Cómo elegir la almohada cervical ideal: tips infalibles

¿Sabías que la almohada que usas para dormir puede influir en tu salud? Considera su material, su forma y hasta tu peso y talla para elegir la más acorde.
Cómo elegir la almohada cervical ideal: tips infalibles
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Javier Hernandez

Última actualización: 04 enero, 2024

Dormir bien es crucial para tu salud y bienestar, y la almohada que utilizas tiene mucho que ver con ello. Una almohada cervical puede ayudarte a mejorar la calidad de tu sueño y a prevenir o aliviar dolores de cuello, espalda y cabeza. Pero, ¿cómo elegir la ideal?

Aquí te lo contamos todo: qué tipos hay, quién la debería emplear sí o sí y cuál es la diferencia con una normal. Además, te damos consejos para que aciertes con tu elección a la hora de comprar.

¿Qué es una almohada cervical?

Una almohada cervical está diseñada para adaptarse a la forma y curvatura del cuello, manteniendo una postura correcta y alineada de la columna vertebral durante el sueño.

No solo son beneficiosas para las personas que sufren de dolores cervicales, sino también para aquellas que quieren mejorar la calidad general de su descanso y prevenir futuras molestias.

¿Cuál es la diferencia con una almohada normal?

La diferencia entre una almohada normal y una cervical es que la primera tiene una forma plana y uniforme, mientras que la segunda tiene una forma curva y variable. Esto hace que la normal no se adapte al contorno del cuello y pueda provocar una postura forzada e incómoda.

¿Qué tipos de almohadas cervicales existen?

Los materiales más comunes para las almohadas cervicales son los siguientes:

  • Látex: es natural, elástico y resistente. Se adapta al contorno del cuello y ofrece un buen soporte.
  • Viscoelástico: es un material sintético que reacciona al calor y a la presión del cuerpo, moldeando su forma.
  • Fibra: suave y resistente, se puede lavar con facilidad. Ofrece buena adaptabilidad, pero puede deformarse con el uso continuado a largo plazo.
La firmeza de las almohadas cervicales depende del material, la forma y el relleno. 


¿Quién debe utilizar una almohada cervical?

Una almohada cervical es recomendable para cualquier persona que quiera mejorar su sueño y prevenir o aliviar dolores en el cuello. Sin embargo, hay algunos casos en los que su uso es especialmente indicado:

  • Quienes duermen boca arriba o de lado: estas posturas requieren una mayor altura y soporte de la almohada para mantener el cuello alineado con el resto de la columna.
  • Personas que roncan o tienen apnea del sueño: los trastornos respiratorios pueden mejorar con una almohada cervical que eleve el cuello y facilite el paso del aire por las vías respiratorias.
  • Quienes sufren de migrañas o cefaleas tensionales: muchos dolores de cabeza están relacionados con una mala postura cervical que lleva a contracturas musculares.

¿Por qué es beneficiosa una almohada cervical?

Si bien las indicaciones que ya mencionamos son específicas, también hay algunos beneficios del uso para las personas que no tienen apnea del sueño ni migrañas. Es decir, para quienes no presentan ninguna enfermedad de base.

Las almohadas cervicales podrían mejorar la calidad del sueño de cualquiera. Al dormir con una postura adecuada, se facilita el descanso reparador, lo que se traduce en un mayor rendimiento físico y mental durante la jornada siguiente.

También se evitarían dolores cervicales futuros. Al sostener el cuello de forma correcta, se previene la tensión muscular en el cuello y la inflamación concomitante, lo que reduce el riesgo de contracturas.

Según un estudio del año 2006, usar una almohada cervical puede tener un efecto positivo sobre el dolor de cuello, el sueño nocturno y el dolor de cabeza. En ese estudio se compararon tres tipos de almohadas: cervical con forma de mariposa, normal con forma rectangular y enrollable.

Los resultados mostraron que la mayoría de los participantes que utilizaron las almohadas cervicales tuvieron una mejoría y que, además, se mejoró la calidad del sueño y se redujeron los dolores de cabeza.



Los mejores consejos para elegir la almohada cervical ideal

Ahora que ya sabes qué es una almohada cervical, para qué sirve, cuáles son los tipos que existen y por qué es beneficioso utilizar una, te damos algunos tips para elegir la ideal para ti:

  • Prueba diferentes opciones: lo mejor es probar varias almohadas cervicales antes de comprar una. Comprueba cuál se adapta mejor a tu cuello y a tu postura. Consulta opiniones en internet.
  • Ten en cuenta tu altura y peso: esto influye en el tamaño y la firmeza de la almohada cervical que será la idónea. La forma de saber si la almohada tiene la altura adecuada es observar si tu cabeza, tu cuello y tu columna forman una línea recta cuando duermes de lado o si tu barbilla está paralela al suelo cuando duermes boca arriba.
  • Considera tu colchón: el tipo de colchón que usas también afecta a la elección. Esto se debe a que el colchón influye en el grado de hundimiento de tu cuerpo y, por lo tanto, en la altura que necesita tu cuello para estar alineado.
  • Selecciona el material que más te guste: cada uno tiene sus ventajas. Casi siempre, el más recomendado es el viscoelástico, porque se adapta al contorno del cuello y ofrece confort y alivio de la presión. La fibra es ligera, suave y transpirable, pero puede deformarse con el tiempo.
  • Busca la forma que te resulte más atractiva: existen diferentes formas para las almohadas cervicales, como la rectangular, la mariposa o la cilíndrica. Cada una tiene sus beneficios, así que debes elegir la que más te convenga según tu postura.

¿Ya sabes cuál es tu almohada ideal?

Cambia tu almohada cada dos años. Se recomienda hacerlo cuando notas que se deforma o se hunde.

Este tiempo se cumplirá si cuidas tu almohada como es debido, siguiendo las instrucciones del fabricante. Además, debes lavarla con frecuencia, airearla y protegerla con una funda.

Elegir una almohada cervical no es tan difícil si sigues estos consejos que te dimos. Pero no hay magia aquí. Para reducir los dolores de cuello y obtener un descanso más reparador, también tienes que aplicar una buena higiene del sueño, realizar ejercicios para la columna cervical y, por supuesto, consultar con un profesional de la salud si los dolores son persistentes o intensos.

Una buena almohada puede marcar la diferencia entre un excelente y un pésimo descanso. Así que no lo dudes más y empieza a disfrutar de los beneficios de la almohada cervical. ¡Tu salud te lo agradecerá!


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