¿Qué es la amitriptilina y para qué sirve?

La amitriptilina forma parte del grupo de los antidepresivos tricíclicos. Sin embargo, la depresión no es su única indicación. Te explicamos para qué se suele utilizar.

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

La amitriptilina es un fármaco que se cataloga dentro de los medicamentos antidepresivos. En concreto, forma parte del grupo de los antidepresivos tricíclicos. Reciben este nombre por su estructura química que incluye una cadena de tres anillos.

Sin embargo, aunque muchas personas lo desconozcan, lo cierto es que esta sustancia se puede utilizar con muchos otros fines, además de la depresión. Por ejemplo, para tratar el insomnio o la migraña. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la amitriptilina y cuándo se emplea.

¿Qué es la amitriptilina? ¿Cómo funciona?

Como hemos señalado, la amitriptilina es un medicamento antidepresivo tricíclico. Es una sustancia que actúa a nivel cerebral haciendo que ciertos neurotransmisores aumenten su concentración en las terminales nerviosas. En concreto, incrementa la disponibilidad de noradrenalina y serotonina.

Tanto la noradrenalina como la serotonina tienen una función esencial sobre el sistema nervioso. Su concentración se relaciona con la motivación, el estado de ánimo, la sensación de estrés y la ansiedad.

La serotonina, tal y como explica la Asociación de Especialistas en Prevención y Salud Laboral, se conoce como la partícula de la felicidad. No obstante, además de estar relacionada con la sensación de bienestar, también interviene en el funcionamiento intestinal.

La amitriptilina inhibe la recaptación de ambos neurotransmisores. De esta forma, al conseguir que estén en una mayor concentración se potencia su acción a nivel cerebral y medular.

Este medicamento suele administrarse por vía oral. Presenta una absorción rápida, lo que permite que su nivel en la sangre sea máximo entre las 2 y 12 horas después de haberlo ingerido. Se elimina de manera mayoritaria por la orina.

Para cualquier fin que se utilice la amitriptilina, el tratamiento debe comenzar a dosis bajas. Del mismo modo, a la hora de retirarlo debe hacerse de forma gradual. Si se suspende de forma brusca suelen aparecer efectos secundarios.

¿Para qué sirve?

Uno de los principales usos de la amitriptilina es el tratamiento de la depresión. Sin embargo, tal y como explican los especialistas de la Clínica Mayo, ya no constituyen la primera línea de abordaje debido a sus efectos secundarios. En la actualidad se prefieren los inhibidores de la recaptación de serotonina.

Otra de las indicaciones de este fármaco es el insomnio. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estima que casi el 35 % de los estadounidenses no duerme lo suficiente. El problema es que cualquier medicamento que se recete para el insomnio debe ser para un periodo corto de tiempo.

Según explica Cochrane, la amitriptilina también se emplea para tratar el dolor neuropático. Es aquel que se produce tras la lesión de algún nervio. Por ejemplo, en la neuropatía diabética o la neuralgia posherpética.

En el caso de los niños, según explica la Asociación Española de Pediatría, la amitriptilina puede estar indicada para tratar la enuresis nocturna, que es la incontinencia urinaria que sucede por las noches. Incluso, puede ser útil para tratar la depresión infantil, pero solo en mayores de 12 años.

Efectos secundarios de la amitriptilina

La principal razón por la que la amitriptilina ha dejado de ser la primera opción de tratamiento de la depresión es que, a menudo, produce efectos secundarios. Estas reacciones pueden ser más o menos graves y varían en función de la persona y de la dosis.

Es importante destacar que este fármaco está contraindicado en numerosas situaciones. Por ejemplo, en personas con ciertos problemas cardíacos, epilepsia, trastornos renales o glaucoma. Del mismo modo, no se recomienda su uso en diabéticos.

Los efectos secundarios que aparecen con más frecuencia son sequedad de boca, estreñimiento y somnolencia. Además, puede haber dolor de cabeza o dificultad para orinar. Dentro de las reacciones adversas graves está el hecho de que puede aumentar el ritmo del corazón o producir arritmias.

¿Cuál es la dosis recomendada?

La dosis recomendada de amitriptilina depende de para qué se vaya a utilizar. Según explican en National Institutes of Health (NHS), se puede administrar en forma de comprimidos o líquida. Los comprimidos pueden ser de 10, 25 o 50 miligramos. 

Como señalábamos antes, lo ideal es comenzar siempre con la dosis más baja. Es decir, se recomiendan 10 miligramos al día. Además, es mejor hacerlo antes de irse a dormir, ya que puede causar somnolencia, sobre todo al principio.

La dosis se puede incrementar en función del peso o de la patología. No obstante, no debe sobrepasar los 75 miligramos diarios debido al riesgo de efectos secundarios.

Si se ha olvidado una dosis se recomienda tomarla lo antes posible, pero no combinar varias. La amitriptilina se puede tomar con alimentos o con el estómago vacío. No se debe masticar, ya que puede producir un sabor desagradable en la boca.

Interacciones de la amitriptilina con otros medicamentos

Otro de los grandes problemas de la amitriptilina es que tiene un alto riesgo de interaccionar con otros medicamentos. En primer lugar, con sustancias que se utilizan para patologías cardiovasculares. Por ejemplo, los antiarrítmicos como la quinidina.

A nivel cardíaco también puede producir daños si la amitriptilina se combina con adrenalina, fenilefrina u otras catecolaminas. Lo mismo sucede con la metadona. Todos ellos pueden hacer que la actividad eléctrica cardíaca se desregule.
Otros antidepresivos pueden interactuar con este medicamento, incluso después de haber pasado un tiempo sin tomarlos. Las sustancias opioides, tales como la morfina y la oxicodona, que también se emplean para el dolor, pueden conllevar problemas respiratorios y letargia al combinarse con amitriptilina.

La amitriptilina requiere prescripción médica

Uno de los aspectos más relevantes a destacar de este fármaco es que su efecto puede tardar en aparecer. Cuando se utiliza para calmar el dolor neuropático tarda entre 5 y 7 días en actuar.

En los casos de depresión se requieren meses de tratamiento para que sea realmente efectivo. Además, es importante señalar de nuevo que debe retirarse de forma progresiva.

Durante la gestación no se recomienda administrar amitriptilina. En esta etapa lo ideal es utilizar otros medicamentos, ya que podría causar efectos negativos sobre el feto.

Este medicamento presenta numerosas utilidades, sin embargo no está exento de efectos secundarios. Ningún fármaco antidepresivo debe utilizarse sin indicación médica. Del mismo modo, es esencial entender que ciertos problemas no pueden tratarse solo con medicamentos.

Si tu médico te pauta un tratamiento con amitriptilina, es fundamental seguir las instrucciones de uso. Las dosis deben ser las indicadas y el tiempo entre ellas debe seguirse de forma correcta.