentos como los vasodilatadores.
  • El consumo de bebidas con alcohol o cafeína.
  • Las comidas muy condimentadas o fritas.
  • El ejercicio físico, ya que es común en deportistas.
  • El tabaquismo.
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La rosácea se localiza, con mayor frecuencia, en el rostro.

Lee: Conoce cuál es tu tipo de piel

Remedios populares para la rosácea

Si el dermatólogo lo autoriza, puedes probar algunos remedios populares, tales como:

  • Aplica directamente sobre la piel afectada la pulpa de un aloe vera o sábila en la zona afectada. La piel ha de estar limpia y es preciso verificar antes si se es o no alérgico. Coloca para ello un poco en la muñeca y si se pone de color rojo, no la utilices.
  • Mezcla media taza de agua con una cucharada de vinagre de manzana. Aplica con un poco de algodón en el rostro.
  • Coloca unas gotas de aceite de oliva en los dedos y realiza masajes circulares hacia afuera, empezando en la nariz y terminando en las orejas. Repite durante cinco minutos antes de dormir cada día y no enjuagues.
  • Hierve por diez minutos medio litro de agua y 20 gramos de hojas frescas o secas de ortiga. Apaga el fuego y tapa. Deja que infusione por 10 minutos y luego añade el zumo de un limón. Cuela y bebe dos tazas por día.
  • Realiza una infusión de té verde como si fueras a beberlo, pero en lugar de ello, deja enfriar y embebe un algodón con el líquido. Aplica en el rostro con movimientos circulares y deja que se seque solo.
  • Según la sabiduría popular, consumir un poco de vinagre de manzana en las comidas también puede ser un buen remedio casero para la rosácea. Esto se debe a que estimula la liberación de enzimas digestivas que normalizan el equilibrio de bacterias en el intestino.
  • Frota (con delicadeza) copos de avena en la piel. Esto sirve para limpiar, humectar, aliviar la irritación, calmar la picazón y actuar como un antiinflamatorio.
  • Aplícate unas gotas aceite de árbol de té (previamente diluido), cuyas propiedades son tanto antisépticas como antiinflamatorias.

Recomendaciones para la rosácea

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Una baja adherencia terapéutica conduce a un fracaso del tratamiento y una peor salud.

Las recomendaciones para la rosácea tienen que ver con el estilo de vida, de allí que sea importante mantener buenos hábitos y apegarse al tratamiento que paute el profesional. Dentro de las pautas más populares podemos encontrar:

  • Comer de manera saludable. Las deficiencias de nutrientes pueden empeorar el cuadro. Elimina los alimentos que contengan grasas trans, azúcar, sirope de maíz alto en fructosa, lácteos, gluten y frutos secos. En lugar de ello, come cereales integrales, vegetales como remolacha, calabacines, col rizada, brócoli, cebolla y espinaca, frutas como manzana, ciruela, pomelo, granada y cereza, además de pescados ricos en ácidos grasos omega E (salmón, sardina y mero).
  • Investigar si eres alérgico a un alimento en particular. Lleva un diario o agenda donde anotes todo lo que consumes y compara con el aspecto de tu piel. Cuando los detectes, deja de consumirlos.
  • Utilizar un jabón suave y natural, enjuaga con agua tibia o templada, nunca caliente o fría. Seca el rostro con una toalla de algodón, con golpecitos suaves.
  • Evitar los productos abrasivos, como lociones after shave, jabones ásperos, astringentes, esponjas exfoliantes, etc. No uses cremas antiarrugas porque sus fórmulas enrojecen más la piel.
  • Evitar usar ropa de lana porque mantienen el cuerpo caliente, causando enrojecimiento y erupciones. Asimismo, ten cuidado con los tejidos sintéticos.
  • Evita los saunas o piscinas climatizadas.

En caso de tener cualquier duda, lo ideal es que consultes con el dermatólogo, ya que el profesional es quien mejor podrá aconsejarte sobre cómo proceder de una manera segura. Asimismo evitarás exponer tu piel a reacciones indeseadas.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.