¿Sería posible reducir la cintura en una semana?
Reducir la cintura puede ser una tarea complicada para algunas personas. La grasa localizada es difícil de eliminar por cuestiones genéticas, metabólicas y hormonales. ¿Cómo podemos mejorar la silueta con cuidados sencillos?
Aunque podemos pensar que la solución es ponernos a dieta, hay partes del cuerpo muy rebeldes que se suelen resistir, como es el caso del abdomen. Por eso, te damos algunos tips muy efectivos para reducir la cintura en una semana y de una manera mucho más sencilla de lo que crees.
Por supuesto, para controlar el peso, es esencial realizar cierto ejercicio. Por ello, a continuación le mostramos un breve tutorial de un sencillo ejercicio: la marcha.
¿Por qué me cuesta reducir la cintura?
Conseguir una silueta mucho más estilizada es el sueño de muchas personas. No obstante, la cintura es una parte del cuerpo en la que se puede acumular grasa con facilidad, incluso en las personas delgadas.
A continuación, repasamos cuáles pueden ser las causas, además de la genética, que pueden llevar a esta acumulación:
- Estrés.
- Embarazo.
- Alcoholismo.
- Sedentarismo.
- Trastornos digestivos.
- Metabolismo lento.
- Alimentación rica en azúcares y refinados.
- Desequilibrios hormonales; por ejemplo, durante la menopausia.
Consejos para reducir la cintura
Para lucir una figura acorde a nuestra talla, lo más recomendable es acudir al médico para una evaluación. Una vez conozcamos sus indicaciones podremos ponerlas en práctica y, de ser necesario, podríamos buscar la ayuda de un nutricionista.
1. Reduce las cenas
La cena es la comida del día que más engorda (cuando la preparamos en cantidades abundantes y con un alto contenido de grasas saturadas) y sus efectos se notan, especialmente en la cintura. La buena noticia es que también es en este punto en el que primero notaremos los beneficios si empezamos a cambiar la dinámica de cenar mucha cantidad o demasiado tarde.
Algunas personas se quejan de que les resulta muy difícil cenar temprano por los horarios que tienen. Sin embargo, pueden buscar la manera de merendar a media tarde para, por la noche, comer algo muy ligero.
De igual forma, estudios afirman que los refrigerios nocturnos son más perjudiciales para el peso que los diurnos. Por tal motivo, es recomendable reducir la ingesta de alimentos y refrigerios en horas de la noche.
Asimismo, existen personas que lamentan que la cena es el momento de reunión familiar. Por ese motivo, sería un sacrificio demasiado grande cambiar los hábitos de todos.
En ese caso, recomendamos elegir recetas ligeras y fáciles de preparar, así como tener la fuerza de voluntad de consumir raciones más pequeñas. La merienda previa será, por lo tanto, una gran ayuda para no llegar a la cena con ansiedad.
A la mañana siguiente, ya nos sentiremos más livianos y, con el paso de los días, notaremos una cintura más fina; esto nos dará ánimo para seguir haciéndolo de este modo.
2. Controla las porciones
Lo que hemos dicho de las cantidades para la cena debe ser uno de nuestros objetivos en cada comida. No se trata de pasar hambre, se trata de encontrar el punto exacto en el que podríamos comer más, pero, en realidad, ya no lo necesitamos. De hecho, si conseguimos esperar 5 o 10 minutos, esa supuesta hambre desaparecerá.
La diferencia es clave, ya que en esos momentos suele ser cuando comemos lo que menos nos conviene como, por ejemplo, pan o dulces. Un truco para habituarnos consiste en tomar una infusión digestiva después de la comida; también nos ayudará masticar bien cada bocado para saciarnos con más rapidez.
3. Aumenta las proteínas
Quizá ya has oído hablar de las dietas altas en proteína, que prometen resultados milagrosos en poco tiempo. De hecho, sí que funcionan, pero son perjudiciales para el hígado y los riñones, además de producir un efecto rebote al cabo de un tiempo.
Investigaciones sugieren dietas altas en proteínas y bajas en carbohidratos en conjunto con ayuno intermitente para promover una mayor pérdida de peso.
Por tal motivo, debemos destacar la importancia de consumir proteínas para perder peso y reducir la cintura. Estas pueden ser de origen animal o vegetal. Tampoco debemos olvidarnos, por supuesto, del resto de alimentos para una alimentación equilibrada.
Fuentes de proteína animal:
- Carne.
- Huevo.
- Lácteos.
- Pescado y marisco.
Fuentes de proteína vegetal:
- Aguacate.
- Legumbres.
- Cereales integrales.
- Frutos secos y semillas.
Lo ideal sería comer una ración de proteína en cada comida, combinar las de origen animal con las de origen vegetal y acompañarlas de vegetales crudos y cocinados. En último lugar deben quedar los cereales y las harinas, los cuales hemos de intentar que sean siempre integrales.
4. Elige bien las grasas
Sí, las grasas son muy importantes. Y no por reducirlas, como dicen muchos dietistas, sino por elegirlas de manera inteligente. Las grasas saludables nos ayudan a bajar de peso, reducir la cintura y evitar la acumulación de grasa en otras partes poco estéticas.
Estas grasas van a ser usadas por el organismo para otras funciones, a la vez que lo obligan a aumentar el gasto energético. Debemos incorporar, por lo tanto, en cada comida, una ración de grasas buenas:
- Aguacate.
- Pescado azul.
- Probióticos.
- Yema de huevo.
- Frutos secos y semillas.
- Lácteos, como el yogur o el queso de cabra u oveja, o el ghee.
- Aceites vegetales de primera presión en frío (de oliva, de coco, de sésamo, de germen de trigo, de onagra, etc).
5. Duerme lo suficiente
El sueño insuficiente es una causa recientemente descubierta para la obesidad. Estudios afirman que las personas con un patrón de sueño insuficiente pueden aumentar varios kilogramos en un corto periodo de tiempo. Esto como una respuesta normal del organismo que busca reponer la energía necesaria para mantener la vigilia adicional.
Por tal motivo, es vital dormir por lo menos 8 horas al día cuando buscamos perder peso y reducir la cintura. En este sentido, planifica tu cronograma de actividades y evita quedar hasta tarde despierto.
Los hábitos diarios son la clave
Como habrás notado, no hablamos de ninguna dieta milagrosa ni de sacrificios enormes para alcanzar el objetivo. Basta con corregir los hábitos cotidianos y reemplazarlos por otros más saludables; tu cuerpo te lo agradecerá y de seguro lucirás la figura que tanto buscas.
Recuerda, en caso de que tengas alguna inquietud, lo mejor será siempre consultar con tu médico de cabecera. Los profesionales en nutrición son los únicos capacitados para guiar la pérdida de peso de forma correcta y sin complicaciones.
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