Día Mundial de la Neumonía: debemos darle más atención

La neumonía es la enfermedad infecciosa más letal. El conocimiento de la misma por la población general permite acudir a la evaluación médica de forma oportuna y evitar complicaciones.
Día Mundial de la Neumonía: debemos darle más atención
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza.

Escrito por Mariel Mendoza

Última actualización: 06 julio, 2023

El día mundial de la neumonía se celebra el 12 de noviembre de cada año. Su celebración busca incrementar la visibilidad sobre la neumonía con el objetivo de aumentar el conocimiento de todos, incluyendo la población general, sobre sus riesgos y causas.

La neumonía es una enfermedad infecciosa e inflamatoria que puede estar causada por múltiples virus, bacterias u hongos. En este artículo, te explicamos todo al respecto.

Celebración del Día Mundial de la Neumonía

El Día Mundial de la Neumonía fue establecido en el año 2009 por iniciativa Stop Pneumonia, con el objeto de aumentar la visibilidad y mejorar la acción global en contra de esta enfermedad.

Este año 2022, el eslogan es «la neumonía afecta a todo el mundo». Alrededor de 2.5 millones de personas, entre niños y adultos, mueren anualmente por neumonía. Por ello, es útil visibilizar el problema y difundir material médico sobre su prevención, diagnóstico y tratamiento.

La Coalición Mundial contra la Neumonía Infantil es una red de organizaciones internacionales (gubernamentales, no gubernamentales y comunitarias), instituciones académicas y de investigación, fundaciones y algunas personas a título personal.

Dicha organización planifica eventos en conmemoración del Día Mundial de la Neumonía para señalar la atención de profesionales en salud, de la población general, personas dedicadas a la política y quiénes apoyan económicamente hacia la neumonía como problema de salud pública.


Aprende sobre neumonía o pulmonía


Epidemiología de la neumonía

Día Mundial de la Neumonía: debemos darle más atención
Vacunarse contra la neumonía es una de las mejores maneras de prevenir la enfermedad.

La neumonía representa la enfermedad infecciosa con mayor tasa de mortalidad, siendo la principal causa de muerte en niños menores de 5 años. A nivel mundial, se estima que más de 700 000 niños mueren anualmente por neumonía.

No obstante, en comparación con el año 2000, se estima que la tasa de mortalidad en niños ha disminuido alrededor de 47 %. Esto se ha dado gracias a la implementación de campañas de inmunización, las mejorías en la nutrición y un diagnóstico y un tratamiento oportunos.

Entendiendo la neumonía

La neumonía es una enfermedad en la que hay inflamación del parénquima de los pulmones secundario a una infección producida por algún germen. Pueden ser bacterias, virus u hongos, y afectar uno o los dos pulmones. Además de la neumonía infecciosa, existe la asociada a la inhalación de químicos o sustancias tóxicas.

La neumonía adquirida en la comunidad es causa muy frecuente de morbilidad y mortalidad, y la mayor parte de sus episodios son de etiología bacteriana. Este tipo de neumonía engloba todas aquellas que se producen fuera del ámbito hospitalario.

Se asocia con mayor frecuencia a bacterias

El patógeno aislado con mayor frecuencia en la neumonía es el Streptococcus pneumoniae. Le siguen en frecuencia microorganismos como Haemophilus influenzae, Mycoplasma pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae, y los virus respiratorios: virus sincitial respiratorio, adenovirus, rinovirus y el virus de la influenza. En la actualidad, se incluye el COVID-19 entre sus casos.

En los niños menores de 2 años, es más frecuente la neumonía asociada a infección viral que la asociada a infección bacteriana. Los casos más graves suelen estar relacionados con Staphylococcus aureus, bacilos gram negativos y Leginonella spp.

Clínica de la neumonía

Para prevenir un resfriado en un bebé hay que promover la lactancia materna
La lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida ayudaría a prevenir la neumonía.

En la neumonía, hay una inflamación del espacio alveolar en la parte final de las vías respiratorias. Por este motivo, se produce una alteración en el intercambio de gases que puede conducir a la disminución de la disponibilidad de oxígeno en la sangre y los tejidos.

Su evolución es aguda, con malestar general, fiebre, escalofríos, dificultad para respirar, aumento de las respiraciones por minuto o del tiempo espiratorio, presencia de expectoración con moco y, en ocasiones, aumento de las pulsaciones cardíacas por minuto.

Puede también asociarse hipoxia (disminución de la concentración de oxígeno en sangre). Los síntomas tienden a confundirse con los de la bronquitis.  El diagnóstico inicia desde el punto de vista clínico con la anamnesis y el examen físico. Se debe incluir la oximetría para vigilar la concentración de oxígeno.

Para confirmar el diagnóstico, se utiliza la radiografía de tórax en la que se evidencia la presencia de infiltrados pulmonares. Además, se utiliza laboratorio básico (hemograma con recuento leucocitario) para iniciar el tratamiento empírico. En ocasiones, se indica gram y cultivo de esputo.

El tratamiento oportuno de la neumonía es esencial

No es posible confirmar el origen etiológico de la infección solo por la clínica y los hallazgos radiológicos; por lo general, se requiere de estudios adicionales. Sin embargo, suele iniciarse la terapia empírica con antibióticos (uso de antibióticos de amplio espectro).

Los antecedentes de viaje o exposición a enfermedades endémicas permiten sospechar o predecir la etiología. El manejo antibiótico es el tratamiento de elección. Además, a toda persona que padece neumonía se le recomienda reposo, hidratación adecuada, y control y manejo de la fiebre según su necesidad. Cuando se conoce la etiología específica, se utiliza un antibiótico dirigido.

Factores de riesgo asociados

Las personas con mayor riesgo de adquirir neumonía son las personas mayores de 65 años y los menores de 2 años, o aquellas personas que tienen otros problemas de salud concomitantes.

Otros factores de riesgo asociados son la presencia de neumonía recurrente, enfermedades crónicas (cardiorrespiratorias, inmunitarias o neuromusculares), exposición directa o indirecta al humo del tabaco y contaminantes ambientales, vivir en condiciones de hacinamiento, la no vacunación y, en caso de niños, no recibir lactancia materna, así como la prematuridad y el bajo peso al nacer.

La mayoría de las personas más vulnerables a padecer la enfermedad, al igual que a complicarse, se encuentran en países de bajo ingreso económico en África, Asia y Latinoamérica.

La clave en la lucha contra la neumonía es la prevención

El Día Mundial de la Neumonía busca educar y empoderar familias en la prevención y el diagnóstico precoz de la enfermedad, además de mejorar el sistema de salud.

Cuando se produce la infección, la resolución depende del buen tratamiento. Las vacunas pueden prevenir las muertes por neumonía, al igual que la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida, una buena nutrición, la descontaminación del aire, el lavado de manos y el acceso a agua potable.

Aun así, las principales medidas de prevención de la neumonía adquirida en la comunidad incluyen el tratamiento del tabaquismo, fomentar programas de inmunización antiinfluenza y antineumocócica en las poblaciones de riesgo.


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