Cómo tratar el cutis graso

Antes de recurrir a cualquiera de estas alternativas caseras, lo mejor es realizar una consulta con un dermatólogo. De esta manera, podremos encontrar el tratamiento más indicado para nuestra piel.
Cómo tratar el cutis graso
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 06 julio, 2023

Tener el cutis graso es un problema muy frecuente. Sin embargo, no por ello debemos acostumbrarnos a él. Conoce aquí algunas alternativas naturales que pueden ayudar a tratarlo, en conjunto con las indicaciones que nos brinde el dermatólogo.

Decimos que tenemos el cutis graso cuando la piel empieza a producir más aceites naturales, los cuales utiliza para protegerse de agentes externos. Este aceite natural se llama sebo, y es producto del trabajo de las glándulas sebáceas.

El objetivo del organismo es mantener la hidratación. No obstante, cuando esta producción se da en exceso, el resultado es una piel aceitosa y de feo aspecto. De hecho, puede traer consigo la aparición de acné, brotes o brillo indeseado. 

Descubre en este artículo cómo puedes ayudar a tratar el cutis graso y a qué se debe su aparición. Recuerda que, en caso de tratarse de un problema grave o antes de recurrir a cualquier remedio (natural o no) para tratarlo, debes acudir a un dermatólogo.

¿Por qué tengo el cutis graso?

Son varios los factores que inciden en la producción excesiva de sebo. Entre estos, se destacan cambios hormonales producidos por el estrés, el uso de anticonceptivos orales, el embarazo o la alimentación, además de factores genéticos. La falta de limpieza y exfoliación también pueden ser desencadenantes.

Piel de mujer

Lo positivo de tener la piel grasa es que, cuando envejezcas, tendrás menos probabilidades de que te salgan arrugas que si tuvieras la piel seca. Más allá de esto, es recomendable que empieces a tratar tu cutis oleoso lo antes posible.

Técnicas naturales para el cutis graso

Estas técnicas caseras que te proponemos ayudarán a que la piel de tu rostro se vea más bonita, jovial y cuidada. ¡Toma nota y consulta con un dermatólogo antes de ponerlas en práctica!

Realiza una limpieza todos los días

Recuerda llevar una rutina de limpieza a diario para que el sebo esté bajo control. La Academia Estadounidense de Dermatología ofrece las siguientes claves:

  • Empieza limpiando la piel con agua tibia, para eliminar el exceso de aceite.
  • Sé medida al utilizar productos hidratantes para lavar la dermis, y no apliques demasiado de estos, sobre todo cerca de los ojos.
  • Lo mejor es limitar el lavado a dos veces al día (puede ser a la mañana y a la noche) y luego de transpiraciones intensas.
La limpieza de rostro diaria está aconsejada para pieles grasas.

Además de las claves brindadas por esta entidad, también podríamos añadir las siguientes:

  • Seca la piel usando una toalla, paño o pañuelo limpio y seco, dando golpes suaves, sin restregar.
  • Después, aplica una loción astringente (que sea del tipo “no comedogénico”, si la vas a comprar).
  • También puedes hacer una infusión de salvia (muy utilizada para tratar afecciones de la piel, según estudios) y dejar enfriar. En cualquiera de los casos, aplica con golpecitos suaves para cerrar los poros y producir menos sebo.

Exfoliación

Otro de los pasos para no tener piel grasa es la exfoliación. Te servirá para mantener la piel limpia y libre de impurezas, mejorar el aspecto del cutis y evitar la producción excesiva de aceite. Algunas opciones naturales para ello son:

  • El vinagre de manzana, un producto que posee beneficios para diversas afecciones de la piel. Una receta popular para su preparación consiste en hacer una mezcla 50/50 con agua si tienes la piel muy sensible. Aplica con un algodón y deja actuar 10 minutos. Retira con agua fría. Aplica 2 o 3 veces por semana, pero consulta con tu dermatólogo antes de usarla regularmente.
Exfoliación de la piel
  • La harina de almendras. Según creencias populares, puedes moler las almendras hasta obtener una arena fina. Añade una cucharada de miel (también útil para problemas de la piel) y aplica. Finalmente, deja actuar 10 minutos y enjuaga con agua templada. Es útil para remover células muertas y equilibrar el cutis graso. Si bien no hay demasiados estudios al respecto, sí hay otros que recomiendan el uso del aceite de almendra para rejuvenecer la piel.

Tratamiento con aloe vera

No hay dudas de que el aloe vera es un gran ingrediente para la salud de la piel; hay investigaciones que así lo confirman. Es una planta beneficiosa por sus propiedades astringentes, favorece la curación de las heridas y ayuda a regenerar la piel.

En teoría, también puede ser útil para combatir la dermis grasosa, quemaduras y cicatrices, así que puede ser muy bueno tener una planta de aloe vera en casa.

Para su uso, según las técnicas tradicionales, simplemente tienes que cortar una penca y abrirla de manera horizontal. Extrae el gel, aplica directamente en el rostro y deja que se seque antes de retirar con agua fría. Repite este tratamiento dos o tres veces a la semana. Se recomienda consultar con el profesional de todos modos.

Lleva una alimentación saludable

Para evitar el cutis graso, es preciso llevar una dieta equilibrada y rica en fibras. Existen publicaciones académicas que recomiendan consumir más alimentos de origen vegetal (frutas, verduras…), así como también cereales integrales, legumbres y frutos secos. Las vitaminas y los minerales que te aportan te ayudan a mantener la dermis sana.

Bebe también mucha agua y consume aceites de buena calidad, como el de oliva extra virgen. Asimismo, evita las grasas, los fritos, las carnes rojas y la comida rápida.

Realiza ejercicio

Hacer actividad física te puede ayudar a liberar las toxinas que se acumulan en la piel y provocan el cutis graso. La OMS recomienda hacer ejercicio dos o tres veces a la semana.

Haz mascarillas y masajes

Las siguiente son técnicas populares que podrían ayudar a reducir la producción de aceites en la piel. Los ingredientes de las mascarillas son fáciles de conseguir y, además, los masajes te ayudarán a mejorar la circulación de la sangre.

Ninguna de estas mascarillas puede reemplazar el tratamiento que te haya indicado el profesional. Recuerda que se trata de combinaciones de ingredientes basadas en recetas populares, y que todavía faltan más estudios al respecto (salvo en los casos en los que se indica lo contrario).

Mascarilla N°1 para cutis grasos

Piel áspera.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de harina de avena (la avena posee beneficios para la salud de la piel, según estudios).
  • ½ cucharada de agua de hamamelis (posee beneficios para la piel que fueron comprobados en niños).

Cómo prepararla

  • Es una mascarilla astringente que exfolia la piel y la deja suave y tersa.
  • En primer lugar, mezcla los ingredientes para obtener una pasta y aplica haciendo círculos suaves en todo el rostro.
  • Deja actuar 15 minutos y enjuaga con agua tibia. Repite cada tres días.

Mascarilla N°2 para cutis grasos

Hamamelis para cutis grasos.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de yogur natural.
  • ½ cucharada de agua de hamamelis.

Cómo prepararla

  • El yogur puede ser cualquiera que tengas en casa. Toma con los dedos cuando lo hayas mezclado con el hamamelis y aplica, como si fuera una crema, por todo el rostro.
  • Enjuaga luego de diez minutos con agua tibia.

Mascarilla N° 3 para cutis grasos

La miel puede ser útil para el cutis graso.

Ingredientes

  • 1 yema de huevo.
  • 1 cucharada de miel.

Cómo prepararla

  • Separa la yema de la clara y mezcla la primera con la miel (si es azucarada, mejor).
  • Aplica con un pincel o con los dedos, siempre con movimientos circulares. Finalmente, deja que se seque antes de retirar con agua tibia.

¿Ya has tomado nota de cómo puedes ayudar a eliminar el cutis graso? Estamos seguros de que estos consejos y técnicas te ayudarán a ello. ¿A qué estás esperando para empezar a ponerlos en práctica?

 


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.