12 señales de cortisol alto en tu organismo
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
El cortisol es una hormona que se produce en la glándula suprarrenal. Su concentración elevada en la sangre se llama hipercortisolemia y, si se mantiene en el tiempo, puede dar lugar al síndrome de Cushing.
Esta hormona tiene diferentes funciones en el organismo. Además, hay receptores para ella en casi todos los sistemas, por lo que un desequilibrio en su concentración provoca síntomas diversos a lo largo de todo el cuerpo.
Los valores normales de cortisol en la sangre oscilan entre 5 a 25 microgramos por decilitro (o 140 a 690 nanomoles/litro). Su concentración aumenta más en la mañana, bien temprano, y disminuye por la noche.
Aunque el cortisol alto (más de 25 microgramos por decilitro) no se presenta en todas las personas, existen algunas señales que podrían indicarte que algo no va bien con la hormona. ¿Quieres saber cuáles? Mira el siguiente listado.
1. Aumento de peso repentino
El incremento de peso es uno de los primeros síntomas del cortisol alto en el organismo. Se hace más notable en la parte superior del cuerpo, debido a que la grasa se empieza a acumular en hombros, pecho y espalda.
Una de las explicaciones para este fenómeno es que la mayor liberación de cortisol conduce a una resistencia a la insulina, que puede ser peor si llevamos una dieta con exceso de fructosa (un tipo de azúcar muy presente en los ultraprocesados). De igual modo, cuando la hormona está elevada, aumenta el apetito por alimentos con grasas y azúcares libres.
2. Cambios en la piel
La piel también se ve afectada por la hipercortisolemia. Los síntomas cutáneos más comunes de la condición son:
- Acné.
- Hematomas y moretones.
- Lesiones violetas en forma de estrías en los senos, el abdomen y los muslos.
Además, puede haber retraso en la cicatrización, así como alteraciones en la barrera cutánea, lo que favorece las infecciones. La piel se notará adelgazada y con envejecimiento prematuro.
3. Aumento del vello corporal
En las mujeres, el cortisol elevado se asocia con hirsutismo, que es la aparición de vello en exceso, en zonas donde no es común. Por ejemplo, la región de la barba.
Este puede ser el síntoma inicial que lleve a la sospecha de síndrome de Cushing en mujeres.
4. Pérdida de fuerza muscular
Existe el riesgo de que el cortisol en exceso lleve a un deterioro del músculo. Las personas con elevación de la hormona tienen más desgarros y lesiones.
En los adultos mayores, podría registrarse una menor fuerza de agarre. Ello también se asocia con una peor calidad de vida y menos potencia para realizar actividades cotidianas.
5. Reducción de la densidad de los huesos
Los altos niveles de cortisol en el organismo afectan la salud de los huesos. La estructura ósea se debilita y aumenta el riesgo de sufrir fracturas, en especial, en la columna y las caderas. Las fracturas con osteoporosis pueden ser un síntoma de hipercortisolismo.
6. Deficiencias en las defensas del cuerpo
Asma, atopía y alergias son los síntomas más frecuentes de una falla en el sistema inmunitario por culpa del cortisol. No obstante, la situación puede tornarse grave si la hormona está muy elevada por muchos años, ya que podría conducir a lupus o enfermedad de Crohn.
El cortisol está detrás de varios procesos inflamatorios del cuerpo. La inflamación descontrolada afecta las funciones de las células de defensa y favorece las infecciones, lo que podría conducir a más inflamación.
7. Humor cambiante y trastornos del estado de ánimo
La ansiedad es uno de los síntomas más comunes que suelen aparecer cuando alguien se ve sometido a altos niveles de estrés. Más estrés es más cortisol y peor regulación del ánimo.
También la irritabilidad es señal de hipercortisolismo. Personas que no eran agresivas pueden experimentar arrebatos de ira por culpa del desbalance hormonal.
8. Insomnio y trastornos del sueño
El cortisol mantiene un ciclo de secreción matutina que disminuye por la noche. La secreción durante el día ayuda a mantener el estado de vigilia, por lo que un aumento en su producción a la noche podría generar insomnio. En definitiva, genera una alteración del ritmo circadiano.
La perpetuación del insomnio alimenta un círculo vicioso. Descansar mal conlleva estrés y ansiedad, que son experiencias que incrementan la secreción de cortisol.
9. Alteraciones en la tiroides
Las personas con síndrome de Cushing desarrollan una alteración en el eje hipotálamo-hipófisis-tiroides. Al igual que sucede con el cortisol, las hormonas tiroideas tienen injerencia en varios órganos y tejidos del cuerpo.
Tener síntomas de hipotiroidismo podría ser una forma de presentación del cortisol alto. Por eso, en pacientes con enfermedades de la tiroides se recomienda descartar hipercortisolismo.
10. Azúcar alta en la sangre
Las personas con alteraciones en los niveles de insulina, también suelen tener el cortisol desequilibrado. El impacto podría ser grave si pensamos en la diabetes, es decir, la incapacidad para regular el azúcar en la sangre.
Los niveles elevados de azúcar sanguínea se expresan con mucha sed, mucha hambre y mucha producción de orina. A largo plazo, aparecen complicaciones cardiovasculares y neurológicas.
11. Hipertensión arterial
Los desajustes del cortisol pueden incidir en el aumento de la presión arterial. La hormona provoca retención de sodio y de agua, lo que incrementa el volumen de la sangre.
En concreto, cada duplicación de los niveles de cortisol se asocia con un aumento del 90 % en el riesgo de padecer eventos cardiovasculares. Además, si la hormona sube en exceso por culpa del estrés, el riesgo es mayor, pues las situaciones estresantes son factores de riesgo para infartos y accidentes cerebrovasculares.
12. Dolor de cabeza
Las personas con migraña crónica tienen niveles más altos de cortisol. No se sabe muy bien si esto es una consecuencia de la migraña en sí misma o sucede al revés. En todo caso, una elevación permanente de la hormona debido al estrés podría generar dolores de cabeza puntuales.
¿Por qué podemos tener cortisol alto?
El estrés emocional o físico prolongado es una de las causas más comunes del aumento de cortisol. También se asocia a enfermedades como la obesidad, la diabetes y los trastornos autoinmunitarios. Además, otras causas posibles son las siguientes:
- Tumores en las glándulas suprarrenales o en la hipófisis, tanto benignos como malignos.
- Uso de medicamentos corticoides, como la prednisona o la dexametasona, en dosis muy altas y por largos períodos.
- Síndrome de Cushing, que resulta de una producción excesiva de adrenocorticotropina (ACTH) por parte de la hipófisis.
¿Qué hago si tengo el cortisol alto?
Si consideras que presentas una o varias de las señales que te comentamos, consulta con un médico. Te indicarán una prueba sanguínea para medir los niveles, la cual se realizará por la mañana.
En caso de confirmarse el diagnóstico, habrá que investigar las causas. De este modo, se podrá iniciar un tratamiento acorde para la enfermedad de base.
No obstante, mientras sigues el tratamiento médico, puedes aplicar algunas estrategias que contribuirán a equilibrar el cortisol. Te las contamos, a continuación.
Intenta dormir más
Cuida tu higiene del sueño, mantén los horarios regulares para descansar y haz rituales para relajarte antes de dormir. Ten en cuenta que, aparte de reducir los niveles de cortisol en el organismo, con estos hábitos disfrutarás de más salud general.
Gestiona el estrés
Técnicas de respiración y meditación son herramientas para la gestión del estrés. La respiración profunda y la meditación mindfulness reducen el ritmo cardíaco, tranquilizan la mente y disminuyen la ansiedad. Se trata de prácticas con efectos positivos y seguras para la mayoría.
Mantén una alimentación equilibrada
Las frutas ricas en vitamina C, como los arándanos, las fresas, los kiwis y las naranjas, ayudan a combatir el estrés oxidativo y a reducir el cortisol. También cumplen una función similar las verduras de hoja verde, como las espinacas y la acelga.
El pescado, especialmente el salmón y otros ricos en ácidos grasos omega-3, juegan un papel importante. El nutriente ayuda a prevenir el aumento del cortisol durante situaciones estresantes.
La cafeína, por su parte, tiende a aumentar el nivel de cortisol en la sangre. Por lo tanto, limitar las tazas de café o eliminarlas de tu rutina es una buena decisión.
A su vez, el alcohol promueve la elevación del cortisol, a través de la estimulación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. Es otra sustancia que deberías restringir.
Haz ejercicio
Una de las formas más efectivas de disminuir el cortisol es a través de la actividad física regular. Caminar, practicar yoga o taichí ayudan a reducir el estrés percibido.
Programa, al menos, 150 minutos de ejercicio moderado a la semana. No te excedas con la actividad, de acuerdo a tus capacidades, ya que hacer de más tendrá el efecto contrario.
Presta atención al cortisol
El cortisol tiene un papel clave en diversas funciones del organismo. Su acción principal es ayudar al cuerpo a manejar el estrés, regulando el metabolismo, la presión arterial y la respuesta inmunitaria.
Un exceso estará relacionado con problemas de salud, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial, la osteoporosis y los trastornos del estado de ánimo. Además, se podría suprimir el sistema inmunitario, aumentando la susceptibilidad a las enfermedades.
Prestar atención al cortisol podría significar una mejor calidad de vida. Sus concentraciones normales promueven una buena salud integral y nos evitan enfermedades.
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