Boro: características, usos y posibles riesgos
Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza
El boro es conocido por ser un elemento químico que se identifica con el símbolo B. Sin embargo, también es un oligoelemento, es decir, un componente primordial para el organismo.
Está presente en el medio ambiente y en alimentos como nueces, frijoles y naranjas. Así mismo, existe una pequeña cantidad en el agua. En general, el boro se utiliza para fortalecer el tejido óseo, ayudar en el tratamiento de la artritis y mejorar la función cerebral.
Por otro lado, no existe una dosis recomendada de boro, sino un límite que depende de la edad, el sexo y la condición física. Te mostramos todo lo que debes saber sobre este elemento natural.
Usos y posibles beneficios del boro
El uso del boro se remota a miles de años atrás. En el antiguo Egipto formaba parte del proceso de momificación, mientras que en Roma era empleado en la fabricación de cristal. Incluso en la Primera y Segunda Guerra Mundial destacó como un conservante alimenticio.
1. Podría mejorar la función cerebral
Muchos opinan que el boro es un alimento para el cerebro. Esto se debe a que está vinculado con una mejoría en la atención, la memoria a corto plazo y el control motor.
De acuerdo con un estudio publicado en Environmental Health Perspectives, aumentar el consumo de boro puede estimular la actividad cerebral. Los resultados de la investigación arrojaron que los participantes que recibieron una dosis más alta de este mineral tuvieron un mejor desempeño en pruebas cognitivas y psicomotoras.
2. Fortalece los huesos
Existe evidencia científica de que el boro puede mejorar la densidad ósea, lo que previene la aparición de enfermedades como la osteoporosis. Así mismo, un estudio en roedores encontró que los suplementos de este mineral aumentan la formación de hueso y combaten la resorción ósea.
En general, los roedores que recibieron los suplementos experimentaron un incremento en la masa, el grosor y el volumen de sus huesos. El boro también puede mejorar la forma en la que el cuerpo utiliza la vitamina D, un nutriente con un papel fundamental en el metabolismo cálcico.
3. Podría ser un tratamiento para la artritis
Según una investigación publicada en Environmental Health Perspectives, las personas con concentraciones bajas de boro en los huesos y en el líquido sinovial son más propensas a desarrollar artritis. En contraste, los huesos de los pacientes que toman suplementos de este elemento son más resistentes.
4. Aumenta los niveles de testosterona
De acuerdo a un estudio publicado en Integrative Medicine, tomar 6 miligramos de boro diarios durante una semana puede tener los siguientes efectos:
- Aumentar en un 25 % los niveles de testosterona libre, es decir, aquella que no está adherida a las proteínas.
- Disminuir los niveles de estradiol a la mitad. Aunque los hombres necesitan estrógenos, el estradiol elevado en el sexo masculino está asociado a una reducción de la libido y a disfunción eréctil.
- Reducir marcadores de inflamación, como la interleucina y la proteína C reactiva.
Así mismo, una investigación publicada en Journal of Trace Elements in Medicine and Biology demostró que tomar 10 miligramos de boro diarios durante una semana incrementaría los niveles de testosterona y reduciría los de estradiol.
Ahora bien, ¿el boro también podría combatir la disfunción eréctil? Es posible que tenga éxito, pero solo si el trastorno es causado por bajos niveles de testosterona y altos de estradiol. Sin embargo, la recomendación es consultar con un especialista antes de empezar a tomar este mineral.
Fuentes de boro y cantidad recomendada
Son muchos los alimentos que sirven como fuente de boro. Entre los más destacados se encuentran los frijoles, las bayas, las cerezas y las nueces.
También hay concentraciones aprovechables del elemento es las alcachofas, las patatas dulces, las cebollas, los melocotones, las peras y las uvas. Los cítricos, como las naranjas, y las bebidas como el café, el vino y la leche no pasteurizada también lo tienen.
En cuanto a la dosis, debes saber que aunque no se ha establecido la más recomendada, existe un límite de miligramos que se pueden ingerir en función a la edad y el sexo. En este listado encuentras los valores máximos y seguros:
- 1 a 3 años: 3 miligramos diarios.
- 4 a 8 años: 6 miligramos diarios.
- 9 a 13 años: 11 miligramos diarios.
- 14 a 18 años: 17 miligramos al diarios.
- Adultos (de 19 a 50 años): 20 miligramos diarios.
- Mujeres embarazadas y lactantes: 17 a 20 miligramos diarios.
- Hombres con niveles bajos de testosterona o disfunción eréctil: 6 miligramos diarios.
Seguridad y efectos secundarios
En general, se debe ser cuidadoso con el consumo de suplementos de boro. En dosis altas pueden ser difíciles de filtrar para los riñones, por lo que se acumulan en el torrente sanguíneo con la aparición de los efectos secundarios:
- Dolor de cabeza.
- Vómitos y diarrea.
- Convulsiones.
- Cambios en la coloración de la piel.
Además, pueden resultar nocivos para personas con enfermedad renal o afecciones hormonales. La recomendación es consultar con un especialista antes de iniciar su consumo en forma de suplementos.
Boro: un elemento natural escaso, pero prometedor
Desde la antigüedad, el boro ha sido utilizado para la fabricación de cristal, cerámica e incluso fibra de vidrio. Pero esto no es todo. Gracias a su potencial como oligoelemento ha despertado el interés de muchos y se han realizado hallazgos relacionados a sus posibles efectos para la salud.
Aumentar los niveles de testosterona, aliviar los dolores menstruales, mejorar la función cerebral, fortalecer los huesos y tratar la artritis son solo algunas de las formas en las que el boro contribuiría al organismo. Aunque se considera seguro, no existe una dosis diaria recomendada, por lo que se aconseja consultar con un médico antes de comenzar a tomar suplementos del elemento.
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