Dolores por hambre: ¿por qué suceden y cómo evitarlos?

Además de producirse por el estómago vacío, también puede ser secundarios a deshidratación o estrés. ¿Alguna vez sentiste dolores por hambre? Te los explicamos.
Dolores por hambre: ¿por qué suceden y cómo evitarlos?
Mariel Mendoza

Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza.

Última actualización: 10 julio, 2023

Los dolores por hambre suelen ser una respuesta al «estómago vacío». Pueden manifestarse como una sensación extraña en la boca del estómago, un sonido que sale del abdomen o hasta cólicos.

Sin embargo, el hambre no es la única causa para esta sintomatología. También hay que considerar la calidad de la última comida consumida, la deprivación del sueño, la deshidratación, la ingesta de medicamentos y las situaciones de estrés.

Los dolores por hambre suceden por la liberación de la hormona ghrelina. La mejor forma de evitarlos es cuidando los hábitos alimenticios.

¿Por qué se producen los dolores por hambre?

Los dolores por hambre se producen como respuesta a la hormona del hambre o ghrelina. Luego de que hemos pasado varias horas sin comer, se produce la liberación de esta sustancia por parte del estómago, para prepararse para la llegada de la comida. En sí, estimula al cerebro para aumentar la sensación de hambre.

La ghrelina también promueve la liberación de ácido gástrico y de enzimas digestivas.

Además del factor hormonal, hay que considerar el mecánico en estos dolores. El estómago, por ser un órgano muscular, puede estirarse y contraerse. Después de comer o tomar líquido, se estira y da una sensación de llenura o plenitud. Sin embargo, cuando está vacío, puede contraerse.

La contracción genera una especie de cólico, que varía de intensidad entre personas.

También, ante la ausencia de ingesta, no se produce neutralización de los ácidos gástricos que están dentro del estómago. Por lo tanto, se produce irritación de la mucosa. Esto, aunado con la contracción de las paredes, deriva en dolores por hambre.

Manifestación clínica de los dolores por hambre

Los dolores por hambre pueden manifestarse como sensación de vacío, de cólicos o de contracciones estomacales. También podría haber gruñidos o ruidos en el abdomen.

Otros síntomas asociados son los siguientes:

  • Antojos por ciertos alimentos.
  • Sensación de hambre voraz.
  • Ardor estomacal.
  • Irritabilidad.
  • Mareos.

El hambre no es la única causa

Aunque son conocidos como «dolores por hambre», esta no es la única causa asociada. A continuación presentamos situaciones habituales que pueden generar una molestia estomacal y confundir.

Calidad de la comida

La ghrelina y la insulina interactúan. Cuando la insulina desciende, se produce liberación de ghrelina y activación de la sensación de hambre.  Por su parte, la ghrelina estimula la secreción de la insulina por parte del páncreas, por lo que niveles adecuados de la misma se consideran protectores frente a las enfermedades metabólicas.

Es por ello que, si se consumen solo azúcares refinadas y carbohidratos simples, se produce un incremento abrupto de los niveles de insulina con la posterior caída rápida también. De manera que la ghrelina incrementa su concentración, produciendo dolores por hambre.

Es por esta razón que las dietas con alto contenido de azúcares simples no causan saciedad.

Deprivación del sueño

En un estudio realizado en 2016 se demostró que la deprivación del sueño produce aumento de hormonas que estimulan el apetito. Por ende, se incrementa la necesidad de comer azúcares refinadas, más sodio y grasas saturadas en un contexto de mal descanso nocturno.

Además, el sueño también se asocia con la regulación de la ghrelina y la leptina, que se vincula con la saciedad. No solo eso. La deprivación del sueño produce altos niveles de cortisol que conllevan a más hambre.

En respuesta a estímulos provocativos

Los dolores por hambre pueden producirse en respuesta a olores o imágenes de comida que estimulan el apetito o que «hacen agua la boca», aun después de comer. Se produce la misma respuesta a que si el estómago estuviese vacío.

Dolores por hambre en situación de estrés, depresión o ansiedad

Es común que en situaciones de estrés o de alta carga emocional se produzcan los dolores por hambre. Para diferenciarlos de una auténtica necesidad de comer hay que considerar el ruido asociado. Ante las situaciones estresantes no suele haber el clásico gruñido del estómago.

Solo cuando el estómago está vacío es que pueden escucharse los ruidos.

Aquí vale mencionar también la interacción entre dolor físico y hambre. Cuando hay un dolor crónico que genera estrés, es posible que el cuerpo desarrolle hambre como método para contrarrestar la sensación molesta. Algunas investigaciones con animales han demostrado el poder antiinflamatorio del hambre en los circuitos neuronales.

Medicamentos

El uso de ciertos medicamentos, como antidepresivos e hipoglucemiantes, pueden producir dolores por hambre. Por lo tanto, los pacientes tratados para la depresión o la diabetes, se encuentran en mayor riesgo de sufrir este síntoma.

Cuando se usan estos fármacos, en caso de aumento del apetito, se debería consultar con el médico para corroborar si puede ser un posible efecto secundario.

Deshidratación

El dolor abdominal por deshidratación es difícil de diferenciar de un dolor por hambre, debido a que cursan de forma muy similar. Ambos contextos se acompañan de irritabilidad, cansancio, aturdimiento y temblores.

Recomendaciones para evitar los dolores por hambre

Hay algunas medidas sencillas que puedes aplicar para prevenir la aparición de esta molestia:

  • Comer con intervalos regulares: el patrón de secreción de ghrelina se relaciona con los hábitos alimenticios de la persona. Por lo que comer a intervalos regulares (cada 3 o 4 horas) permite que la comida neutralice el ácido estomacal a tiempo.
  • Preparar meriendas de gran volumen, pero bajas en calorías: entre las comidas principales se sugiere utilizar meriendas de bajas calorías, pero de gran volumen. Aprovecha las ensaladas, los vegetales en pedazos o en sopas, las frutas y los jugos verdes.
  • Mantener la hidratación: el agua puede neutralizar el ácido gástrico y aliviar la sensación de hambre.
  • Dormir lo suficiente: se recomienda tener una rutina de ir a dormir y despertarse siempre a la misma hora, e intentar conciliar de 7 a 9 horas en la noche.
  • Evitar el consumo de alimentos altos en azúcares refinadas: es una tentación a veces, pero el cambio metabólico que producen generará hambre de nuevo en poco tiempo. Prefiere, en su lugar, proteína magra, grasas saludables, frutas y verduras. Incluir fibras dietéticas en las comidas permite prolongar la sensación de saciedad.
  • Practicar la alimentación consciente: enfocarse de forma intencional en la comida, así como masticar con calma, permite disfrutar de la alimentación para reducir la sensación de hambre que se asocia a condiciones psicológicas o de salud mental.

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Los dolores por hambre deben vigilarse

Por lo general, los dolores por hambre se disipan después de comer. Es raro que requieran consulta médica.

Sin embargo, si se repiten a lo largo del tiempo o se asocian con otros síntomas (diarrea, dolor de cabeza, fiebre, vómitos), entonces convendrá una revisión profesional.

Un problema a mediano plazo es que los dolores se asocien a alguna afección gastrointestinal. Puede suceder que no se estén consumiendo suficientes nutrientes. Así, el asesoramiento de un nutricionista, dependiendo de las condiciones de base, sería una ayuda invaluable para corregir hábitos y elaborar un plan de alimentación acorde.


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