Gastroenteritis en el embarazo: ¿cómo actuar?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Padecer gastroenteritis en el embarazo representa un trastorno de importancia para la salud de la madre y del feto. Se altera el equilibrio de los líquidos y es posible avanzar hacia una deshidratación.
Sumado a esto, si se presenta durante el primer trimestre, estaremos frente a otro problema del balance hídrico materno que son los vómitos. Para muchas embarazadas, las primeras doce semanas de gestación se caracterizan por una seguidilla de náuseas difíciles de controlar.
Los ginecólogos están siempre atentos a síntomas como la diarrea y los vómitos durante esta etapa para actuar con rapidez en caso de deshidratación. Y es que la complicación temida es una pérdida de agua que culmine en una internación e hidratación endovenosa.
El uso de medicamentos para aliviar los síntomas de la gastroenteritis en el embarazo es limitado, y las medidas terapéuticas que suelen emplearse tienen que ver con la dieta e hidratación. Veamos cuáles son las causas del trastorno y cómo se puede abordar.
Causas de gastroenteritis en el embarazo
La mayoría de los casos tienden a ser virales. Las partículas ingresan al organismo, lo invaden por el contagio y se instalan en el intestino delgado, lo que favorece la mala absorción.
El cuerpo reacciona ante la invasión y comienzan los síntomas asociados, que veremos enseguida. Pero es importante saber que, en el proceso defensivo, muchos de los signos responden al propio organismo intentando evacuar un virus.
Los virus involucrados más habituales son el rotavirus, norovirus y enterovirus. La vía de transmisión es la fecal-oral, lo que significa que una persona que tiene el virus lo transmite a otra por falta de higiene y contacto, sobre todo de las manos.
Sin embargo, los virus no son los únicos culpables de la gastroenteritis en el embarazo. También las bacterias son agentes causales que producen vómitos y diarreas en las mujeres que atraviesan esta etapa.
La bacteria más conocida detrás de esto es Escherichia coli. Se trata de un microorganismo que reside como flora normal del intestino humano, pero al cambiar de posición o volverse tóxico produciendo una toxina, infecta y el cuerpo decide combatirlo.
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Síntomas de la embarazada con gastroenteritis
Cuando una mujer embarazada atraviesa esta infección intestinal, los síntomas generales no difieren mucho de los que acometen a una persona sin gestación; vómitos y diarrea son los signos principales de la patología.
De todas maneras, en el primer trimestre, es muy probable que la mujer tenga emesis gravídica, es decir, vómitos inducidos por el embarazo. Si a ellos le sumamos los que se originan en una gastroenteritis, entonces podemos entender la gravedad de los mismos en la condición de gestación.
Cuando los vómitos son difíciles de controlar, la persona no se hidrata ni se alimenta, y el intestino sigue expulsando hacia fuera volúmenes de agua y electrolitos. Esto podrá derivarse en una deshidratación, lo cual constituye el verdadero riesgo de fondo de las infecciones agudas de este tipo.
En estados de deshidratación, la embarazada tiene que compensar con su sistema circulatorio la faltante de líquido interno. Esto hará que el cuerpo decida limitar el envío de sangre al feto, reduciendo el aporte nutricional que llega por el cordón umbilical.
También se economizan electrolitos y aparecen síntomas por la falta de sodio y de potasio. Hay cansancio, astenia, calambres musculares y dolores de cabeza.
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¿Cómo actuar ante una gastroenteritis en el embarazo?
Si aparece una gastroenteritis durante el embarazo, lo primero es controlar los síntomas, hacer consulta con el ginecólogo de cabecera y estipular una agenda de hidratación. De esta manera, se afrontarán las complicaciones más frecuentes.
En cuanto a la dieta, se recomiendan las mismas comidas que en cualquier paciente con la misma infección, con un plan astringente y blando, sin condimentos picantes, grasas ni frituras. Son aliados el arroz, la polenta, el queso, la manzana y el pollo.
Los fármacos para detener la diarrea no se recomiendan en absoluto. La idea es que el intestino se libere del virus a través de este método, reduciendo así los días del sufrimiento.
Para los vómitos sí se pueden prescribir antieméticos, los cuales deberán ser regulados por un médico siempre, para ajustar la dosis a la situación de embarazo. El más usado es la metoclopramida, en general en gotas, para aumentar la tolerancia.
Los casos de deshidratación en la embarazada deben internarse. En la sala se le suministran líquidos endovenosos para compensar las pérdidas y se espera que aparezca tolerancia alimenticia para iniciar los nutrientes por la boca.
La gastroenteritis en el embarazo la padecen dos
Tanto la madre como el feto son los pacientes de la gastroenteritis en la gestación. Cuidar la hidratación durante el padecimiento y alimentarse a conciencia, sin forzar el intestino, es clave para atravesar el trastorno de la mejor manera.
Recuerda consultar con tu ginecólogo de referencia ante cualquier síntoma, y medicarte solo si él te lo indica, a las dosis que prescriba. De esta manera te estarás cuidando a ti y a tu bebé.
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