Causas y remedios para la bartolinitis
La bartolinitis es la inflamación de las glándulas de Bartolino, unas estructuras especiales que se encuentran a los costados de la abertura vaginal.
Estas glándulas sirven para humedecer o lubricar la entrada de la vagina y tienen, aproximadamente, el tamaño de un guisante. Se encuentran a los lados del vestíbulo vulvar y sus conductos de secreción drenan a la superficie interna de estos.
La bartolinitis puede aparecer en cualquier mujer, pero afecta especialmente a mujeres de entre los 20 y 30 años que han alcanzado su madurez sexual. Esta secreción puede obstruir las glándulas produciendo inflamación y dolor, pudiendo llegar a infectarse. La infección puede tener varias causas.
Existen diversos tratamientos antibióticos, sin embargo, a veces la única solución es pasar por el quirófano y someternos a la extirpación de dichas glándulas.
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Causas de la bartolinitis
Los especialistas opinan que la principal causa del quiste de Bartolino puede ser la acumulación de líquido cuando se obstruye la glándula de Bartolino, en ocasiones debido a una infección o a una lesión.
Un quiste de Bartolino puede infectarse y formar un absceso por el contacto con bacterias, entre ellas la Escherichia coli o las que causan infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea y la clamidiosis.
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Cómo se diagnostica la bartolinitis
El primer síntoma suele ser la aparición de un bulto, un nódulo caliente, abultado y muy doloroso al tocarlo. En casos agudos llega a doler al caminar o sentarse. Evidentemente, es muy doloroso durante el acto sexual. Asimismo, los labios que se encuentran afectados se enrojecen e inflaman debido a la infección.
El diagnóstico se realiza mediante exploración. En aquellas mujeres con un historial clínico de infecciones recurrentes o enfermedad de transmisión sexual hemos de tener presente esta posibilidad. En mujeres cercanas a la menopausia o ya entradas en dicha etapa es recomendable realizar una biopsia para descartar problemas más graves.
Tratamiento de la bartolinitis
Es muy importante la valoración por un especialista ginecólogo, que diagnosticará el caso y prescribirá el tratamiento necesario.
En la mayoría de los casos los baños de asiento con agua tibia varias veces al día ayudará a aliviar los síntomas y, en quistes pequeños, pueden incluso provocar que se rompan y drenen por sí solos. Si hay infección, es recomendable además el tratamiento con antibióticos.
Si los quistes son persistentes o molestan, puede ser prescriptiva la marsupialización, a través de la cual el médico creará una abertura permanente unos 6 milímetros de largo.
Solo en los casos más extremos puede ser recomendable una cirugía para extirpar la glándula de Bartolino.
Tratamiento natural
Contra esta enfermedad puede ser beneficioso utilizar plantas o productos que destaquen por sus propiedades antibióticas, antiinflamatorias o emolientes.
En cuanto a hierbas destacan el jengibre, el ajenjo, la genciana y el diente de león, por ejemplo, y se prepararán en infusión mayormente. Comeremos aloe, papaya, guayaba, ajo, cebolla y frutas ácidas.
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Para preparar la infusión, en un vaso y medio de agua se deja hervir una cucharada sopera de la hierba o mezcla de hierbas medicinales durante 5 minutos y se deja reposar otros 10. Se bebe junto con el zumo de un limón.
El jengibre rallado posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Consumir pequeños trocitos crudos como caramelos es muy saludable. Los chuparemos tanto como podamos para que se propague por nuestra saliva, después masticaremos y tragaremos. En infusión se recomiendan tres tacitas al día.
Remedios externos
Controlar nuestro estado emocional es muy importante para evitar enfermedades psicosomáticas. Estar desesperanzados, desilusionados, enojados o desanimados repercute enormemente en nuestra calidad de vida.
Es mejor no usar ningún tratamiento tópico casero, puesto que podría empeorar nuestra situación. Esto incluye elementos como el vinagre o diversos aceites. Haz siempre caso al ginecólogo y sus recomendaciones.
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