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Vegetaciones o adenoides: ¿qué son?

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Las adenoides o vegetaciones son una parte del sistema inmune del cuerpo humano. Aunque suelen ser una causa de operación quirúrgica, en realidad su función primordial es justamente evitar que nos enfermemos. Aquí te vamos a explicar qué son y para qué sirven.
Vegetaciones o adenoides: ¿qué son?
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto
Última actualización: 06 julio, 2023

El nombre correcto sería adenoides, pero se conocen coloquialmente como vegetaciones. Son una parte del sistema inmune del ser humano, es decir, cumplen funciones de defensa del organismo frente a posibles microorganismos o sustancias que quisiesen ingresar desde el exterior.

Este tejido inmune se ubica detrás de la nariz, en lo que sería el techo del conducto respiratorio, antes de comenzar su descenso hacia el tórax pasando por el cuello. Forman con las amígdalas un anillo que divide la zona de las cavidades bucal y nasal de la faringe propiamente dicha.

La función principal de la adenoides es filtrar y retener sustancias o microorganismos exógenos que intenten ingresar al cuerpo humano con el riesgo de enfermarlo. Las adenoides pueden retener bacterias, virus o, incluso, polvo que contenga patógenos.

Las adenoides o vegetaciones tienen su mayor actividad en la infancia. Hasta los cinco años, se registra que su función está netamente activa. Desde esa edad, comienzan a disminuir de tamaño para tender a desaparecer durante la adolescencia, ya que después el cuerpo humano tiene otras vías más eficientes de defensa.

La hipertrofia de adenoides

Como adelantábamos, la ‘fama’ de las adenoides o vegetaciones proviene de la necesidad de operarlas en determinados casos. La condición que origina la necesidad de la cirugía se denomina ‘hipertrofia’.

La hipertrofia de adenoides es el aumento de tamaño del tejido inmune allí localizado, que genera síntomas indeseados en la persona y le impide cumplir la función específica para la que existen. La edad más frecuente de presentación de esta hipertrofia es entre los tres y los seis años.

Los niños que lo padecen suelen tener alguno de los siguientes síntomas:

  • Respiración bucal: al encontrarse obstruida la vía nasal, ingresan el aire por la boca.
  • Sequedad bucal: a causa de ingresar el aire por la boca, la cavidad se reseca, ya que no está preparada para efectuar por sí sola el acto respiratorio.
  • Voz nasal: la obstrucción genera cambios en la caja de resonancia que otorga el timbre a la voz, por ello los niños con hipertrofia tienden a tener una voz diferente, con un tono característico.
  • Ronquidos: generalmente, son niños que roncan de noche, inclusive pudiendo respirar con un ruido intenso durante la vigilia también, como si roncaran despiertos.
  • Halitosis: la respiración bucal que reseca la boca lleva al mal aliento, aún con una buena higiene. Ciertas bacterias proliferan mejor en un ambiente seco.
  • Infecciones de repetición: quizá la causa más frecuente por la que un médico sospecha hipertrofia de adenoides o vegetaciones son las infecciones de garganta, nariz y oído de repetición en un niño. Más de ocho o nueves faringitis, otitis o sinusitis anuales obligan a solicitar los estudios para descartar la hipertrofia.
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Problemas de salud bucal en los niños pueden deberse a hipertrofia de adenoides.

Para informarte más: Anatomía esencial de las vías aéreas

¿Cuándo operar las vegetaciones?

Lo normal sería que nunca hubiese que extirpar las adenoides. Es un tejido fisiológico del ser humano y existe porque tiene una función, sobre todo en los niños. De hecho, no todos los profesionales están de acuerdo sobre los beneficios de la terapéutica quirúrgica.

En general, cuando es necesaria la adenoidectomía, o sea, la extirpación de las adenoides o vegetaciones, se realiza en conjunto con la amigdalectomía, es decir, la extirpación de las amígdalas. Hasta hoy, siguen siendo las operaciones más frecuentes de la edad pediátrica.

Se entiende que un niño requiere la cirugía cuando:

  • La dificultad para respirar es constante y altera su rendimiento físico, ya sea deportivo o de actividades de la vida cotidiana.
  • Durante el sueño, aparece la dificultad respiratoria provocando apneas –detenimientos de la respiración momentáneos–.
  • Las infecciones son más recurrentes de lo esperable en la edad pediátrica, pudiendo generar otras complicaciones, como retraso del crecimiento, hipoacusia o problemas de aprendizaje.

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Los adultos y las adenoides

Desde los cinco años, y a través de la adolescencia, las vegetaciones empiezan un proceso de atrofia. Tienden a achicarse progresivamente para desaparecer. No son tan necesarias como en la edad pediátrica y, por ello, el cuerpo está programado para eliminarlas.

Su desaparición no significa una pérdida significativa. Al contrario, la atrofia indica que el cuerpo ha podido evolucionar a otras modalidades de defensa contra los agentes externos. La persistencia de las adenoides o vegetaciones en la edad adulta sí representa un problema.

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Los adultos con apnea obstructiva del sueño pueden beneficiarse de una operación si su adenoides está inflamada.

Los adultos con adenoides inflamadas pueden sufrir el síndrome de apnea obstructiva del sueño, que consiste en episodios nocturnos, durante el sueño, de falta de respiración por unos segundos. Es una situación complicada que se asocia con hipertensión arterial y aumento del riesgo cardiaco.

Como los niños que lo requieren, también los adultos con esta inflamación pueden beneficiarse de la cirugía, mejorando su vía respiratoria y disminuyendo los episodios de apnea nocturna. Quizá no se solucione completamente el síndrome, pero ayuda a reducir la posibilidad de un incidente cardiaco.


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