¿Tu pelo se volvió verde por la piscina? remedios caseros para solucionarlo rápido

¿Has salido de la piscina y al mirarte al espejo notas que tu pelo rubio luce con un reflejo verdoso? Es un problema más común de lo que piensas, y puede arruinar en segundos ese look que tanto cuidas. Lo curioso es que no ocurre solo por el cloro, sino por la reacción de los metales presentes en el agua, que terminan fijándose en la fibra capilar
Si te ha ocurrido, sabes lo frustrante que resulta descubrir que tu cabello no luce como esperabas tras disfrutar del agua. Lo importante es que no se trata de un daño permanente: existen formas sencillas de devolverle la vitalidad al cabello y de prevenir que vuelva a suceder.
El verdadero culpable del pelo verde en la piscina
Aunque solemos culpar al cloro, lo que realmente provoca el tono verdoso son los metales como el cobre, añadidos al agua como alguicidas. Al entrar en contacto con productos químicos de la piscina, liberan partículas que se fijan en la cutícula capilar.
El cabello rubio, teñido o decolorado es el más vulnerable porque su estructura porosa absorbe con facilidad estas partículas. Por eso, los reflejos verdes aparecen con mayor intensidad en melenas claras, mientras que en cabellos oscuros suelen pasar desapercibidos.
Antes de comprar productos costosos, puedes probar soluciones sencillas que aprovechan ingredientes comunes de la cocina. Estos funcionan porque ayudan a disolver los metales que se adhieren al cabello o porque neutralizan el reflejo verdoso con pigmentos naturales.
1. Vinagre para disolver los residuos
El vinagre de manzana es ácido, lo que lo convierte en un gran aliado para arrastrar los minerales acumulados en la fibra capilar. Al aplicarlo diluido sobre el cabello húmedo, equilibra el pH y desprende las partículas de cobre responsables del verde. Deja actuar unos minutos y luego lava con tu champú de siempre para sellar la limpieza.
2. El poder del bicarbonato de sodio
Este ingrediente tiene propiedades alcalinas que actúan como limpiador profundo. Al preparar una pasta ligera con agua y aplicarla en las zonas afectadas, el bicarbonato descompone los residuos metálicos y facilita que se desprendan de la cutícula capilar. Tras unos minutos de acción, basta un buen aclarador para notar el cambio.
3. Zumo de tomate o kétchup: el truco inesperado
El pigmento rojizo del tomate neutraliza ópticamente el verde, ya que son tonos opuestos en la rueda de color. Aplicar zumo de tomate o kétchup como mascarilla, durante 20 o 30 minutos, devuelve el rubio a tu cabello de forma inmediata. Después, lava como siempre para eliminar restos y sellar el color.
4. El limón como aclarador natural
El ácido cítrico del limón, al igual que el vinagre, ayuda a romper la unión de los metales con la cutícula. Eso sí, conviene usarlo solo en las zonas verdes y por poco tiempo, ya que puede resecar el cabello. Tras aplicarlo, aclara bien y aplica un acondicionador nutritivo para evitar que la fibra se debilite.
Cómo prevenir que vuelva a suceder
La prevención es más sencilla de lo que imaginas. Moja tu pelo con agua limpia antes de entrar a la piscina para que absorba menos químicos, aplica un acondicionador como barrera protectora y, si quieres máxima seguridad, ponte un gorro de baño. Al salir, aclara tu melena con agua corriente para eliminar residuos antes de que se fijen.
Si buscas un apoyo extra, los champús y acondicionadores matizantes con pigmentos violetas o azules neutralizan los tonos indeseados. También existen productos quelantes, especialmente formulados para eliminar metales acumulados en el cabello, ideales cuando necesitas resultados rápidos.
Al final, lo importante es recordar que el color de tu cabello no debería quitarte la diversión de nadar. Con los cuidados adecuados, la piscina puede seguir siendo un espacio para relajarte y disfrutar, sin que tu melena rubia pierda su brillo.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.