¿Qué hacer para tratar el pus de la garganta?
Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza
El pus en la garganta se ve como puntos o como una fina capa blanca, amarilla o verdosa. Se trata de una sustancia compuesta por células del cuerpo y algo de líquido. Aparece después de una inflamación en las amígdalas o en la faringe, ya sea por infecciones por virus o bacterias. En algunas ocasiones, no hay infección, sino que se genera por la acumulación de restos de comida.
A menudo, el pus se acompaña de otros síntomas, como dolor de garganta, dificultad para tragar y fiebre. El tratamiento se basa en antibióticos si la causa es una bacteria. A la par, se podrán tomar antiinflamatorios y remedios caseros para aliviar el dolor y el malestar en la zona.
¿Por qué aparece pus en la garganta?
Lo habitual es que la presencia de pus en esta zona sea resultado de infecciones virales o bacterianas. Son las segundas, las que más se asocian a la aparición de puntos blancos en las amígdalas. Ahora bien, no hay manera de determinar si el pus proviene de una infección bacteriana o viral, solo con observarla. Para la confirmación se debe realizar un estudio de sangre o de una muestra que se toma de la misma garganta.
Más allá de las causas, las infecciones en la garganta son más comunes en niños preescolares (de los 2 hasta los 6 años) y en personas de la tercera edad. También son frecuentes entre aquellos que tienen enfermedades que comprometen a las defensas, como es el caso de los pacientes con cáncer.
Las siguientes son las causas más frecuente de pus en la garganta. Te las explicamos.
1. Mononucleosis infecciosa
La infección viral que más suele causar pus en la garganta es la mononucleosis infecciosa. El responsable es el virus de Epstein-Barr.
Se pueden ver pequeñas placas blancas en las amígdalas que no huelen mal. Además, hay otros síntomas, como los siguientes:
- Fiebre.
- Fatiga extrema.
- Dolor de cabeza.
- Malestar general.
- Dolor de garganta.
- Ganglios linfáticos agrandados.
2. Infecciones respiratorias de origen viral
En ocasiones, las infecciones respiratorias por virus, como es el caso del resfriado común, ocasionan líquido en la garganta. Otros virus que también pueden generar el síntoma son los adenovirus, el de la gripe y el sincitial respiratorio.
En estos casos, puede haber los siguientes síntomas:
- Tos.
- Fiebre.
- Malestar general.
- Líquido en la nariz.
- Dificultad para respirar.
- Enrojecimiento de los ojos.
Los virus suelen ser limitados. La presencia de pus por infecciones virales suele durar entre 5 y 10 días.
3. Amigdalitis bacteriana
La amigdalitis o inflamación de las amígdalas es una enfermedad frecuente. Es causada por bacterias, entre las que destacan el estreptococo beta-hemolítico del grupo A, Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae.
El dolor de la amigdalitis se siente en la garganta y en el cuello. Y en la mayoría de los casos es necesario consumir antibióticos para finalizar con los síntomas.
4. Faringitis estreptocócica
La infección por bacteria que provoca el síntoma clásico de pus en la garganta es la que sucede por Estreptococcus pyogenes. Se conoce con el nombre de faringitis estreptocócica. Y en caso de estar comprometidas las amígdalas, se denomina faringoamigdalitis.
La zona de la garganta se observa roja y aumentada de tamaño, con una placa blanca o amarilla que tiene mal olor. Además, aparecen los siguientes síntomas:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Molestias que aumentan al tragar.
- Dolor abdominal, náuseas y vómitos.
- Sarpullido en la piel, sobre todo, en los niños.
El pus en la garganta por estreptococo puede durar alrededor de 7 días. Para una recuperación más rápida y para evitar complicaciones, el médico indica antibióticos.
5. Absceso
Cuando no hay un tratamiento adecuado de una infección en la garganta, se puede acumular el pus al lado y detrás de las amígdalas. Eso genera un absceso. Es una complicación frecuente de la amigdalitis aguda y de la mononucleosis infecciosa.
También se puede acumular pus en la pared posterior de la garganta. Es una complicación que afecta a niños menores de 5 años y, en menos ocasiones, se detecta en adultos. En ambos casos, la terapia con antibióticos debe ser con medicamentos más potentes. Además, suele hacer falta un drenaje, es decir, quitar el pus con una aguja, bajo supervisión médica. El profesional también puede recomendar la extracción de las amígdalas.
6. Restos de alimentos
Cuando no hay una infección, el pus podría originarse en la acumulación de restos de alimentos y secreciones de la boca sobre las amígdalas. Se ven como pequeños círculos amarillos o blancos, que se denominan cáseum o tonsilolitos. Es común que, si permanecen mucho tiempo en la garganta, tomen mal olor y afecten el aliento. Por fortuna, pueden eliminarse con una adecuada higiene y gárgaras de agua tibia con sal.
Tratamiento para el pus en la garganta
El tratamiento depende de la causa y el diagnóstico lo tiene que hacer un médico. Las opciones disponibles son medicamentos para mejorar los síntomas, antibióticos para eliminar bacterias y remedios caseros que ayudan al alivio. Veamos en detalle cada uno.
Medicamentos para mejorar los síntomas
Si se trata de una infección por virus, no harán falta antibióticos. Pero es posible atravesar mejor la enfermedad con la ayuda de fármacos que alivian el dolor y la fiebre.
Los antiinflamatorios no esteroideos son los más recetados para esto. Las opciones son las siguientes:
- Ibuprofeno.
- Diclofenaco.
- Nimesulide.
- Naproxeno.
Además, para el dolor de garganta se pueden indicar aerosoles o enjuagues bucales que contengan diclonina, fenol, benzocaína o clorhexidina. Los corticoides también cumplen una función similar, pero se usan menos, por sus posibles efectos adversos.
Antibióticos
El pus en la garganta puede ser signo de infección por bacterias. En ese caso, los antibióticos son necesarios. Algunos ejemplos disponibles son los siguientes:
- Penicilina: es eficaz contra el estreptococo. Se suele administrar como una inyección única.
- Amoxicilina: es una alternativa a la penicilina que se usa en pastillas por 7 días.
- Azitromicina: es la elección en personas que son alérgicas a la penicilina. Solo se debe tomar cada 24 horas, por no más de 5 días.
Remedios caseros para el pus en la garganta
Existen algunos tratamientos naturales que pueden ayudar, sobre todo, a aliviar los síntomas. No son curativos, pero sí funcionan como un complemento para atravesar mejor la enfermedad. Siempre deberían estar autorizados por un médico.
Los más recomendados son los siguientes:
- Manzanilla: es antiinflamatoria y la puedes tomar como té.
- Ajo: puedes masticar dientes de ajo crudo o agregarlo a tus comidas.
- Humidificadores: mantener el aire húmedo puede ayudar a calmar la garganta irritada.
- Jengibre: otro remedio casero para el pus en la garganta que no debes dejar de probar es la infusión de jengibre.
- Agua con sal: las gárgaras de agua tibia con sal alivian el dolor y la irritación, y arrastran microorganismos adheridos a las amígdalas. Realízalas dos veces al día.
- Miel: tiene capacidad para combatir algunas bacterias. Puedes tomar una cucharada sola de miel o preparar una infusión de miel y limón para tomar 2 veces al día.
- Cúrcuma: también es antiinflamatoria. Puedes preparar una pasta con cúrcuma y agua o leche y aplicarla en la garganta. De igual forma puedes agregarla a tus comidas.
Una condición que debe tratarse
Lo mejor es acudir al especialista en caso de observar placas blancas y sentir dolor en la garganta que no calma. En especial, si hay otros síntomas, como fiebre y ganglios linfáticos agrandados. Además, es importante no intentar retirar el pus de la garganta con el dedo, un hisopo o el cepillo dental. Esto empeora tanto la inflamación como el dolor. Incluso, a veces favorece la aparición de complicaciones.
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