Aceite de krill: ¿cuáles son sus beneficios nutricionales?
El aceite de krill es un producto que tiene varios beneficios nutricionales. Es positivo incluirlo en la pauta de manera frecuente para sacarle el máximo partido y conseguir así mejorar el estado de salud. Se trata de un producto natural que se puede conseguir cada vez en más supermercados diferentes, la mayor parte de las veces en forma de suplemento dietético.
Antes de comenzar es importante destacar que el consumo de grasas dietéticas puede marcar la diferencia en lo que a funcionamiento del organismo se refiere. Es clave mantener una ingesta suficiente de ácidos grasos de calidad, es decir, de tipo cis. Estos consiguen mantener controlada la inflamación en el medio interno, logrando así evitar el desarrollo de patologías crónicas y complejas.
Beneficios del aceite de krill
Es fundamental comentar que el aceite de krill procede de un animal marino parecido a un camarón. Resulta una fuente de compuestos antioxidantes. Estos elementos neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo. Dicho efecto se relaciona con una menor incidencia de las enfermedades complejas, según un estudio publicado en la revista European Journal of Medicinal Chemistry.
Por otra parte, hablamos de un producto que concentra en su interior ácidos grasos de la serie omega 3. Estos lípidos son muy importantes para la salud humana. Cuentan con propiedades antiinflamatorias y consiguen mejorar el funcionamiento del sistema cardiovascular. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista International Journal of Molecular Sciences . Es clave que aparezcan en la pauta de manera frecuente.
Además, estas grasas resultan especialmente positivas para los deportistas. Por una parte disminuyen el catabolismo muscular en situaciones de dieta hipocalórica. Por otro lado, son capaces de estimular los procesos de recuperación y de ayudar a modular el dolor tras sesiones de trabajo muy intensas. También contribuyen a prevenir el desarrollo de problemas de tipo funcional, como es el caso de la artritis.
¿Cómo consumir el aceite de krill?
Como hemos comentado, el aceite de krill se encuentra fundamentalmente en tiendas de suplementos dietéticos. También en las secciones de los supermercados destinadas a esta clase de productos. Lo primero es elegir un aceite de calidad, para ello habrá que fijarse en la certificación. Acto seguido, se puede incluir en la pauta, aunque se recomienda que la toma no supere un periodo máximo de 3 meses sin descanso.
Normalmente se consumen entre 1 y 3 cápsulas al día de aceite de krill con una de las comidas principales. De hecho, se recomienda priorizar este producto frente a otros con alto contenido en omega 3, como el aceite de pescado. El EPA y el DHA cuentan con una mayor disponibilidad en el primero, por lo que los beneficios serán superiores.
Equilibrar aporte de omega 3 y de omega 6
Incluir ácidos omega 3 en la pauta es importante, pero también marca la diferencia el hecho de mantener un buen balance con respecto a los omega 6, algo que pocas veces se logra. Para conseguir este equilibrio será clave incrementar el consumo de pescados azules y reducir la presencia de alimentos procesados en la pauta.
También habrá que priorizar el uso de aceites de buena calidad, evitando aquellos refinados o de semillas. La suplementación puede ayudar, con productos como el propio aceite de krill. Así se evitarán problemas a nivel inflamatorio en el medio interno que puedan derivar en el desarrollo de patologías.
Aceite de krill, un producto con beneficios nutricionales
Según has podido comprobar, el aceite de krill es un producto que cuenta con varios beneficios nutricionales, por lo que se considera positivo para la salud. Cada vez es más frecuente que las personas lo incorporen en su dieta con el objetivo de aumentar la presencia de los omega 3 en la pauta. Incluso supone una buena fuente de antioxidantes, elementos importantes para prevenir el envejecimiento y los cambios asociados al mismo.
Por último, hay que destacar que cuando el objetivo es mejorar el estado de salud no solo basta con comer bien. Habrá que poner en marcha una serie de hábitos en conjunto. Por ejemplo, es determinante practicar ejercicio físico de manera frecuente, poniendo el foco en el trabajo de fuerza. Así reducen las pérdidas de masa muscular con el paso de los años, lo que podría terminar por condicionar la funcionalidad.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Neha, K., Haider, M. R., Pathak, A., & Yar, M. S. (2019). Medicinal prospects of antioxidants: A review. European journal of medicinal chemistry, 178, 687–704. https://doi.org/10.1016/j.ejmech.2019.06.010.
- Innes, J. K., & Calder, P. C. (2020). Marine Omega-3 (N-3) Fatty Acids for Cardiovascular Health: An Update for 2020. International journal of molecular sciences, 21(4), 1362. https://doi.org/10.3390/ijms21041362.