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Consecuencias de la mala circulación sanguínea

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Por lo general, se suele mencionar lo perjudicial que es la mala circulación pero, muchas veces se olvida qué es lo que realmente implica. 
Consecuencias de la mala circulación sanguínea
Mario Benedetti Arzuza

Escrito y verificado por el médico Mario Benedetti Arzuza

Última actualización: 06 julio, 2023

La mala circulación sanguínea puede deberse a diversos factores, desde el sedentarismo hasta un trastorno circulatorio. En este sentido, hay que recordar que, si bien puede haber un factor principal, este no se manifiesta ni actúa de forma independiente.

Por ello, cuando existe un problema de salud, es necesario tomar varios tipos de medidas y no solo las que están más directamente relacionadas a combatir la causa, como tal. De esto se desprende gran parte la importancia de llevar un estilo de vida saludable, conformado por hábitos coherentes. 

Ahora bien, se entiende que la mala circulación sanguínea es un problema que es necesario evitar, en la medida de lo posible, pero ¿Por qué? ¿Qué es lo que realmente conlleva este padecimiento? A continuación te lo comentamos con mayor detalle. Pero, antes haremos un repaso de sus causas.

El correcto flujo de la sangre es esencial para el buen funcionamiento del organismo. La sangre se encarga de transportar los nutrientes necesarios a todas las células del cuerpo.

¿A qué se debe la mala circulación?

El tabaquismo se encuentra dentro de las principales causas de mala circulación. Esto se debe a que, la nicotina contenida en el tabaco genera cierta reacción en el cerebro que, a su vez, provoca la liberación de mayor cantidad de hormonas como la adrenalina y la noradrenalina (entre otras sustancias), y que, en pocas palabras, incrementan la viscosidad de la sangre y afecta al sistema circulatorio.

Ahora, como ya se ha mencionado, la mala circulación sanguínea no solo puede deberse a un solo factor independiente sino al conjunto de varios. Dentro de las principales causas también se puede mencionar las siguientes:

  • Obesidad.
  • Diabetes.
  • Sedentarismo.
  • Alcoholismo.
  • Aterosclerosis.
  • Coágulos de sangre.
  • Venas varicosas.
  • Enfermedad de Raynaud.
  • Enfermedad de las arterias periféricas.

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¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Una vez que el médico realiza un examen físico, el profesional puede solicitar algunos análisis de laboratorio, tales como: 

  • Ultrasonido o tomografía computarizada (CT scan).
  • Angiografía por tomografía computada (ATC).
  • Pruebas del dímero D (para detectar problemas de coagulación).
  • Pruebas de presión sanguínea que incluyan una examinación de las piernas.
  • Examen de glicemia y curva de tolerancia a la glucosa (por si la causa del problema fuese la diabetes).
  • Prueba de anticuerpos contra los glóbulos rojos (para detectar condiciones como la enfermedad de Raynaud).

Consecuencias de la mala circulación sanguínea

Dependiendo del tipo de problema circulatorio, las consecuencias serán unas u otras. No obstante, de acuerdo a la literatura científica son comunes las siguientes.

  • Calambres.
  • Hormigueo.
  • Inflamación.
  • Fatiga crónica.
  • Uñas quebradizas.
  • Pérdida de cabello.
  • Coloración azulada de la piel.
  • Entumecimiento de los miembros. 
  • Sensación de enfriamiento (en especial, de manos y pies).
  • Falta de apetito sexual (en las mujeres) y disfunción eréctil (en los hombres).

Las consecuencias pueden llegar a ser muy graves si no se toma ninguna medida para tratar la mala circulación sanguínea. De hecho, se pueden comprometer otros órganos (como el hígado y los riñones) e, incluso, la persona puede llegar a sufrir un infarto, entre otras complicaciones.

Para evitar esto, es sumamente importante llevar un estilo de vida saludable y eliminar todos los excesos. Esto, sumado a una evaluación y diagnóstico médico temprano ayudará a reducir las molestias derivadas de este padecimiento tan común en la población a nivel mundial.

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¿Cómo se puede tratar?

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De acuerdo a la causa principal, el estado de salud actual del paciente y su antecedentes, se determinará un serie de medidas u otras. Algunos tratamientos constarán de una o varias de las siguientes medidas:

  • Insulina (en caso de diabetes).
  • Uso de medias de compresión.
  • Masajes (para estimular el flujo sanguíneo).
  • Tratamiento láser o cirugía endoscópica de venas.
  • Rutina de ejercicios especializados (para estimular el flujo sanguíneo).
  • Fármacos (anticoagulantes, bloqueadores alfa, bloqueadores de los canales de calcio, entre otros).

Además de estas medidas, en líneas generales, se recomienda mantener unos buenos hábitos de vida y, sobre todo, en lo que respecta a la dieta y el ejercicio. Es fundamental que todo paciente procure realizar, por lo menos, unos 30 minutos continuos de ejercicio, a diario.

Por otra parte, es necesario revisar el tipo de dieta y realizar los ajustes necesarios. En caso de que se lleve una alimentación rica en sodio y grasas saturadas, será necesario reducir al mínimo la cantidad de estas sustancias, ya que suelen promover síntomas como la inflamación y la retención de líquidos.

Finalmente, hay que recordar que siempre será fundamental apoyarse en una buena hidratación, aún cuando no haya retención de líquidos u otras molestias. Para ello, no es necesario preocuparse por beber los 2 litros de agua al día, sino procurar beber, al menos más de 4 vasos a diario.


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