4 formas de deshacerse de los bultos en los pies
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
Los bultos en los pies aparecen por diversos motivos y, aunque usualmente no son peligrosos, en ocasiones pueden causar molestias físicas y problemas de autoestima e inseguridad. Sigue leyendo este artículo para conocer más sobre este tema y encontrar las soluciones más eficaces y adecuadas según cada caso.
¿Qué son los bultos en los pies?
Los bultos en los pies son protuberancias de los huesos (óseas) o de la piel (dérmicas) que aparecen por distintos motivos, que van desde causas congénitas hasta una mala elección en el calzado.
Estas prominencias son inofensivas la mayoría de las veces. No obstante, ten en cuenta que los siguientes casos requieren la atención de un especialista:
- Pacientes con diabetes.
- Inflamación o aumento de temperatura en el área alrededor del bulto.
- Sangrado.
- Impedimento para caminar.
- Protuberancias del hueso.
¿Cómo distinguir entre los diferentes tipos de bultos en los pies?
Reconocer qué tipo de bulto tenemos en los pies es muy importante, pues de ello dependerá el tratamiento.
Bultos óseos
Las protuberancias óseas generalmente son duras al tacto y suelen aparecer en articulaciones, siendo la más común aquella del dedo gordo, conocida como juanete.
El tratamiento para corregir este tipo de bultos incluye el uso de almohadillas y plantillas especiales, así como calzado ortopédicamente diseñado y férulas. De la misma forma, este estudio realizado por la Universidad del Desarrollo de Chile afirma que la única forma de corregir para siempre este problema es a través del proceso quirúrgico.
Por eso, antes de iniciar un proceso correctivo en este tipo de bulto es importante tener el diagnóstico y la recomendación de un especialista.
Bultos dérmicos
Por otro lado, las protuberancias dérmicas aparecen en lugares donde ha habido una constante fricción entre la piel y otro elemento, como el calzado. Así lo afirma en este informe la Biblioteca Nacional Médica de Estados Unidos.
A estas se les denomina callos, y es piel engrosada que generalmente se halla en la parte de arriba o a un lado de los dedos del pie, así como en la planta. Este tipo de bultos pueden ser eliminados sin problemas con sencillos métodos.
Bultos con líquido
Los bultos con líquido en su interior son poco frecuentes y pueden resultar una gran molestia. Las bolsas sinoviales y los quistes son algunas de las formas más conocidas.
Los quistes suelen presentarse como protuberancias blandas y fluctuantes con un contenido gelatinoso o líquido. Estos pueden formarse posterior a una herida punzante, e incluso sin un motivo aparente.
Por su parte, las bolsas sinoviales son pequeños sacos llenos de líquido, con textura esponjosa y muy dolorosos. Se forman sobre los relieves óseos y suelen aparecen por la presión y la fricción en el pie.
Bultos inflamatorios
Los bultos en el pie por gota son las lesiones más frecuentes de este grupo. Son resultado de la acumulación de ácido úrico en las articulaciones. Estos bultos inflamatorios suelen ser bastante dolorosos y se localizan típicamente en el dedo gordo del pie.
De igual forma, algunas tendinitis, como la tendinitis del tendón de Aquiles, también promueve la aparición de protuberancias inflamatorias en el pie. Se presenta como un bulto o hinchazón a nivel del talón.
Remedios para eliminar los bultos dérmicos en los pies
1. Aspirina y limón
El ácido acetilsalicílico (aspirina) es usado en dermatología por sus propiedades antiinflamatorias y para ayudar a combatir el acné. También es el ingrediente activo en muchos de los parches para callos que hay en el mercado.
En esta ocasión lo vamos a combinar con las propiedades antisépticas del jugo de limón.
Ingredientes
- 5 o 6 aspirinas.
- El jugo de 1 limón.
¿Qué debes hacer?
- Tritura cinco o seis aspirinas hasta convertirlas en polvo y agrégales jugo de limón hasta que puedas formar una pasta.
- Aplica la mezcla en la parte afectada de tu pie y cúbrela con una gasa y con una bolsa plástica por espacio de 10 minutos.
- Pasado el tiempo indicado, enjuaga.
- Repite diariamente por una o dos semanas.
2. Vinagre de sidra y pan
El vinagre de sidra tiene propiedades antisépticas muy potentes que ayudan a suavizar la piel endurecida.
Ingredientes
- 1 rebanada de pan.
- ½ taza de vinagre de sidra (125 ml).
¿Qué debes hacer?
Para este sencillo pero eficaz remedio deberás remojar una rebanada pequeña de pan en vinagre de sidra.
- Para empezar lávate los pies con agua tibia y coloca el pan remojado en el callo.
- Sostén la mezcla con un poco de gasa y cinta adhesiva médica.
- Deja actuar el remedio durante toda la noche.
- Repite cada noche hasta que obtengas resultados.
3. Piedra pómez y sales de Epsom
Ingredientes
- 3 cucharadas de sales de Epsom (30 g).
- Agua (la necesaria).
Utensilios
- Un cubo.
- Piedra pómez.
¿Qué debes hacer?
- Remoja tus pies por diez minutos en un balde con agua tibia y un puñado de sales de Epsom.
- Pasado el tiempo indicado, frota con la piedra pómez por dos minutos, con cuidado de no lastimar la piel.
- Es importante no aplicar diario este tratamiento, y suspenderlo si el bulto sangra o duele.
4. Aloe vera
- Para usar el aloe vera necesitas cortar en dos una hoja y retirar la pulpa de la planta.
- Aplícala sobre el bulto y déjala durante la noche. Pronto verás como de tus pies desaparecen las callosidades.
Consejos para evitar la reaparición de bultos
Ten en cuenta el trabajo extenuante que tus pies desempeñan y consiéntelos un poco eligiendo zapatos que sean cómodos y que calcen perfecto, de modo que no aprisionen el pie. Así, también evitarás posibles lesiones, como asegura esta investigación del podólogo José Enrique Caballero-Gómez.
- Prescinde de los tacones altos, pues puedes presentar problemas derivados de su uso, como juanetes.
- Dile no al calzado de punta muy angosta, ya que evita que los dedos descansen de modo cómodo, lo que favorece la aparición de callos.
- Utiliza almohadillas y soporte extra en tobillos, así como protectores en las articulaciones del dedo gordo.
Una lesión molesta y poco estética
Los bultos en los pies suelen resultar desagradables e incómodos para las personas afectadas. Las causas son muy variadas, siendo las formas dérmicas y óseas las más comunes. El tratamiento médico es la opción ideal para corregir estas lesiones. Consulte a su médico de confianza para mayor información.
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