5 trucos caseros para bajarle la fiebre al bebé
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
Un bebé con fiebre es una preocupación para los padres, sobre todo si son primerizos. Por lo general, una temperatura elevada despierta muchos miedos, aunque es una reacción natural frente a una infección. Bajarle la fiebre al bebé es posible y necesario, pero sin caer en la desesperación.
Para saber cómo actuar ante la fiebre, es importante tener en cuenta la edad del bebé, cuál es la temperatura que alcanza y desde cuándo tiene fiebre. En este sentido, se considera que tiene fiebre un bebé cuando la temperatura tomada en el recto supera los 38ºC o los 37,5ºC si se mide en la axila.
¡Tiene fiebre!
Antes de desesperarte porque “¡tiene fiebre”, quizás deberías valorar que la fiebre puede ser tu aliada a la hora de cuidar la salud de tu bebé. La fiebre se presenta cuando el cuerpo está combatiendo una infección.
En los bebés, cuyo sistema inmunitario está en desarrollo, la fiebre es el síntoma de que su organismo está luchando por sanarse por sí mismo. Eso debería darnos la calma necesaria para actuar con tranquilidad, su organismo está respondiendo como debe hacerlo.
Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) la fiebre no es ninguna enfermedad en sí misma, es un mecanismo del cuerpo para protegerse tanto de virus como de bacterias. Además, la fiebre no causa otras dolencias y patologías como sordera, ceguera o daño cerebral.
En cualquier caso, en cuanto aparece la fiebre en el bebé se debe llamar al pediatra para que él u otro profesional de la salud pueda valorar la situación. No obstante, se aconseja mantener la calma puesto que el hecho de que un bebé tenga fiebre se considera normal y habitual como parte del desarrollo y del crecimiento.
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5 trucos caseros para bajarle la fiebre al bebé
Mientras el sistema inmunitario combate contra la enfermedad, puedes ayudar al bebé a aliviar su malestar. Con las siguientes recomendaciones caseras es posible bajarle la fiebre al bebé, sin embargo se recomienda consultarlo con un pediatra antes de aplicarlas.
1. Dale un baño de agua templada
Dale un relajante baño en una tina con agua templada. Si utilizas agua fría, el bebé comenzará a temblar y la temperatura corporal se elevará. Además, el bebé rechazará el agua fría, llorará y sumará estrés a la ya tensa situación. Si el bebé se siente mal, estará molesto, con lo que el agua templada será más fácil de aceptar.
2. Vístelo de forma más ligera
Ni arropar al bebé para que “sude la fiebre”, ni dejarlo desnudo. La piel es el órgano más grande del cuerpo y necesita refrescarse cuando hay fiebre. Quita las mantas pesadas y la ropa que lo mantiene caliente.
3. Mantenlo hidratado
Llevar una dieta líquida es lo mejor para evitar la deshidratación durante el proceso de bajarle la fiebre al bebé. Si tu bebé es amamantado, la lactancia materna lo mantendrá perfectamente hidratado.
Las gelatinas y los jugos o helados de frutas ayudarán a refrescar al bebé. Los pediatras suelen recomendar el uso del suero oral, pero los bebés no siempre toleran el sabor. El agua de coco proporciona una excelente hidratación natural.
4. No usar compresas frías
La AEPap desaconseja el uso de compresas frías u otros medios similares como paños húmedos, friegas con alcohol o desnudar a los bebés. En estos casos, lo mejor es ni desnudar al bebé ni abrigarlo demasiado; es decir, mantener una temperatura constante sin llegar a ningún extremo.
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5. Mantén una temperatura agradable
Por su parte, la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) recomienda que en la habitación donde está el bebé la temperatura sea agradable. No debe hacer ni calor ni frío. Además, como se ha señalado anteriormente, el niño no debe tener mucha ropa para evitar que pase calor.
Cuándo recurrir al pediatra
Si la fiebre no remite en 24 horas y si además aparecen otros síntomas es importante acudir al pediatra o al servicio médico más cercano.
- El bebé está muy irritable o adormilado.
- Presenta dificultades para respirar.
- Aparece una erupción en la piel.
- Si presenta rigidez en el cuello
- Tiene una convulsión o pérdida del conocimiento.
- Si presenta vómitos y diarrea persistentes, con síntomas de deshidratación (lengua seca, ojos hundidos, ausencia de saliva).
Lo más importante es no perder la calma. En la mayoría de los casos la fiebre remite sin mayores problemas al cabo de un tiempo y el bebé vuelve a estar en perfectas condiciones. En cualquier caso de duda lo aconsejable es llamar al pediatra y seguir sus indicaciones al pie de la letra.
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- Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria. AEPap. Acerca de la fiebre de vuestros hijos. Decálogo de la Fiebre.
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- Sociedad Española de Urgencias de Pediatría. SEUP. Hojas informativas para padres. Fiebre.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.