Yogures de origen vegetal: lo que necesitas saber
En los últimos años se ha incrementado mucho la oferta de yogures de origen vegetal como alternativa a los lácteos tradicionales. Aunque pueden suponer una buena opción, su valor nutricional no tiene nada que ver con las versiones clásicas a las que todos estamos habituados. Te vamos a mostrar las diferencias principales y los beneficios de esta clase de comestibles.
Antes de comenzar, hemos de destacar que la presencia de los lácteos en la dieta está recomendada para mantener un buen estado de salud. Sobre todo, los lácteos fermentados. Estos cuentan en su interior con bacterias vivas positivas para el tubo digestivo.
¿Qué son los yogures de origen vegetal?
Se conocen como yogures de origen vegetal a una serie de productos que imitan al yogur tradicional en cuanto a textura y sabor, pero que no están elaborados a partir de leche procedente de un animal. Por lo tanto, son aptos para veganos.
En general, se elaboran a partir de bebida de soja, almendra o coco, aunque no presentan un proceso de fermentación. Añaden diferentes tipos de aditivos para mejorar la textura.
Es clave comentar que esta clase de yogures no concentran en su interior lactosa o galactosa, por lo que su digestibilidad es buena y suponen una opción a tener en cuenta para los intolerantes. Tampoco tienen grasas, ni mucho menos de tipo trans.
Su aporte a nivel energético es moderado. Se podrán incluir en el contexto de una pauta hipocalórica con el objetivo de bajar de peso.
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Beneficios de los yogures vegetales
Entre los principales beneficios de los yogures vegetales podemos destacar su escaso aporte energético y su capacidad para generar saciedad. De este modo, pueden introducirse en cualquier dieta, logrando así reducir la ansiedad y mejorando la adherencia a la misma. A mediano plazo, esto marca la diferencia, ya que evitará abandonos y un efecto rebote.
Por otra parte, son capaces de aportar minerales de calidad, como el calcio. El nivel será inferior al de los yogures de origen animal, pero pueden contribuir. Eso sí, para ello hay que asegurar que no existe un déficit de vitamina D en el organismo.
Algunas bases particulares que se usan para los yogures vegetales han demostrado ciertos beneficios específicos. Es el caso de la bebida de soja, que podría contribuir a controlar los triglicéridos de la sangre.
Por otro lado, los betaglucanos de la avena, que a veces es base para yogures vegetales, tendrían injerencia para reducir el colesterol malo o LDL. Estas mismas sustancias se siguen investigando para determinar si coadyuvan en la prevención de la resistencia a la insulina.
Desventajas de los yogures vegetales
A pesar de los beneficios comentados, es cierto que los yogures vegetales cuentan con varias desventajas si los comparamos con los de origen animal. No contienen probióticos, por ejemplo.
Este tipo de bacterias vivas han demostrado ser muy positivas para la función intestinal y para la salud en general. Mejoran los procesos digestivos y de absorción de nutrientes.
Sí es cierto que varias marcas comerciales de yogures veganos fortalecen la bebida con cultivos de bacterias. Estos añadidos podrían solventar el déficit natural en este campo. Las investigaciones tecnológicas al respecto son prometedoras.
La presencia de proteínas en su interior también es reducida. Además, no son de alto valor biológico, ya que no cuentan con todos los aminoácidos esenciales ni con una buena puntuación en cuanto a digestibilidad. Ayudarán a cubrir los requerimientos diarios, pero no son una buena fuente principal.
Por último, tampoco son comparables en cuanto a presencia de micronutrientes. Pueden ayudar a cubrir necesidades, pero los de origen animal aportan muchas más vitaminas y minerales.
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Los yogures vegetales son una alternativa con menor densidad nutricional
Los yogures vegetales suponen una alternativa a los de origen animal, con menos densidad de nutrientes. Pero puede tener sentido incluirlos en la dieta cuando se pretende mejorar la saciedad.
También cuando no se toleran los originales por problemas con la lactosa o una alergia a las proteínas de la leche de vaca. Hasta existe la opción de emplearlos como ingredientes en diferentes preparaciones culinarias.
Cubrir los requerimientos de proteínas y de calcio se considera determinante con el objetivo de reducir el riesgo de osteoporosis. Aunque la recomendación de rigor sean los lácteos tradicionales, el complemento con bebidas vegetales podría aportar algo de los requerimientos diarios. De todos modos, su uso en exclusivo no bastará.
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