3 cosas que esperar de la luna de miel

A veces, la luna de miel puede no ser como uno espera. Las discusiones, el cansancio y las altas expectativas pueden truncar estas semanas de ensueño. ¿Cómo evitarlo? Te lo contamos a continuación.
3 cosas que esperar de la luna de miel

Escrito por Virginia Martínez

Última actualización: 25 mayo, 2023

Imaginas la lujosa cama de un hotel cubierta de rosas y paseos idílicos por escenarios románticos. El sonido del mar, de fondo, os mece con su delicado ruido, mientras olores exóticos y animales de brillante pelaje se entremezclan con los colores del atardecer… Sin embargo, ¿será así vuestra luna de miel?

Este viaje tan esperado por los recién casados puede ser algo digno de recordar… Para bien o para mal. Hay que tener en cuenta que los nervios están a flor de piel y la experiencia de la boda aún está muy presente. Por ello, vamos a contarte qué es lo que debes esperar de estos días, sin maquillaje ni adorno alguno.

Profundicemos.

¿Qué es exactamente la “luna de miel”?

Pareja durmiendo

El viaje de novios es ya una tradición vigente en prácticamente todo el mundo. De hecho, la legislación española, por ejemplo, contempla en el artículo 37.3 del Estatuto de los Trabajadores un permiso retribuido de 15 días al trabajador después de contraer matrimonio, por lo que es la época ideal para hacer ese viaje tan deseado.

Sin embargo, a pesar de ser algo muy habitual en nuestros días, la expresión “luna de miel” tiene sus orígenes en la Edad Media, cuando esta denominación precisamente poco tenía que ver con viajar.

En efecto, durante este período histórico se decía que si una pareja de recién casados quería concebir un hijo varón debía tomar miel después de la boda durante un lapso de tiempo cercano a un mes. De ahí la expresión “luna de miel”.

Igualmente, la miel ha sido de buen augurio para las parejas en muchas otras culturas. Así, por ejemplo, en la Antigua Babilonia era costumbre que el suegro regalara al yerno cerveza con miel durante un mes después de la boda; en la Antigua Roma, por su parte, se dejaba una vasija de miel en la habitación de la pareja que acababa de contraer matrimonio.

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¿Qué esperar de la luna de miel?

Tanto si consumes este dulce alimento como si no, lo cierto es que la luna de miel se ha convertido en toda una “institución”. En efecto, es casi tan importante como el evento mismo.

Después de la ceremonia y la fiesta, llega el momento de coger las maletas y, finalmente, partir solos y recién casados hacia el destino escogido. No obstante, la “luna de miel” en sí no es necesariamente un viaje. Y, como es lógico, cada uno tendrá sus expectativas y su idea de cómo lo va a pasar. Por eso, algunas veces, puede haber complicaciones al respecto.

¿Sexo en la noche de bodas?

Después de los nervios de la ceremonia y del banquete, la culminación de algo que se ha estado preparando durante meses, lo cierto es que los recién casados suelen estar exhaustos.

Un día entero de celebración y el cansancio que conlleva no son el ingrediente ideal para una noche de sexo y pasión nada más llegar a casa. Además, si han tenido que viajar, la cosa es incluso peor. Por eso, los recién casados estarán deseando, sencillamente, dormir y descansar. Así que es más probable que exista una “mañana de bodas” que una “noche de bodas”.

Puede haber discusiones

Seguro que la mayoría de los novios se imagina el primer mes de su matrimonio como algo ideal donde sólo el romanticismo tiene lugar. No obstante, esto no tiene por qué ser así. Pueden aparecer conflictos que lleven a discusiones.

No obstante, hay que tener en cuenta que esos pequeños roces no importan. Una simple discusión es algo normal y no implica, para nada, que el matrimonio vaya a ir mal. Por lo tanto, no os pongáis nerviosos si una pequeña riña no coincide con las expectativas que teníais. Relajaos y disfrutad de unos días para al fin celebrar vuestra unión en la intimidad.

Pensaréis en la boda

Novio cogiendo a la novia en una playa
Aunque penséis en la boda, debéis tratar de relajaros y disfrutar.

Es lógico. Habéis pasado meses preparando la ceremonia, las flores, el menú, la orquesta… Por lo tanto, es normal que le deis vueltas a aquello que no salió cómo pensábais.

Relájaos. Lo pasado, pasado está. No merece la pena amargar la luna de miel por detalles de la boda que ya no son pertinentes. Ahora toca disfrutar y no pensar en nada.

La desconexión es fundamental

Como puedes comprobar, la clave está en “desconectar” y relajarse. Para una luna de miel ideal, tanto si viajáis como si no, debéis olvidar familiares, bodas y trabajos, y dedicaros un tiempo especial el uno al otro.

Es el momento para descansar y disfrutar. Las obligaciones ya volverán.


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