Cómo lavar una manta de lana
Las mantas de tejidos naturales, como la lana, son muy delicadas. Han pasado por muy pocos procesos industriales para obtener el producto final. En general, son de excelente calidad y muy frágiles ante la limpieza asidua. En esta ocasión, estaremos repasando cómo lavar una manta de lana y conservarla intacta.
¿Se lavan a mano o en la lavadora? ¿Requieren una limpieza en seco? ¿Cuál es la mejor forma de lavarla sin dañar sus fibras naturales? Vamos a responder todas estas preguntas, así te aseguras de que queden limpias y como nuevas.
¿Es necesario lavar las mantas de lana todos los años?
La respuesta es que no. Te explicaremos por qué.
Sucede que la lana pasa por un proceso autolimpiante. Esto significa que repele la suciedad de manera natural, sin la ayuda de ningún tipo de producto de limpieza. En este contexto, lo que sí se recomienda es airearla con frecuencia.
Ahora bien, a veces sucede que tenemos un plumón o un nórdico que está relleno de lana; y el tejido que cubre esta lana se ensucia y se debe lavar, porque ya no queda otra alternativa. En tal caso, cuando el lavado es inminente, veamos cómo se puede realizar.
¿Cómo lavar mantas de lana a mano?
Antes, lee con atención la etiqueta de la manta, pues allí encontrarás información sobre qué tipo de lavado es el más adecuado, la temperatura del agua y el tipo de jabón recomendado.
Luego, estarás en condiciones de lavarla, siguiendo estos pasos:
- Necesitarás utilizar la bañera o un recipiente grande para que quepa sin problemas y no quede demasiado ajustada. Llena la bañera con agua tibia y coloca jabón neutro o un detergente suave. A continuación, tienes que sumergir la manta por completo. No lleva suavizante; solo el jabón.
- Deja reposar por dos horas, más o menos. No intentes refregarla ni pasarle cepillo o esponja para quitar alguna mancha en especial.
- Para enjuagarla, hay que vaciar la bañera y volverla a llenar con agua limpia. No es necesario estrujar la manta, porque podrías dañar su estructura. Si queda algún resto de producto, la lana misma se desprenderá de este mediante un proceso natural.
- Para secarla, vacía la bañera y déjala allí reposando sin escurrir. Una vez más, la lana sola irá desprendiendo el agua de sus fibras. Puede tomar unas 2 o 3 horas hasta que la manta deje de chorrear agua y quede apenas húmeda.
- Finalmente, hay que dejar secar la manta al aire libre, pero no bajo el sol directo, porque se podrían afectar los colores originales.
Este método también se puede aplicar para otras prendas de lana.
¿Cómo lavar mantas de lana en la lavadora?
No es la primera ni la segunda opción para lavar la manta de lana. No obstante, si decides continuar, procura emplear un programa para ropa de lana, agua fría y elimina el centrifugado.
La ropa de lana tiende a encogerse si se usa un centrifugado, así que recuerda quitarlo. Si la máquina no tiene programa para lana, entonces elige uno para ropa delicada.
Otra de las sugerencias es que la tiendas sobre una superficie plana durante la noche, para evitar que se deteriore con los rayos solares directos. Evita colgarla, pues se podría deformar.
Lavado en seco
Esta es, sin dudas, una de las alternativas más seguras para lavar mantas de lana y conservarlas intactas. Se supone que son profesionales y que saben lo que hacen, por lo que puedes dejarla con confianza.
Otras alternativas para limpiar las mantas de lana
Como ya hemos mencionado al comienzo, hay que evitar hasta donde se pueda el lavado de una manta de lana. Para ello, compartiremos contigo algunos consejos para mantenerla limpia:
- Aireado: airear o ventilar la manta de lana es fundamental para conservarlas en condiciones óptimas. Lo ideal es que la sacuda a diario y que la cuelgues en un sitio donde reciba aire por algunas horas.
- Quita manchas: en caso de que se manche en una zona en particular, no es necesario lavar toda la manta, sino que podemos trabajar de forma localizada. La fibra de la lana repele el agua; es hidrofóbica. Los componentes naturales de esta fibra actúan para desprender las partículas de suciedad. Si se ha manchado, intenta rociarla con agua jabonosa, para ver si se quita. Nunca hay que frotar.
- Limpieza a vapor: esta opción es óptima, sobre todo si la manta acumuló olor fuerte, como a comida o humedad. Si tienes la limpiadora a vapor en tu casa, puedes agregar aceites esenciales para perfumarla.
Con mucha precaución, es posible lavar una manta de lana
Esperamos que puedas utilizar toda esta información para lograr que tus prendas de lana se mantengan siempre como nuevas. Recuerda que la manta de lana tiene dos enemigos que pueden ser fatales: escurrirla y tenderla verticalmente.
Si notas que ha quedado con exceso de agua, puedes utilizar toallas para que absorban. Por otro lado, jamás la cuelgues verticalmente, ya que se deformará por completo.
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