¿Cómo superar el fracaso en el deporte?
Para cualquier deportista, pocas experiencias son más desagradables que afrontar el fracaso en el deporte. Este se caracteriza principalmente por los sentimientos de derrota y de que el esfuerzo no ha sido suficiente para superar la situación.
En cualquier competición existe un ganador y un perdedor, y esto es un aspecto fundamental e inseparable del deporte. Aun así, la derrota no tendría que verse como un fracaso personal, sino como una de las posibilidades que se pueden dar en la competición.
La sensación de fracaso genera sentimientos negativos que afectan al rendimiento del deportista. Una vez que se entra en la espiral de sentimientos negativos, el individuo rendirá peor como consecuencia de sus pensamientos y emociones. Esa bajada de rendimiento refuerza las creencias de fracaso y, en último término, puede provocar el agotamiento.
Por todo ello, es necesario y de gran utilidad saber cómo superar el fracaso en el deporte. A continuación, te brindamos algunos consejos para que puedas lograrlo.
Permítete relativizar el fracaso en el deporte
En muchas ocasiones, el malestar emocional viene originado por cómo se evalúa la situación más que por lo acontecido per se. Por tanto, si se es capaz de cambiar la valoración que un deportista hace de la derrota, también cambiará su estado de ánimo.
Relativizar consiste en no ver las cosas como blancos o negros, sino concebir que existen matices entre medias y que pocas situaciones en la vida se sitúan en los extremos. No todas las cosas son tan terribles o maravillosas como se cree de primeras.
Relativizar no significa ignorar lo ocurrido o no darle importancia. Más bien, significa darle el valor justo que se merece y ser consciente de que el fracaso es una experiencia más, de la que se puede aprender sin necesidad de condicionarnos en el futuro.
Expresa la frustración y los sentimientos negativos
La experiencia de fracaso en el deporte va acompañada de sensaciones desagradables como la frustración, enfado o tristeza. Estos sentimientos no hacen otra cosa que impedir que el deportista dé su mejor versión y sea capaz de superar obstáculos.
Una manera eficaz para disminuir los sentimientos negativos es hablar con alguien de confianza sobre cómo se siente uno. Poner en palabras las sensaciones físicas ayuda a aclarar la incertidumbre. De la misma manera, contar con el apoyo de otros ayuda a darse cuenta de que no se está solo y se puede contar con su ayuda para superar una mala situación.
Una alternativa igual de efectiva en los momentos que no se puede contar con otras personas cercanas es escribir en un papel todo lo que se siente. Puede hacerse de manera ordenada o simplemente escribiendo palabras, lo importante es que refleje el amplio abanico de sensaciones experimentadas.
Establécete nuevos objetivos alcanzables
Los objetivos mal establecidos pueden ser una fuente importante de frustración. Cuanto mayor sean las exigencias para cumplir y menor sea el tiempo para ello, más probable es que no se alcance esa meta y se experimente como un fracaso.
La técnica de establecimiento de objetivos es de gran ayuda para fijar metas que sean alcanzables y maximizar la probabilidad de conseguirlas. Por ejemplo, la herramienta SMART nos da las pautas necesarias que debe incluir un objetivo bien formulado.
Respecto a esta técnica, es clave que las metas establecidas no sean ni demasiado fáciles ni difíciles. Deben suponer un cierto grado de dificultad para que se perciban como un reto, pero no deben ser demasiado difíciles, pues esto desmotiva a la persona.
Concéntrate en lo que te hará mejorar
Es muy habitual que, tras experimentar el fracaso, el deportista lo tenga muy presente en su cabeza. Su atención se concentra en qué fue mal y si es posible que vuelva a suceder en el futuro.
Centrarse en el pasado es contraproducente, ya que impide mirar al futuro con optimismo y dar vuelta la página. Según el momento, puede ser conveniente hacer un ejercicio de autocrítica, pero hay que ir más allá y no torturarse con las malas experiencias.
En lugar de fijarse en las debilidades, la persona debería valorar sus fortalezas, aquello que la hace destacar por encima de sus rivales. Pueden ser habilidades físicas, pero también virtudes de tipo mental. Todo deportista tiene características especiales que debe potenciar.
El fracaso en el deporte es solo una valoración
La derrota, al igual que la victoria, es solo una de las posibilidades que se puede dar en una competición. Lo que llamamos «fracaso» es la valoración que se hace de un hecho.
Todas las experiencias nos enseñan algo, incluso las más negativas. Es muy importante tener la capacidad de aprender de ellas y poner la vista en el futuro. Superar el fracaso depende en gran medida de la capacidad del deportista de vivir el presente y tener una mentalidad positiva.
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Doran, G. T. (1981). There’s a SMART way to write management’s goals and objectives. Management review, 70(11), 35-36.