Nutrición intravenosa: la opción usada por atletas
La nutrición intravenosa cada vez es más frecuente en los atletas de alto rendimiento para conseguir satisfacer de manera eficiente los requerimientos nutricionales. Se aplica sobre todo cuando el gasto energético es muy elevado o cuando se incrementa de manera exponencial el volumen de trabajo. Bajo estos contextos aportar todo lo que el deportista necesita solo por medio de los alimentos se antoja complicado.
Antes de comenzar hay que tener en cuenta que la nutrición intravenosa ha de estar supervisada siempre por un profesional. Es clave que esté correctamente pautada y que se cumplan una serie de condiciones higiénicas para evitar infecciones. Por este motivo no es algo que se deba hacer de forma casera.
Ventajas de la nutrición intravenosa
Los requerimientos de carbohidratos para deportistas de alto rendimiento que doblan sesión pueden alcanzar los 12 gramos por kilo de peso al día. Así lo evidencia un estudio publicado en Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care. Cubrir esta cantidad por medio de la dieta es difícil, teniendo en cuenta que también hay que ingerir proteínas y grasas. Pocos atletas serán capaces de aguantar volúmenes de comestibles tan elevados. Por ello, la administración intravenosa puede ser una buena solución para maximizar el desempeño y para evitar caídas en el rendimiento.
Del mismo modo, existen casos en los que se destruyen glóbulos rojos en la zona del tendón de Aquiles debido al impacto repetido. Esto genera lo que se denomina la anemia del corredor en los atletas de fondo. Teniendo en cuenta que la absorción del hierro dietético es muy mala, a veces se necesita una infusión intravenosa para evitar que el desempeño se vea condicionado. De lo contrario se incurriría en un estado de cansancio crónico y de fatiga.
Antioxidantes por vía intravenosa
En algunas situaciones se pueden llegar a administrar por vía intravenosa soluciones de antioxidantes para mejorar los procesos de recuperación. Como norma general no se debe suplementar con estos compuestos, ya que se ha demostrado que inhiben la comunicación celular y las adaptaciones. Sin embargo, en momentos puntuales conseguirán que el atleta tenga mejores sensaciones cuando se encadenan varias competiciones seguidas.
Lo que más se suele utilizar en estos casos es la n-acetilcisteína. También el glutatión puede ser una opción a tener en cuenta. Ambos elementos neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo. De este modo se reduce el daño muscular y los marcadores metabólicos asociados. Hasta el riesgo de lesión podría verse disminuido a partir de dicha estrategia.
La nutrición intravenosa es un complemento útil
Es importante dejar claro que la nutrición intravenosa es un complemento a la dieta como tal, no una alternativa. Aunque se administren ciertos elementos por medio de esta vía habrá que asegurar que se cubren en la medida de lo posible los requerimientos diarios por medio de los alimentos. De lo contrario se provocarían déficits que condicionarían el buen funcionamiento de la fisiología.
En el caso de administrar un conjunto de nutrientes por vía parenteral, es clave que la formulación del producto sea la correcta. En este sentido conviene contar con un experto en nutrición para lograr así un aporte óptimo. Lo bueno de este mecanismo es que se asegura el aprovechamiento total, ya que la pared intestinal no actuará como barrera.
Nutrición intravenosa, una solución eficiente para atletas de alto rendimiento
Como has podido comprobar, la nutrición intravenosa es una solución eficiente para atletas de alto rendimiento que puede servir como complemento a la dieta para lograr así un desempeño óptimo. No está indicada en todos los casos, pero en ciertas situaciones ayudará a prevenir el desarrollo de la fatiga o de condiciones de sobreentrenamiento. Es importante evitar este problema, ya que cuenta con una solución que se puede extender en el tiempo.
Para terminar hay que enfatizar la necesidad de mantener una serie de buenos hábitos en conjunto dentro del deporte de élite. No solo basta con comer bien. Habrá que asegurar un buen descanso nocturno para lograr así que los procesos de recuperación se completan de forma eficiente. En este sentido, se recomiendan al menos 7 u 8 horas de sueño cada noche, pudiéndose completar con una siesta diurna de 20 minutos.
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