¿Cómo controlar la presión en el deporte?

¿Te has sentido presionado alguna vez? La presión es un elemento muy presente en el deporte de competitivo. Si no sabes cómo controlarla, esta puede ocasionar un perjuicio en el rendimiento.
¿Cómo controlar la presión en el deporte?
Gloria Redondo Rincon

Revisado y aprobado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 30 mayo, 2023

Saber controlar la presión es una cualidad fundamental en el deporte. En una competición, la presión mal gestionada es un potencial enemigo que puede arruinar todo el trabajo hecho en entrenamientos.

La presión es algo inherente en el deporte de competición. Es normal sentirla hasta cierto punto, y esto no es malo: significa que al deportista le importa el evento y que quiere hacerlo lo mejor posible.

Sin embargo, sentir demasiada presión o no saber controlarla es algo perjudicial para el rendimiento. Las consecuencias son similares a las de la ansiedad: bloqueos, inseguridades o dudas respecto a uno mismo.

4 claves para controlar la presión

Por esta razón, todo deportista debería aprender a controlar la presión. Si alguna vez has sufrido sus efectos negativos, a continuación te contamos cómo solucionarlo.

1. Detecta las posibles fuentes de presión

La presión puede venir por diferentes fuentes: el comportamiento del público, la familia, las expectativas del entrenador, o incluso de uno mismo. El primer paso para controlar la presión es identificar de dónde proviene. Esto no significa que se pueda actuar directamente sobre la fuente; uno no puede controlar el comportamiento del público, pero al menos tendrá en cuenta cómo le afectan todos esos factores.

La única presión sobre la que se puede actuar directamente es la que proviene de uno mismo. En este caso, la presión se manifiesta en forma de pensamientos del tipo «tienes que hacer…» o «deberías».

2. Cambia la mentalidad ganadora

Para controlar la presión, ganar no debe ser una obligación.

Como se mencionó en el punto anterior, la presión puede provenir de uno mismo y de los pensamientos que surgen durante una competición. Por suerte, controlar esta parte de presión es fácil si se produce un cambio en la mentalidad.

Esto puede corregirse si se cambia el enfoque o la actitud que se tiene respecto a la victoria. Muchos deportistas entienden la victoria como una obligación y tienen muy poca tolerancia a la derrota. Por otro lado, otros entienden la competición como una oportunidad para aprender, y este es el mejor enfoque para librarse de la presión.

3. Aprende técnicas de relajación

Una de las formas más eficaces de mantener la presión a raya es intervenir sobre las respuestas que genera en el cuerpo. En concreto, estas respuestas son los síntomas y reacciones de ansiedad. La mejor manera de conseguir esto es aprender las principales técnicas de relajación, como la relajación muscular progresiva y la respiración diafragmática.

A este respecto, y según un estudio publicado en la Revista digital: Actividad Física y Deporte, las grandes ventajas de aprender las técnicas de relajación son su gran facilidad, que aumentan el conocimiento respecto al propio cuerpo y que pueden ser aplicadas en múltiples contextos.

4. Reafirma tus capacidades y logros personales

Por último, una manera de controlar la presión es potenciar la autoestima. De esta forma, los pensamientos negativos o las dudas respecto a uno mismo serán menores.

Hombre con confianza en sí mismo entra en calor.

La autoestima es una variable psicológica que, si se trabaja para potenciarla, produce un incremento significativo en el rendimiento. Un deportista con una buena autoestima no se dejará amedrentar por las dificultades y seguirá intentándolo a pesar del fracaso.

Una forma de aumentar la autoestima es hacer una lista de atributos positivos, o lo que es lo mismo, los puntos fuertes del deportista. Para que sea más fácil, se puede preguntar a personas allegadas: entrenador, compañeros o familiares.

No dejes que la presión te controle

En el deporte de competición, va a ser casi imposible eliminar la presión. Sentir nervios antes de una competición es algo normal, pero esto no debe interferir con el rendimiento deportivo.

Controlar la presión está estrechamente relacionado con el control del estrés precompetitivo. Es por esto que las técnicas de relajación y la práctica de potenciar la autoestima son de gran ayuda.

Por último, hay que recalcar que el proceso no es lineal. Es decir, es normal que aparezcan altibajos pero esto no debe desanimar; el camino hacia el éxito no es fácil, pero merece la pena intentarlo.


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  • Ramos Acosta, J. J. (2016). Presión y tensión en el ámbito del deporte.

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