Glositis: todo lo que debes saber

La glositis se caracteriza por una inflamación de las papilas gustativas no asociada a la pérdida del gusto. Conoce más sobre ella en este artículo.
Glositis: todo lo que debes saber
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Última actualización: 11 julio, 2023

La glositis es un término que hace referencia a la inflamación de la lengua. Este órgano se hincha, cambia de color e incluso de textura, haciéndola más lisa.

A continuación te comentaremos más sobre este síntoma, qué molestias puede producir, qué lo causa y otros aspectos interesantes para que sepas identificarlo si alguna vez te llega a afectar.

Síntomas de la glositis

El síntoma más característico y evidente es justamente esa hinchazón de la lengua, que se puede presentar junto a otras alteraciones. Por norma general, los pacientes sienten dificultades para hablar, masticar y tragar (deglutir). Esto se debe a que las funciones que realiza la lengua a diario han cambiado por esta condición.

Por otra parte, existe un subtipo especial de glositis denominado lengua geográfica. En ella, la lengua presenta manchas irregulares (presenta un aspecto parecido al de un mapa). Este caso tiene unos efectos totalmente benignos para los pacientes que la posean.

Causas de la glositis

La anemia es una de las causas de la glositis.

Estos son los factores más comunes que fomentan el desarrollo de esta condición médica:

  • Déficit de ciertos nutrientes. En el caso del hierro, provoca la anemia ferropénica y produce una coloración más pálida de la lengua. También están los bajos niveles de vitaminas del complejo B, especialmente la vitamina B12. Con ello, la lengua presenta un color rojo intenso.
  • Reacción alérgica. Puede deberse a muchos productos. Por ejemplo, ciertos medicamentos, productos para cuidar la higiene bucal, prótesis dentales, otros aparatos para la cavidad bucal e incluso determinados colorantes u otros aditivos alimenticios.
  • Heridas debido al roce de dientes ásperos, de prótesis dentales u otros elementos que se coloquen en esta cavidad. Se produce una irritación continuada de la lengua. También incluimos quemaduras y otros traumas como posibles desencadenantes de esta afección.
  • Determinados alimentos o hábitos insalubres. Asimismo, incluimos el consumo excesivo del alcohol, tabaco, comida a una temperatura muy elevada y ciertos alimentos muy especiados.
  • Síndrome de Sjögren. Esta enfermedad que tiene su origen en una alteración en el sistema inmunitario provoca la destrucción de las glándulas salivares y lagrimales. Por tanto, la boca y los ojos se resecan, causando un roce inusual en la lengua con el resto de la cavidad bucal.
  • Infecciones con un origen vírico o bacteriano. Por ejemplo, el caso del herpes oral o de la cándida oral.
  • Otras afecciones de carácter cutáneo. Aparece una erupción de tamaño variable que puede afectar a este órgano. Incluimos patologías como el liquen plano oral, el eritema multiforme, úlceras aftosas y el pénfigo vulgar. También es posible por otras enfermedades como la sífilis.
  • Origen genético. En ocasiones, esta alteración se transmite de una generación a otra; presenta herencia genética. Sin embargo, existen casos clínicos en los cuales la lesión aparece de manera espontánea, sin ninguna causa específica.

Diagnóstico de la glositis

Para identificar esta afección se suelen llevar a cabo diferentes exámenes o análisis. Por norma general el equipo médico realiza un examen físico de la cavidad bucal, donde se puede apreciar la inflamación de la lengua y su tacto o textura cambiada.

Sin embargo, se pueden requerir otros exámenes rutinarios como el análisis de sangre y el de orina para descartar otros desencadenantes de este problema.

Tratamiento de la glositis

Fármacos analgésicos para aliviar la glositis

El objetivo final del tratamiento consiste en eliminar o curar la causa que provoca esta inflamación. Por tanto, el tratamiento variará según cuál sea el desencadenante en cuestión. Generalmente, la glositis suele desaparecer si eliminamos o tratamos la causa concreta que la ha provocado.

En el caso de un origen patológico, se recetarán los medicamentos y hábitos recomendados por el equipo médico. Por norma general, se suelen administrar analgésicos (alivian el dolor) y otros fármacos para combatir patógenos, como los antibióticos (eliminan las bacterias o los hongos causantes de la alteración).

Asimismo, se eliminarán temporalmente aquellos alimentos irritantes de nuestra dieta, junto con otras costumbres insalubres como el tabaquismo o el consumo de alcohol. En ocasiones es necesario introducir cambios en la alimentación o, incluso, suplementos que nos ayuden a tratar los problemas nutricionales.

También se debe mantener en todo momento una higiene bucal adecuada para evitar otras afecciones bucales. Es necesario cepillarse los dientes de forma correcta al menos dos veces al día. También se recomienda el uso de la seda o el hilo dental. Así mismo, conviene visitar al dentista de manera frecuente.

Descubre: 6 hábitos cotidianos igual de peligrosos que el tabaquismo

Prevención de la glositis

Mujer cepilla sus dientes por padecer xerostomía.
La higiene bucal es fundamental en la disminución de los riesgos asociados a la xerostomía.

Una dieta saludable y adaptada, evitando los hábitos insalubres citados, disminuye considerablemente el riesgo de padecer glositis.

Por otra parte, como hemos dicho, es importante mantener una higiene bucal adecuada sirve de prevención natural contra una gran categoría de enfermedades. Asimismo, una actividad física moderada mejora nuestro estilo y calidad de vida.

En caso de que la afección se prolongue más allá de 10 días, o si la hinchazón es muy grave, conviene consultar al especialista. Otros síntomas para solicitar tratamiento de urgencia son la dificultad para respirar, tragar, masticar o hablar.


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