Trucos de lencería que a las mujeres les podrían ser útiles

Te harán sentir más cómoda. ¡Descúbrelos!

La lencería es muy importante. Protege las zonas íntimas, les da una buena horma a las prendas que se usan por encima y permite que las mujeres se sientan a gusto consigo mismas.

Debido a esto, es fundamental que ellas conozcan algunos trucos que les ayuden a solucionar inconvenientes que puedan surgirles con su ropa interior. En este artículo te detallamos cada uno de ellos.

1. Para que la lencería no se marque de una manera incómoda ni sea víctima de fugas

Es una realidad que, en la mayoría de las ocasiones, la ropa ajustada ocasiona que la entrepierna se marque de una manera no deseada. Sin embargo, es posible solucionar ese problema con protectores diarios.

Al pegar uno adentro de la ropa interior de manera vertical y colocarle otro encima en trayectoria horizontal, se consigue que no se genere ningún tipo de arrugas. De esa manera, los pantalones estrechos pueden lucir completamente lisos.

Además, estas toallas diarias también son ideales para evitar manchas inesperadas durante la menstruación. Al pegar 2 de ellas en forma de T invertida, no se le da espacio ni a la más mínima fuga.

2. Si se desea ajustar el brasier con mayor facilidad

A veces, las mujeres solo se dan cuenta de que el brasier está muy ajustado cuando terminan de ponérselo. De ese modo, tienen que solicitarle a alguien que les ayude a corregir ese inconveniente porque los ajustadores de longitud quedan en la parte de atrás.

No obstante, una buena alternativa es ubicar ese elemento adelante. Así, ellas mismas pueden graduar las correas cada vez que lo necesiten durante el día.

3. En aquellos casos en los que el aro del brasier se salió

Otro de los problemas asociados a la lencería es que las mujeres pueden ponerse el brasier en buen estado y notar que, horas más tarde, una de las partes del aro se ha desencajado.

Por fortuna, hay una solución rápida y eficaz. Los protectores diarios vuelven a actuar como salvadores en estos casos. Se pueden utilizar para recubrir la parte afectada. De esa manera, se evita que el aro maltrate la piel y altere la horma.

4. Por si no quieres usar lencería superior

Hay días en los que algunas mujeres no quieren usar brasier. Sin embargo, lo dudan porque saben que su zona anatómica se marcará.

En esas situaciones es posible acudir a un sencillo truco manual. Se puede acomodar un algodón circular en esa área corporal y sostenerlo con 2 adhesivos en forma de cruz.

5. Si anhelas disfrutar de un brasier con espalda en X y no tienes uno

En la actualidad, los brasieres con espalda en X son muy apetecidos. Generan comodidad y permiten lucir un estilo novedoso cuando se utiliza una blusa que deja la espalda al descubierto.

Si no se tiene uno, no hay necesidad de salir a comprarlo con urgencia. Las tiras de un brasier convencional se pueden juntar con un clip y obtener los mismos beneficios.

6. ¿Las copas de la lencería superior se han deformado?

Es bastante normal que después de un tiempo de uso y lavadas, las copas del brasier se comiencen a arrugar. Sin embargo, ese inconveniente se puede corregir con un secador de pelo, porque el aire caliente permite volverlas a enderezar.

Además, lo mejor de todo es que el efecto es inmediato. Solo basta con pasarles el secador durante 3 minutos.

Eso sí, es importante ajustar la temperatura según el tipo de material, para evitar daños adicionales. los niveles más altos solo se pueden emplear con aquellos brasieres que tengan una tela gruesa.

7. Atención con los accesorios especiales que ya existen

En la mayoría de las tiendas encargadas de vender lencería ya se encuentran una serie de elementos que hacen más llevaderas las experiencias con los sujetadores. Hay almohadillas que se encargan de absorber el sudor, por ejemplo.

Así mismo, forros que evitan que las correas maltraten los hombros y clips que previenen que estas mismas se caigan. Por lo tanto, resultan bastante útiles y no está de más adquirirlos.