Brazo izquierdo dormido: a qué se debe y qué hacer

Escrito y verificado por la médica Karina Valeria Atchian

Escrito por Karina Valeria Atchian

Última actualización: 06 julio, 2023

El brazo izquierdo dormido es una sensación anormal que puede presentarse en algún momento de la vida. Es un síntoma que para muchos es inquietante, ya que se asocia a la posibilidad de estar ante un infarto cardíaco.

El adormecimiento de uno o ambos brazos es en realidad una sensación bastante común, y puede deberse a múltiples factores, además de la causa cardiovascular. Sin embargo, se hace necesario prestarle atención, pues algunas veces requiere atención médica urgente.

Así pues, es conveniente vigilar la presencia de otros síntomas que acompañan el adormecimiento, como el dolor cervical, dolor en el pecho, ansiedad, vómitos etcétera. Asimismo, habrá que observar si aumenta con la actividad física o si ocurre luego de una mala postura.

¿Qué puede explicar este dolor? Considerando que muchos pueden experimentar esta sensación en algún momento, a continuación detallamos algunas de sus posibles causas y qué hacer al respecto. Eso sí, solo de manera orientativa, ya que es importante acudir al médico.

Brazo izquierdo dormido: ¿cuáles pueden ser sus causas?

La sensación de tener el brazo izquierdo dormido puede tener causas cardíacas y no cardíacas. Es importante aprender a reconocer entre un suceso u otro, pues resulta clave para buscar atención médica.

Origen cardíaco

Las enfermedades coronarias suelen ser una causa del adormecimiento del brazo izquierdo. Incluso, puede causar este síntoma en ambos brazos o en las manos. Sumado a esto, los pacientes pueden percibir:

• Un dolor en el pecho (angina de pecho), opresivo, retroesternal o de difícil localización.
• Dolores irradiados hacia la zona del cuello, el epigastrio (boca del estómago), el interescapular, la mandíbula, los dientes y los hombros.
• Sensación de pesadez y tensión.

Dichos síntomas pueden estar desencadenados por el esfuerzo físico, el estrés o la exposición al frío. Generalmente, la duración del dolor será de algunos minutos (2 a 5 minutos), y puede ceder al desaparecer el estímulo desencadenante.

Sin embargo, aclaramos que no siempre se da de esta manera, y puede aparecer también durante el reposo. De igual forma, es posible que se presenten otros síntomas como:

• Sensación de muerte inminente.
• Ansiedad.
• Sudoración.
• Náuseas y vómitos.
• Dolor abdominal.
• Eructos.
• Dificultad para respirar.
• Desmayos.

Ante la sospecha de un infarto cardíaco, es conveniente acudir a una consulta inmediata a un centro de urgencias. Cuanto más pronto se atienda la situación, mejor es el pronóstico.

Origen no cardíaco

Como puede ser la artrosis cervical, una condición degenerativa común de la columna cervical. También se conoce como espondiloartrosis cervical. Ocurre, generalmente, a partir de los 40 años y va empeorando con la edad. Muchas personas mayores de 60 años la presentan.

Hasta la fecha se sabe que factores como el tabaquismo, levantar demasiado peso o las malas posturas la pueden empeorar. Se asocia con el dolor cervical y de hombros, dolores de cabeza y dolor en la región occipital. Asimismo, puede causar limitación en los movimientos.

Estos dolores pueden aparecer o empeorar con ciertas actividades o posiciones de la cabeza. En algunas ocasiones, puede asociarse una debilidad muscular. Cabe destacar que, a veces, a pesar de observarse signos de artrosis cervical en los estudios de imágenes, los pacientes no experimentan dolores o adormecimiento en brazos.

Con la finalidad de orientar el diagnóstico, será importante evaluar si el adormecimiento se asocia al dolor, sobre todo en la región del cuello y la cabeza, y en qué circunstancia sucede. Por otro lado, se interrogará sobre accidentes o lesiones que pudieron haber ocurrido previamente.

El examen físico será muy orientativo. No obstante, se  solicitarán estudios de imágenes para certificar la presencia de artrosis. Por lo general, se utiliza un tratamiento conservador que incluye analgésicos, fisioterapia (ejercicios, automasajes y estiramientos), cambios posturales, etcétera. En raras ocasiones puede requerir tratamientos invasivos.

Brazo izquierdo dormido: otras causas no cardíacas

• Mala postura al dormir.
• Síndrome del túnel carpiano.
• Codo de tenista.
• Codo de golfista.
• Neuropatía diabética o de otras causas.
• Síndrome de túnel cubital.
• Radiculopatía.

Cabe aclarar que si la causa es no cardíaca (artrosis, codo de tenista, etcétera), el adormecimiento se dará en el mismo lado que se encuentra afectado. Puede ser izquierdo, derecho o en ambos lados.

Como muchas veces sucede, los diferentes cuadros pueden manifestarse de manera atípica y generar dudas diagnósticas que podrán ser despejadas con una oportuna consulta médica.