Tratamientos naturales para prevenir los calambres nocturnos
Se habla de calambres nocturnos porque suelen aparecen de noche, interrumpiendo tu sueño y afectando sobre todo a las piernas y, en ocasiones, las manos.
¿Cómo se presentan los calambres nocturnos?
Pueden aparecer en la pantorrilla, en los pies, en los músculos anteriores y posteriores del muslo, manos, cuello y en el abdomen. La persona sufre un dolor agudo debido a que el músculo se contrae involuntariamente produciendo un espasmo.
Si el espasmo dura mucho tiempo y la contracción es muy intensa, se conoce como calambre.
¿Cuáles son las causas de los calambres?
Hasta el momento no hay una causa en concreto que provoque los calambres nocturnos. No obstante, diferentes estudios han hallado una relación entre ciertos factores y hábitos que pueden aumentar la posibilidad de sufrir de este doloroso problema:
- Deshidratación por el consumo insuficiente de líquidos.
- Exceso de ejercicio físico.
- Desequilibrio de los niveles de electrolitos.
- Estar mucho tiempo de pie.
- Sentarse incorrectamente o durante mucho tiempo.
- Bajos niveles de calcio, sodio, o potasio.
- Mala alimentación.
- Anemia.
- Diabetes.
- Consumo de alcohol.
- Mala posición al dormir.
¿Quién puede padecer los calambres nocturnos?
Debido a los múltiples factores que influyen en la aparición de este problema, cualquier persona está expuesta a sufrir calambres nocturnos. Sin embargo, se considera que en las personas de mediana y tercera edad la prevalencia es mayor.
¿Cómo prevenir los calambres nocturnos?
Es posible prevenir los calambres nocturnos teniendo en cuenta ciertos hábitos antes de realizar muchas de las actividades diarias:
- Haz una buena sesión de estiramientos antes y después de una actividad física, sobre todo si llevas un estilo de vida sedentario.
- Procura hidratarte bebiendo, al menos, 2 litros de agua al día.
- Realiza ejercicios de estiramiento durante el día si pasas mucho tiempo en la misma postura.
- Utiliza zapatos cómodos.
- Evita los malos hábitos, como el consumo de alcohol.
- Mantén una dieta saludable.
- Empieza a practicar deportes como, por ejemplo, la natación.
- Consume alimentos ricos en calcio, potasio, magnesio y vitaminas E y A.
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Tratamientos para prevenir los calambres nocturnos
Además de tener en cuenta las recomendaciones anteriores, también hay ciertos tratamientos que te pueden ayudar a prevenir este problema.
Ginkgo biloba
El ginkgo biloba contiene flavonoides y vitaminas A, B y C, entre otros elementos. Gracias a sus propiedades, contribuye a mejorar las afecciones circulatorias; por tanto, está indicado para las dolencias de las extremidades inferiores, como piernas cansadas o hinchazón.
Para tratar y prevenir los calambres nocturnos, puedes preparar una infusión disolviendo tres cucharadas de ginkgo biloba en una taza de agua caliente.
Aceites esenciales
También puedes realizar masajes en la zona más afectada utilizando aceites esenciales, como los de eucalipto, pino, romero o tomillo. Estos darán una sensación de calor en el músculo y favorecerán la relajación.
Miel y vinagre de manaza
Para evitar los calambres crónicos y lograr una adecuada distribución del calcio en el cuerpo, puedes mezclar una cucharada de miel y otra de vinagre de manzana en una taza de agua caliente.
Baño de agua de mostaza
Una buena idea para relajar los músculos de las piernas y prevenir los calambres nocturnos es un tomar baño de agua de mostaza antes de ir a descansar.
Para ello tendrás que mezclar una cucharadita de semillas de mostaza en un litro de agua. Ponlo a hervir y, a continuación, añádelo a la bañera.
Árnica
Este tratamiento es ideal para tratar los espasmos que producen los calambres, ya que la planta de árnica alivia el dolor y activa la circulación.
Primero, tendrás que preparar una infusión de árnica y, posteriormente, aplicar compresas en la zona afectada durante 5 minutos.
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Estos consejos pueden ayudarte a combatir los calambres nocturnos. No obstante, si no notas mejoría o la frecuencia va en aumento, debes acudir a tu médico.
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