¿El yoga ayuda contra la osteoartritis?
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El yoga es una práctica milenaria que viene de la India. Se la considera un estilo de vida más que un deporte o actividad física. Son múltiples y diversos los beneficios comprobados del yoga: desde mantener una postura correcta hasta ayudarnos a lidiar con el estrés cotidiano y con diversas enfermedades.
A continuación, conoceremos de qué manera el yoga ayuda contra la osteoartritis. En tal sentido, veremos cuáles son los síntomas de esta enfermedad que el yoga podría contribuir a aliviar, así como algunas rutinas sencillas que podemos realizar en casa.
¿Qué es la osteoartritis?
La osteoartritis es una enfermedad crónica padecida con más frecuencia por los mayores de 60 años, pero puede presentarse en personas de cualquier edad, principalmente adultos.
Esta enfermedad afecta el aparato locomotor y compromete de manera particular la salud de las articulaciones. Los síntomas más comunes de la osteoartritis son:
- Dolor al realizar movimientos.
- Sensibilidad en la zona.
- Tumefacción y rigidez.
- Pérdida de flexibilidad.
- Sinovitis.
- Deformidad.
- Inflamación.
- Osteofitos.
Hay diversos factores de riesgo asociados a la osteoartritis, tales como la edad, el sexo (las mujeres son más propensas), la obesidad, las lesiones, la tensión o el sobreesfuerzo (en actividades deportivas y laborales), así como los factores genéticos y algunas enfermedades metabólicas, por ejemplo, la hemocromatosis.
La osteoartritis es una enfermedad que se desarrolla lenta y progresivamente, y afecta la calidad de vida de quienes la padecen. A día de hoy, no tiene cura.
El tratamiento apunta a los síntomas, principalmente, y puede dividirse en: intervención quirúrgica (cirugía de reemplazo articular), medicamentos (analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, inyecciones de cortisona), fisioterapia y rehabilitación.
También, hay algunos hábitos que contribuyen con el tratamiento de la osteoartritis y que pueden ayudar con el manejo de sus síntomas, así como a prevenir eventualmente su progresión.
Para saber más, puedes leer: ¿Cómo podemos mejorar los síntomas de la osteoartritis?
¿El yoga puede ayudar a mejorar los síntomas de la osteoartritis?
La práctica del yoga se encuentra entre las actividades que podrían ayudar a mejorar los síntomas de osteoartritis. Al respecto, los beneficios del yoga están relacionados con diversos factores, tales como:
- Fuerza y agarre.
- Flexibilidad.
- Equilibrio.
- Manejo del estrés.
- Sensación de bienestar.
- Calidad de vida.
Por ello, se recomienda el yoga como terapia complementaria de los tratamientos convencionales para la osteoartritis. Pero ¿tiene esto un sustento científico? Veamos qué dicen las investigaciones al respecto.
Investigaciones sobre el yoga en el tratamiento de la osteoartritis
En una revisión realizada en 2019 con respecto a la eficacia del yoga para el tratamiento de la osteoartritis, se analizaron estudios sobre el tema. Estos abarcaron a 640 pacientes de 50 a 80 años de edad, predominantemente mujeres, con osteoartritis en extremidades inferiores.
Los resultados revelaron escasa evidencia sobre los efectos positivos del yoga para el tratamiento del dolor en la osteoartritis en comparación con otros ejercicios. Tampoco se encontraron pruebas contundentes de sus efectos sobre calidad de vida. No obstante, los investigadores consideran recomendable el uso del yoga en la osteoartritis de rodilla.
Sobre este particular, en otra revisión se realizó un metaanálisis del efecto integrador de la práctica del yoga en pacientes con osteoartritis de rodilla. La revisión se enfocó en aspectos como la reducción del dolor, la recuperación funcional y el bienestar general de los pacientes aquejados de esta dolencia en la referida articulación.
En total se revisaron 13 ensayos clínicos, en los que participaron 1 557 pacientes con osteoartritis de rodilla y artritis reumatoide. Los resultados indican que el entrenamiento en grupo de yoga es útil para reducir los síntomas artríticos, promover la función física y elevar el bienestar general.
En cuanto a ensayos clínicos específicamente, en un estudio realizado con 66 pacientes de edades entre 30 y 75 años, también diagnosticados con osteoartritis de rodilla, se investigó el efecto de la terapia de yoga de enfoque integrado (IAYT).
Los resultados obtenidos en el grupo experimental, que recibió la intervención de IAYT, demuestran que hubo mejoras significativas en LHGS (prueba de fuerza de agarre manual, mano izquierda) y extensión en rodillas, en comparación con el grupo control.
Por último, en un estudio sobre efectos del Hatha Yoga en la osteoartritis de rodilla se encontró que, tras ocho semanas haciendo los ejercicios de esta modalidad, los resultados mostraron que el dolor y otros síntomas disminuyeron, además de haber mejorado la realización de las actividades diarias y la calidad de vida.
Sigue leyendo sobre el tema en: Beneficios del yoga para el cuerpo, la mente y el espíritu.
Yoga para los pacientes con osteoartritis
Existen diversas modalidades de yoga. Sin embargo, la Arthritis Foundation tiene algunas recomendaciones, ya que algunos tipos de yoga se consideran más apropiados para pacientes con artritis. Entre estos se encuentran: iyengar, anusara, kripalu y viniyoga.
También, de manera particular, hay ciertas rutinas, ejercicios y posiciones de yoga que podemos realizar para aliviar los síntomas de la osteoartritis. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
Postura de la montaña
La postura de la montaña es un ejercicio muy sencillo. Se comienza con los dedos gordos del pie juntos y los talones ligeramente separados. Mientras se respira profundamente, abriendo el pecho, las manos se ubican, palma con palma, a la altura del corazón. Luego, se levantan estas por encima de la cabeza y se apunta con la cabeza hacia el cielo.
Guerrero
El guerrero es un ejercicio de yoga en el que se trabajan los músculos abdominales, las piernas y los glúteos. El mismo se realiza de la siguiente manera: parado, firme, se separan los pies de manera que haya aproximadamente un metro veinte (1,20) entre el talón del que está delante y el dedo gordo del que está atrás.
Luego, se gira la pierna (hacia el lado derecho si es la derecha, y viceversa) y se dobla la rodilla, formando un ángulo de 90°. A continuación se levantan las manos hacia arriba, con las palmas juntas, tanto como se pueda. Se hace una respiración profunda y un cambio de pierna.
Postura del zapatero
Este ejercicio se hace sentado en el suelo con las piernas estiradas hacia el frente. Luego, se doblan las rodillas, juntando las plantas de los pies y tratando de acercar los talones hacia la pelvis.
Se dejan caer las rodillas a los lados, sin forzarlas hacia abajo; es decir, sin tratar de abrir más. Se mantiene esta posición por un minuto; luego, se estiran las piernas y los pies vuelven a la posición original.
Postura del bastón
Comienza en una posición similar al anterior: sentado en el piso, con las piernas juntas y estiradas, las rodillas sin flexionar. Si lo requieres y te resulta más cómodo, puedes colocar una colchoneta para sentarte.
La espalda debe permanecer firme y erguida. Las manos hacia los lados, con las palmas hacia el frente. Del mismo modo, los pies deben estar derechos, con la planta también hacia el frente. Se permanece en esta posición por un minuto.
Entonces ¿yoga contra la osteoartritis: sí o no?
Si se sufre de osteoartritis, el yoga es una terapia complementaria que se puede considerar como alternativa. Pero el yoga no puede sustituir el tratamiento que recomendado el médico.
Lo más apropiado es que se busque un instructor profesional que tenga experiencia en el trabajo con personas con síntomas similares. Asimismo, debemoss preguntarle al médico qué ejercicios se pueden realizar.
Por otra parte, recordemos que las clases de yoga incluyen tres partes o momentos que debemos tener en cuenta para obtener el mayor beneficio:
- Conciencia y técnicas de respiración.
- Movimientos de fuerza, flexibilidad y equilibrio.
- Relajación y meditación.
Asimismo, como sucede en cualquier otro ejercicio, la práctica de yoga debe comenzar lentamente y mantenerse suave hasta sentir que el cuerpo entra en calor. Por ello, es importante asegurarse de calentar primero.
Por último, es imprescindible escuchar al cuerpo y prestar atención a las señales. Si se siente dolor o molestia, significa que se debe parar. La idea es reducir el dolor y mejorar la calidad vida, no al contrario.
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