Dedos en martillo: síntomas, causas y tratamiento
Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega
Los dedos en martillo resultan ser una deformidad digital que se da en mayor medida en los dedos del pie. Recibe este nombre porque adquieren una posición flexionada muy similar a un martillo.
Entre un 2 y un 20 % de la población presenta esta afección de manera congénita, desde el nacimiento, o bien la desarrollan durante la infancia. Los dedos en martillo afectan a las articulaciones de los huesos del pie, especialmente en el segundo, tercer y cuarto dedo.
En ocasiones, se pueden dar también en dedos de la mano, pero en este caso se debe a causas traumáticas. A continuación conocerás todo lo que debes saber sobre esta deformidad corporal.
¿Qué son los dedos en martillo?
Los dedos en martillo presentan una curva anormal muy característica, puesto que se doblan en forma de Z. Provocan una extensión de la falange del metatarso y una flexión de la articulación distal interfalángica, que es la articulación más próxima a la uña. Existe una alteración en los músculos, tendones y ligamentos que normalmente mantenían rectos los dedos.
A veces, resulta doloroso y favorece la formación de callos o llagas que empeoran la situación. Esto se produce porque la zona curvada puede rozar con el calzado y provocar heridas. Además, en multitud de ocasiones van acompañados de juanetes que aumentan la deformidad y dolor.
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¿A qué causas se debe esta afección?
Los dedos en martillo pueden tener múltiples causas. En el caso de darse en los dedos de la mano, la causa más común son traumatismos. Por regla general, las causas y factores de riesgo de sufrir dedos en martillo pueden ser los siguientes:
- Traumatismos: caídas, golpes, fracturas, compresiones y esguinces en las falanges pueden provocar lesiones en ligamentos, tendones o músculos que cicatricen mal o queden mal colocados.
- Uso erróneo del calzado: ciertos tipos de calzado que no se adaptan correctamente a la forma del pie, pueden ocasionar que alguno de nuestros dedos reciba demasiado peso y llegue a deformarse. Es el ejemplo de algunos zapatos de tacón o muy estrechos.
- Mala postura del pie.
- Causas patológicas: enfermedades como la artritis, la poliomielitis y la diabetes pueden aumentar el riesgo de desarrollar deformidades en los pies.
- Factores hereditarios: alteraciones congénitas heredadas que afectan a nuestra anatomía pueden provocar alteraciones en la forma de nuestros dedos. Un ejemplos es la longitud aumentada de algún dedo.
- Edad avanzada: a mayor edad, mayor riesgo de deformidad ósea por fragilidad.
- Sexo femenino: las mujeres son más propensas a padecer los dedos en martillo.
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¿Qué síntomas tienen los dedos en martillo?
Además del notable cambio en la forma, o deformidad visible en forma de Z, los dedos en martillo suelen tener una sintomatología bastante común en todas las personas:
- Dolor.
- Inflamación o irritación a causa del roce.
- Presencia de rozaduras o heridas a causa del roce con el calzado.
- Rubor o enrojecimiento.
- Aparición de callos o durezas.
- Incomodidad al colocarse el calzado.
- Dificultades para caminar.
- Alteraciones del equilibrio en casos más graves.
Tratamiento
Con respecto al tratamiento, hay que tener en cuenta la flexibilidad de la extremidad. En función de esto, existen diferencias en cuanto a la forma de tratarlo.
Si el dedo aún es flexible, la solución es más fácil. En estos casos, el tratamiento es llevado a cabo con recomendaciones de fisioterapia. Estas siempre deben ser aconsejadas por profesionales. Podemos destacar algunas de ellas:
- Caminar correctamente con calzado amplio y cómodo.
- Usar plantillas acolchadas para repartir el peso por toda la planta del pie.
- Evitar el uso de tacones altos.
- Cinta adhesiva para obligar al dedo a estar en posición normal
- Uso de férulas y cabestrillos: es similar a la cinta adhesiva pero son más cómodos para su uso.
- Ejercicios de aumento de flexibilidad: tracción de los dedos, toalla enrollada sobre los pies y arrugarla con los dedos, levantar canicas con los dedos, etc.
- Ante presencia de dolor e inflamación, se utiliza tratamiento farmacológico, previa valoración médica.
Si el dedo ha perdido la flexibilidad, el tratamiento debe ser quirúrgico para modificar la articulación y reconstruirla en posición normal. Por regla general, no es necesario el ingreso hospitalario. Es una cirugía que no implica larga recuperación.
Se realiza la cirugía y el mismo día regresas a casa. Se debe usar un calzado especial 3 semanas seguidas. La recuperación total suele conseguirse al mes de operarse, si no existen complicaciones. Al segundo mes ya se puede realizar deporte con normalidad.
Los dedos en martillo, una deformidad común
Los dedos en martillo son una de las deformidades más comunes en nuestros dedos. Existen varios factores que influyen en su aparición
No obstante, si presentas molestias o dolor en los pies, no dudes en consultar con el médico. Más específicamente puedes hacerlo acudiendo a un podólogo, que es el especialista de los pies. Cuanto antes se detecte cualquier alteración, mejor será el pronóstico.
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