¿Cuánta agua se debe beber en verano?
Beber más cantidad de agua en verano es clave para asegurar un buen estado de hidratación. Durante la temporada estival se produce una mayor sudoración, lo que conlleva una pérdida de líquido que podría terminar en un proceso de deshidratación si no se toman precauciones.
Además, las necesidades de agua se incrementan en las personas mayores y en los deportistas. En ambas situaciones, hay que plantear una serie de pautas de consumo de líquido para evitar pérdidas en el rendimiento o el desarrollo de problemas agudos de salud.
Durante el verano, hay que beber más agua
Establecer un número de litros exactos para consumir en verano puede no ser lo más apropiado. Cada persona tiene unas necesidades distintas, y el grado de sudoración o de actividad física puede variar. Lo mejor es fijarse en los marcadores y señales que ofrece el propio organismo para indicar que los niveles de hidratación no son adecuados.
En este sentido, conviene siempre beber antes de sentir la sensación de sed, pues este mecanismo se dispara cuando ya se ha generado una pérdida significativa de agua corporal. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature Reviews, el organismo detecta cambios en la concentración de los solutos en el medio interno e incrementa así la sensación de sed.
Por otra parte, es fundamental observar el color de la orina. Lo recomendable es que esta presente siempre un tono claro y lo más transparente posible. Cuando se torna oscura o concentrada, los niveles de hidratación del organismo no son los adecuados, por lo que habría que ingerir líquido para corregir la situación.
En el caso de los deportistas, lo más recomendable es consumir agua fresca cada 20 minutos de práctica intensa de ejercicio. De este modo, se compensan las pérdidas y se evitan caídas en el rendimiento.
Momentos óptimos para beber agua
Cualquier momento del día es bueno para beber agua, pero aquellas personas que tienden a consumir poco líquido deberían sistematizar la ingesta en ciertas situaciones. Por ejemplo, antes de realizar ejercicio físico es bueno consumir 1 o 2 vasos de líquido fresco.
Asimismo, si se va a salir a la calle y las temperaturas son elevadas, conviene hidratarse correctamente para compensar las posibles pérdidas provocadas por el sudor. Con un vaso de agua fresca debería ser suficiente, aunque siempre se puede llevar una botella pequeña por si surge la necesidad luego.
Por último, es buena idea consumir siempre un vaso de agua antes de cada una de las comidas principales. Con esta estrategia no solo se mejora la hidratación, sino que también se consigue incrementar la sensación de saciedad, según evidencia una investigación publicada en la revista Clinical Nutrition Research .
El agua de los alimentos
Para conseguir un buen estado de hidratación, no solo es necesario beber agua como tal. La mayor parte de los alimentos de consumo habitual también cuentan con líquido en su interior. Por este motivo, y durante el verano, puede ser recomendable aumentar la ingesta de fruta fresca.
Los vegetales y los pescados, como norma general, cuentan con un porcentaje de agua significativo en su interior. Este contribuye a satisfacer los requerimientos diarios y a prevenir problemas derivados de las pérdidas de líquido en el organismo.
Ahora bien, hay que tener cuidado con el consumo de productos demasiado salados. El hecho de consumir una gran cantidad de electrolitos podría modificar la concentración de solutos en el medio interno, lo que generaría desequilibrios a nivel electrolítico.
Durante el verano, bebe más agua
No es adecuado ofrecer una recomendación exacta de litros de agua consumidos al día durante el verano para todo el mundo. Cada persona es diferente. Ahora bien, es clave estar atentos a las señales del organismo que pueden alarmar de que el estado de hidratación no es bueno.
Asimismo, será necesario complementar el agua mineral bebida a lo largo del día con la presencia en la dieta de alimentos con gran concentración en líquido, como los vegetales y los pescados.
Por último, recuerda que ni las bebidas azucaradas ni el alcohol son buenos para mejorar el estado de deshidratación. Se consideran ultraprocesados industriales y presentan en su interior nutrientes de baja calidad, los cuales podrían ser nocivos para la salud si se ingieren de forma regular.
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