Demencia metabólica: ¿qué es y por qué ocurre?

La demencia metabólica es una entidad que puede estar causada por numerosos trastornos, como los tiroideos o la diabetes. Te explicamos qué otras enfermedades se asocian a este problema.
Demencia metabólica: ¿qué es y por qué ocurre?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 01 junio, 2023

La demencia metabólica, como su propio nombre indica, es un tipo de demencia secundaria a un trastorno del metabolismo. El metabolismo comprende todos los procesos químicos y físicos que tienen lugar en el organismo y que nos permiten vivir.

Se define como un deterioro de las funciones cognitivas. Afecta al pensamiento, la memoria y las habilidades sociales. Tanto, que acaba interfiriendo en las actividades cotidianas y hace que una persona pierda progresivamente su independencia.

La demencia metabólica puede estar causada por numerosas enfermedades. Por ejemplo, los problemas de la glándula tiroides o la diabetes. En este artículo te explicamos cuáles son sus principales causas, cómo se puede tratar y prevenir.

¿Qué es la demencia metabólica?

La demencia metabólica, como hemos señalado, es aquella que se desarrolla a raíz de una enfermedad metabólica. Es un tipo particular de demencia cuya prevalencia es muy alta, debido a que algunas de sus causas son trastornos muy frecuentes.

Según explican los especialistas de la Clínica Mayo, la demencia como tal comprende un grupo de síntomas que interfieren a la vida cotidiana. Se produce un deterioro progresivo de la capacidad para pensar, para relacionarse y para memorizar.

El problema es que muchos trastornos metabólicos cursan de forma casi asintomática y actúan como enfermedades silenciosas. Es el caso de la diabetes. Esto hace que el paciente, a menudo, tienda a desestimar la gravedad de la situación.

Estos trastornos suelen caracterizarse por la desregulación de ciertas sustancias en el organismo. Cuando algunas se acumulan o, por el contrario, son deficitarias, es posible que se genere un daño en muchos tejidos. Uno de los más afectados es el cerebro.

Si volvemos a poner el ejemplo de la diabetes, este daño puede deberse tanto a los niveles altos de glucosa en sangre de forma mantenida como a las hipoglucemias. El descontrol de la concentración de la glucosa es determinante.

Síntomas principales

La demencia metabólica, al igual que la mayor parte de las demencias, suele cursar de forma progresiva e insidiosa. Algunas personas no son conscientes de la afectación. Sin embargo, es posible que aparezcan momentos de lucidez en los que se percatan.

La demencia metabólica puede tener síntomas preliminares. Son aquellos que alertan del deterioro cognitivo. Por ejemplo, es frecuente que se pierdan objetos o se olviden detalles del día a día.

Muchos pacientes comienzan a tener problemas en el lenguaje y pierden el interés en las cosas que antes disfrutaban. Poco a poco se desarrolla una dificultad para realizar tareas cotidianas, como cocinar.

A medida que la demencia metabólica avanza los síntomas se agravan. Las personas pierden su autonomía, ya que les es cada vez más difícil realizar cualquier tarea. Es posible que aparezcan alucinaciones, cambios de personalidad y del ánimo.

Muchos tienden a pensar que en la demencia solo se afecta la memoria. Si bien es cierto que es usual que estos enfermos olviden muchos recuerdos e incluso a personas cercanas, no es lo único que ocurre.

Pueden convertirse en personas violentas, con conductas infantiles o que rehúyan el contacto social. En fases avanzadas suele ser necesario que alguien cuide de ellos y les ayude a mantener su higiene o alimentarse.

Los síntomas iniciales de la demencia pueden ser imperceptibles o pasarse por alto en personas mayores.

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¿Qué causa la demencia metabólica?

La demencia metabólica es causada por numerosos trastornos diferentes. Hemos hablado de la diabetes, cuya relación más importante son las hipoglucemias frecuentes. En los siguientes apartados explicamos otras.

Trastornos de la glándula tiroides y paratiroides

La tiroides es una glándula endocrina que se encuentra en el cuello. Es una de las protagonistas del metabolismo. Las hormonas que segrega cumplen múltiples funciones, como el consumo de calorías o mantener la temperatura corporal.

Un estudio publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología explica que las alteraciones de las hormonas tiroideas pueden ser causa de demencia metabólica. Sobre todo la tirotoxicosis.

Por otra parte, las paratiroides son unas glándulas situadas muy cercanas a la tiroides. Se encarga de regular el metabolismo del calcio. Otro estudio publicado en Medifam afirma que el hipoparatiroidismo es una de las causas tratables de demencia. Se asocia a niveles muy altos de calcio en la sangre.

Demencia metabólica por trastornos nutricionales

La alimentación es un pilar fundamental de la salud. Es frecuente que las personas de edad avanzada, sobre todo aquellas que presentan alguna patología, descuiden su nutrición. Por eso se pueden producir déficits de vitaminas.

Una de las más relevantes asociada a demencia metabólica es la vitamina B1, llamada tiamina. También puede suceder a consecuencia de una carencia de B12.

Trastornos endocrinos

Uno de los trastornos endocrinos que puede provocar esta enfermedad es el síndrome de Cushing. Consiste en un exceso de cortisol, que es una hormona relacionada con procesos como el estrés y la regulación de la glucosa, entre otros.

Un estudio publicado en la Revista de Neurología explica que es importante descartar esta patología en pacientes con demencia que avance de forma rápida. No se considera una causa frecuente, pero es importante tenerla en cuenta.

Porfiria y demencia metabólica

La porfiria hace referencia a una serie de trastornos en los que se acumulan porfirinas. Las porfirinas, a su vez, son elementos fundamentales para la hemoglobina. Gracias a ella se transporta el oxígeno en la sangre para nutrir los tejidos.

Sin embargo, el acúmulo de porfirinas puede ser muy dañino para el sistema nervioso. Sobre todo en los casos en los que se produce de forma aguda. Por eso se asocia al desarrollo de demencia metabólica.

¿Cómo se diagnostica?

Para diagnosticar cualquier tipo de demencia lo primero es prestarle atención a los síntomas. Suele ser necesario que los familiares o las personas más cercanas al paciente expliquen detalles que hayan observado.

Además, en el caso de las demencias metabólicas, es importante realizar una serie de pruebas para orientarse. Muchas de ellas se realizan de forma rutinaria. Por ejemplo, el análisis de sangre o de orina.

En una analítica sanguínea se suelen pedir los niveles de hormonas tiroideas, así como medir la glucemia y otros marcadores hepáticos. Del mismo modo, se incluyen los electrolitos como el potasio y el calcio. También es posible que se evalúe nutricionalmente al paciente.

En algunos casos puede ser necesario realizar pruebas de imagen. Las más empleadas son la tomografía computarizada y la resonancia magnética. Con ellas se observan ciertas alteraciones estructurales a nivel cerebral.

Los análisis de sangre permiten medir las concentraciones hormonales y de electrolitos para detectar causas de demencia.

Tratamientos para la demencia metabólica

El tratamiento de la demencia metabólica se orienta en función de la causa. No obstante, en muchos casos el problema ya está muy avanzado y no hay forma de revertir el daño.

Por eso es fundamental intentar un diagnóstico precoz. Cuando se trata de un problema nutricional se puede revertir administrando la vitamina o la sustancia que esté en déficit.

En el caso de los trastornos tiroideos o paratiroideos, algunos fármacos pueden ayudar. Por ejemplo, la vitamina D, que disminuye la hipercalcemia. En la diabetes, más que el tratamiento es fundamental la prevención de las hipoglucemias.

Posibles complicaciones

La demencia metabólica, al igual que cualquier otra demencia, acaba perjudicando a quien la padece. Se pierde la autonomía, por lo que estas personas se vuelven incapaces para cuidarse a sí mismas.

Esto las hace mucho más vulnerables a otras patología, como las infecciones. Además, suelen ser pacientes que cada vez se mueven menos. Por eso, otra de las complicaciones típicas son las úlceras por presión. Se producen al estar continuamente en una postura, como tumbado o sentado en el mismo sitio.

Algunos casos de demencia metabólica se pueden prevenir

La demencia metabólica puede estar causada por muchos trastornos. Sin embargo, muchos de ellos pueden diagnosticarse y tratarse de forma precoz. Así se evita que produzcan daño a nivel cerebral.

Por eso es fundamental controlar el trastorno de base. De ahí que sea recomendable acudir con frecuencia al médico y seguir sus indicaciones. Así se podrían evitar casos secundarios a la diabetes o a los déficits nutricionales, entre otros.


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