¿Qué tipos de granulomas existen?

Los tipos de granulomas son diferentes en el cuerpo humano, ya que responden a una reacción inmune incompleta. Pueden ocasionarse por una infección que no se resuelve o por un cuerpo extraño que es rodeado para intentar eliminarlo. Descubre más en el artículo.
¿Qué tipos de granulomas existen?
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 10 julio, 2023

Existen variados tipos de granulomas que se manifiestan como una respuesta del cuerpo ante un agente agresivo que no puede resolverse de la manera habitual. Es decir, estamos ante una lesión que denota la incapacidad de las células de defensa para concretar una eliminación adecuada.

Por definición, un granuloma es una acumulación de células en forma de tumoración alrededor de algo que es identificado como extraño al organismo. Las células en cuestión pertenecen al sistema inmune y el agente extraño puede ser un microorganismo o una partícula inerte.

Lo anterior es lo que determinará los distintos cuadros clínicos, aunque similares si se ven en un microscopio. Para saber más al respecto, a continuación detallamos las características de cada uno.

Tipos de granulomas

Una vez que se inició la formación de un granuloma, los tipos que pueden hacerse presentes dependen de lo que se está intentando eliminar. Al mismo tiempo, las variedades se diferencian en el producto de la respuesta y en las posibilidad de limitarse en una zona o expandirse a más tejidos de forma descontrolada.

Sigue leyendo: Granuloma inguinal: una ETS poco frecuente

Granuloma piógeno

Uno de los tipos de granulomas es el piógeno. Si bien no hay causas específicas, se asocia a microorganismos que ingresan debajo de la piel por pequeñas heridas, y que son encapsulados por el sistema inmune sin terminar de eliminarlo por completo hacia el exterior.

El proceso lleva su tiempo, ya que primero sucede la lesión y, tiempo después, la reacción granulomatosa. Los sitios más frecuentes de aparición son las extremidades superiores y el rostro. Se asume que esto es así por la mayor frecuencia de heridas superficiales que suelen darse en estas zonas anatómicas.

La forma clínica es una protuberancia, como un tumor benigno. Tienden a presentar hemorragias repetitivas que se suceden por el roce, el rascado o de manera espontánea. El color rojo con el que se detectan y se ven es debido a la cantidad de pequeños vasos sanguíneos que poseen.

Muchos granulomas desaparecen sin que haya que realizar un tratamiento. La explicación sería que el cuerpo, finalmente, logra resolver la expulsión del cuerpo extraño presente. En otros casos hay que intervenir, ya sea con cirugía de incisiones o láser para extirparlos.

Granuloma piógeno
El granuloma piógeno tiene un color rojo característico debido a los vasos sanguíneos que poseen.

Granuloma anular

Como su nombre lo indica, estos tipos de granulomas tienen una lesión característica con forma de anillo. La piel protruye en círculos de color rojizo, sobre todo en las manos y en los pies.

La forma más común es la localizada. En estos casos, hay anillos lesivos, de unos 5 centímetros, que se concentran en regiones anatómicas concretas, sin expandirse al resto del cuerpo.

La causa se considera desconocida, aunque se han identificado factores de riesgo que favorecen su aparición. Los pacientes diabéticos, por ejemplo, son más susceptibles. También las personas oncológicas se ven afectadas por una variedad repetitiva del granuloma anular que es de difícil tratamiento.

Los síntomas son leves, sin dolor. A veces hay una picazón casi imperceptible. Como en el granuloma piógeno, la evolución puede llevar a una resolución espontánea o requerir de abordaje intervencionistas.

Granuloma anular generalizado

La forma generalizada del granuloma anular se diferencia del anterior en la expansión que se produce entre zonas anatómicas del cuerpo. Las lesiones son en forma de anillo, rojizas, con leve picazón, en casi toda la extensión de la piel.

Se puede resolver de forma espontánea, pero por lo general tarda 2 años en concretar todo el ciclo desde su aparición. Tiene como población prioritaria a las mujeres adultas, sobre todo mayores de 40 años. No se vuelve maligno, a pesar de su extensión. Tampoco se lo puede vincular a una infección concreta.

El tratamiento más efectivo es con una combinación de antibióticos. El esquema más empleado utiliza rifampicina, ofloxacina y minociclina. A veces, se prescribe corticoides y hasta inmunomoduladores para ayudar.

Granuloma anular perforante

Como otro tipo de granuloma, variedad de los anulares anteriores, tenemos al perforante. También se conoce como perforans y la etiología no está definida. Se ha especulado con picaduras de insectos, con la exposición a los rayos UV, con los desequilibrios hormonales de la insulina y el hipotiroidismo.

Se puede acompañar de una vasculitis cerca de las lesiones dérmicas. Esto es una inflamación de los vasos sanguíneos que se rompen con más facilidad, cicatrizan mal y se expresan en hemorragias subcutáneas como puntillados o petequias.

El signo característico del granuloma perforante es su aspecto de ombligo. En el centro del anillo de la lesión suele haber un hundimiento del tejido que se recubre de una sustancia viscosa. Este líquido es colágeno que trasuda desde debajo de la piel hacia la superficie. Pueden estar en las manos, el abdomen y la espalda.

El tratamiento no está tan consensuado por lo inusual que resulta la patología. Se tienden a combinar corticoides con antihistamínicos, así como inmunomoduladores. Los fármacos se prescriben por vía oral o de manera local (cremas). Si es necesario, se aplica láser o fototerapia.

Granuloma anular perforante
Se desconoce la causa exacta del granuloma anular perforante. A menudo, se asocia con picaduras de insectos, efectos de los rayos UV e hipotiroidismo.

El diagnóstico de cada tipo de granuloma es el inicio

Esta patología requiere un tratamiento adecuado, pero más importante, un diagnóstico preciso. Los tipos de granulomas exigen del dermatólogo interviniente una capacidad de análisis y de interpretación de las biopsias que sea aguda.

Aunque tiende a ser limitado en el tiempo, es un trastorno que genera incomodidad y por el que se consulta con frecuencia para evaluar opciones terapéuticas. Siempre será preferible que un profesional de la salud baraje las alternativas y ofrezca las más adecuadas para el caso.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Vega, C. R. I. S. T. I. N. A., et al. "Granuloma Piógeno: Presentación de caso clínico." Rev Fac de Odontol UNCuyo 1.11 (2017): 7-9.
  • Delgado Quiñones, Edna Gabriela, et al. "Granuloma piógeno." Atención Familiar 25.1.
  • Gadea Rosa, Carla, Andrea Cartagena Lay, and Andreé Cáceres La Torre. "Diagnóstico y tratamiento del granuloma piógeno oral: serie de casos." Revista odontológica mexicana 21.4 (2017): 253-261.
  • Gozzano, Maria Carolina Coelho. "Granuloma anular localizado." BWS Journal 3 (2020): 1-7.
  • Navarro-Hernández, Cipactli Ariel, et al. "Granuloma annulare: A dermatological challenge." Dermatología Revista Mexicana 62.3 (2018): 221-232.
  • Trejo Acuña, Juan Ramón, et al. "Disseminated granuloma annulare." Revista del Centro Dermatológico Pascua 28.2 (2019): 65-70.
  • Berben, María Daniela, et al. "Granuloma anular papular umbilicado." Dermatología Argentina 24.1 (2018): 51-53.
  • Villanueva, L. Juárez, et al. "Colagenosis perforante reactiva. A propósito de dos casos." Revista Argentina de Dermatología 101.1 (2020).
  • Polanco-Llanes, Alondra Saray, et al. "Granuloma piógeno gigante." Dermatología Revista Mexicana 64.3 (2020): 313-317.
  • Wollina, Uwe, et al. "Pyogenic Granuloma–a common benign vascular tumor with variable clinical presentation: new findings and treatment options." Open Access Macedonian Journal of Medical Sciences 5.4 (2017): 423.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.