Jesse Owens, el 'héroe' de Berlín

Quizás la carrera de Jesse Owens fue demasiado corta, pero en ese tiempo pudo ganar nada menos que 4 medallas doradas y marcar varios récords mundiales.
Jesse Owens, el 'héroe' de Berlín
Yamila Papa Pintor

Revisado y aprobado por la periodista deportiva Yamila Papa Pintor.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 26 mayo, 2023

Se lo conoce por ser el atleta negro que ganó cuatro medallas doradas en los Juegos Olímpicos de 1936, organizados por la Alemania nazi. Desde entonces, Jesse Owens ha sido considerado un ‘héroe’ a nivel deportivo, más precisamente en el atletismo. Te contamos su historia en este artículo.

Los inicios de Jesse Owens

Nacido en Alabama, Estados Unidos, en 1913, James Owens fue el más pequeño de 10 hermanos. Cuando tenía 9 años de edad, toda su familia se mudó a la ciudad de Cleveland, dentro de lo que se conoció como ‘la gran migración negra’, en la cual millones de descendientes de africanos debieron huir de la segregación en el sur de ese país.

Jesse —como empezaron a llamarle en la escuela— llamó la atención de sus profesores debido a sus capacidades para la carrera y el salto. El profesor Charles Riley se convirtió en un segundo padre para él y le enseñó todo lo que sabía.

Pero para un muchacho negro en la década del 30 las cosas no eran sencillas. Por ejemplo, nunca recibió una beca en alguna universidad, siquiera por su buen desempeño deportivo. Sin embargo, pudo asistir a la Universidad Estatal de Ohio luego de que su padre consiguiese empleo en esta institución.

Allí fue donde recibió el mote de ‘la bala’ debido a su velocidad. Si bien sus compañeros y profesores lo ayudaban, la vida de Jesse no era simple. Debía alojarse fuera del campus universitario —con los demás afroamericanos—, no tenía permitido el ingreso a restaurantes ‘para blancos’, entre otros problemas de ese tipo.

Para poder pagarse sus estudios, en los ratos libres trabajaba de lo que conseguía: repartidor de mercancías, aprendiz en un taller de zapatos, estibador de vagones, etc.

Nada de eso hizo flaquear a este joven, quien en mayo de 1935 empezó a hacerse notar. En un lapso de 45 minutos marcó tres récords mundiales y saltó 8.13 metros. ¡Una marca que tardó 25 años en superarse!

Jesse Owens luego de una competencia de atletismo.
Imagen: https://www.revistagq.com

Jesse Owens y los Juegos Olímpicos de Berlín

Sin dudas, todos recuerdan o conocen a aquel afroamericano que pudo colgarse no una, sino cuatro medallas dorada en la Alemania de Hitler. Los Juegos Olímpicos de 1936 se habían organizado en torno a la filosofía nazi, en la cual los blancos arios eran superiores.

A pesar de ello, Owens demostró que esto no era verdad. Representando a Estados Unidos, ganó su primera dorada en la carrera de los 100 metros. Al otro día, se llevó la segunda presea de oro en salto de longitud, aunque no pudo superar su propia marca de 8.13 metros.

En la siguiente jornada, volvió a subirse a lo más alto del podio en la prueba de los 200 metros y cuatro días después ganó la cuarta medalla en la carrera de relevos 4 X 100 metros. Recién en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 un atleta se llevaría la misma cantidad de preseas, el velocista Carl Lewis.

Por supuesto que muchas versiones giraron en torno a por qué Hitler no saludó a Jesse Owens en ninguna de las ocasiones en que ganó una competencia. Algunos indican que el Fuhrer solo quería felicitar a los atletas alemanes, pero la mayoría afirma que nunca saludaría a un ‘negro’ inferior.

Más tarde, Owens afirmó que tuvo un leve contacto con el alemán, pero fuera de las cámaras. Hitler lo saludó y el atleta correspondió; así de escueto fue el encuentro.

Este atleta afroamericano ha sido considerado un héroe del deporte.

Su vida tras los Juegos Olímpicos

La vida de Jesse Owens no mejoró tras ganar esas cuatro medallas doradas. Al regresar a su país, tuvo que seguir con sus actividades ‘segregadas’ y separadas de los blancos.

Y eso no fue todo, ya que su carrera finalizó demasiado temprano, más precisamente a los 23 años. Owens se negó a participar en una gira y las autoridades le retiraron el estatus de amateur, por lo cual no pudo seguir compitiendo.

Esto tampoco lo desalentó: se dedicó a dar conferencias por todo el país, además de fundar la liga de béisbol afroamericana. Para seguir compitiendo, participaba en carreras de velocidad pero les daba a los competidores una ‘ventaja’ de 20 yardas, ¡aunque igual terminaba ganando!

Podríamos pensar que Jesse Owens nació en el momento equivocado, pero también que gracias al esfuerzo que debió hacer para competir hoy sigue siendo, para muchos, un héroe. Y no solo por ser un afroamericano en ganar medallas en los Juegos de Hitler…


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