Zero Waste: consejos para unirse al movimiento desde casa
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Por fortuna, en la actualidad son muchas las personas que han tomado consciencia sobre el impacto que generan las basuras en el ambiente. Así, han adoptado medidas para intentar reducirlo. En este contexto se ha desarrollado el movimiento ‘Zero Waste’ o «basura cero», cada vez con más fuerza y más adeptos.
Consiste en adquirir —y conservar en el tiempo— nuevos hábitos basados en la reducción, la reutilización y el reciclaje de los desechos que generamos. Asimismo, se incluyen acciones como hacer compost para los residuos orgánicos y rechazar el uso de objetos hechos, por ejemplo, de plástico. ¿Cómo empezar a implementarlo?
Consejos para unirse al movimiento Zero Waste
El movimiento Zero Waste se ha convertido en uno de los estilos de vida sostenibles más atractivos. En este se agrupan una serie de hábitos que buscan mitigar al máximo la generación de residuos. ¿Lo mejor? Son acciones fáciles de poner en práctica. Veamos en detalle los más importantes.
1. Estilo de vida austero
La austeridad y vivir con lo imprescindible parece ser una de las premisas de esta filosofía de vida. Mientras menos tengamos y consumamos, menos residuos generaremos. No es una tarea difícil de conseguir, ya que solo debemos hacernos una pregunta antes de comprar algo nuevo… ¿realmente lo necesito?
En realidad, por más que nos esmeremos en reciclar y reusar la mayoría de las cosas que tenemos en casa, si no disminuimos el consumo, no alcanzará. Para ello, es conveniente reducir los espacios de guardado como los cajones, los muebles y los estantes, porque si no hay dónde guardar productos, entonces para qué comprarlos.
2. Desperdicio de comida
Tirar la comida es lo último que deberíamos hacer, ya que además de generar desperdicios, gastamos dinero y recursos. Eso sin contar el desinterés por las personas que pasan hambre en todo el mundo. Si lo pensamos, con todos los alimentos que tiramos podríamos armar un menú completo para toda la familia.
La idea es organizar el menú semanal de antemano, comprar lo necesario para la elaboración de cada plato y dejar un almuerzo o cena libre para comer lo que ha ido quedando. De esta manera, reduciremos la basura que generan los restos de comida.
En este sentido, según un informe confeccionado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el 2019 se desperdiciaron 931 toneladas de alimentos que fueron a parar a la basura, es decir, el 17 % de los alimentos del mundo.
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3. Compras a granel
En relación con el punto anterior, las compras a granel constituyen uno de los primeros pasos para organizar la compra de alimentos de manera sostenible. Esto ayuda a excluir empaquetados y envases plásticos, ya que promueve la venta al peso no solo de frutas y verduras, sino también de legumbres y demás alimentos.
Además, este sistema invita a los consumidores a llevar sus propios envases; bolsas de tela, de papel, botellas de vidrio, etcétera. Por más que al comienzo pueda parecer tedioso, es solo cuestión de adoptar el hábito y de tener siempre a mano nuestras propias bolsas reutilizables.
4. Menos plástico
La clave para generar menos contaminación en el medioambiente es reducir definitivamente el consumo de objetos de plástico, ya que es un material que tarda cientos de años en descomponerse y que causa altos niveles de contaminación.
Lo primero que haremos es detectar los tres productos de plástico que más consumimos para evitarlos. Por ejemplo, las bolsas, las botellas y los vasos descartables. Para los primeros, ya hemos hablado en el punto anterior sobre el uso de bolsas reutilizables.
En cuanto a las botellas, una buena opción es optar por aquellas de materiales reutilizables para envasar el agua y las bebidas. De igual manera, es idóneo mantener un vaso reutilizable para servir el café u otras bebidas que suelen servirse en desechables. Si no es necesario, hay que descartar también el uso de sorbetes.
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5. Reciclado
Reciclar todo lo que se pueda es casi una ley entre quienes participan de la movida Zero Waste. Si bien en muchas partes del mundo se practica la recolección diferenciada de residuos desde hace mucho tiempo, es fundamental la participación activa y responsable de todos los ciudadanos.
6. Reemplazo de envases
Además de ser amigable con el medioambiente, esta propuesta nos hará ahorrar dinero. La idea es reemplazar los envases de plástico por recipientes y frascos de vidrio.
Por ejemplo, los frascos de mermelada se pueden reutilizar para guardar conservas, legumbres y cereales. Incluso, se pueden transformar en vasos y floreros.
7. Donaciones
Ahora mismo, existen centros de canje y de venta de objetos de segunda mano que se ponen a disposición de quienes más lo necesitan. Es lo que se conoce como «economía circular» y consiste en dar otra oportunidad a los objetos que otras personas ya no utilizan. La ropa second hand y las tiendas de trueque son los ejemplos más claros de esta modalidad que poco a poco se va imponiendo.
Zero Waste: es posible con buena voluntad y convicción
Los grandes cambios comienzan con las pequeñas modificaciones que podemos hacer a nivel individual en nuestra rutina. En el año 2008, Bea Johnson y su familia implementaron un estilo de vida basado en este concepto de «basura cero». Hoy, a casi 15 años desde su comienzo, ya se han sumado millones de personas en todo el mundo.
Lo importante es hacernos responsables del lugar en el que vivimos, cuidarlo y respetarlo mediante acciones simples, pero de gran impacto. Apostar a la movida Zero Waste es una buena manera de comenzar.
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