¿Cómo hacer un enema en casa? Paso a paso y riesgos a considerar

Hacer un enema en casa es posible. Solo hay que considerar este paso a paso que presentamos aquí y las medidas básicas de seguridad.
¿Cómo hacer un enema en casa? Paso a paso y riesgos a considerar
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 13 septiembre, 2023

Por distintas razones, algunas personas deben realizarse un enema o lavativa anal en casa para ayudar a limpiar su intestino de materia fecal. Esto es parte de la preparación para algunos procedimientos médicos, como un método para aliviar el estreñimiento o como un paso de limpieza previo a tener sexo anal.

En general, es una práctica habitual y recurrente. Sin embargo, aún se sigue hablando poco de ella, pues encierra un tabú. Sigue leyendo y aprende el paso a paso para hacer un enema en casa de manera segura y sin riesgos.

¿Qué es un enema?

Conocido también como ducha anal o limpieza de colon, un enema es un procedimiento mediante el que se introducen grandes cantidades de agua a presión por el ano. Para ello, se usa un tubo o una pera. El líquido es luego expulsado, junto con la materia fecal, hasta que sale claro. En ese momento, la señal de la salida del agua limpia indica que el recto y parte del colon ya están limpios.

Según información de la Clínica Mayo , hay quienes respaldan que el uso de los enemas podría ayudar a desintoxicar el cuerpo, aumentar la energía y mejorar el sistema inmunitario. Sin embargo, no hay evidencia médica que respalde dichos beneficios. En concreto, la desintoxicación como tal no aplica para un proceso que solo elimina la materia fecal retenida.

Los enemas, en cambio, sí pueden ser un buen método para combatir el estreñimiento puntual. Alivian el malestar y facilitan la expulsión de las heces. Y si bien es un procedimiento recomendado para las personas constipadas crónicas, no se debe usar con frecuencia excesiva, ya que podría tener el efecto adverso de enlentecer el peristaltismo normal, haciendo que las defecaciones posteriores se vuelven cada vez más dificultosas.

Esto acarrearía la entrada a un círculo vicioso de constipación-enema-constipación.


Paso a paso para hacer un enema en casa

Cada persona puede tener su manera particular de realizar un enema en casa. Desde el instrumento que se utilizará para la lavativa, hasta la pose que resulte más cómoda, el terreno es el de las preferencias. No obstante, hay cuestiones y un paso a paso que mejora la seguridad del enema casero.

Estas son algunas recomendaciones generales para realizar un enema casero de una forma fácil y segura que serán de gran ayuda cuando vaya a realizarse este procedimiento:

  1. Escoge tu herramienta favorita: ten a la mano el enema de farmacia, el irrigador o la pera anal con la que realizarás el lavado, previamente desinfectada.
  2. Llénala con agua tibia: recuerda cuidar la temperatura para no generar un cambio brusco o incómodo una vez que el líquido ingrese al cuerpo. Se recomienda que el líquido se encuentre entre 37 y 40 grados centígrados, ya que temperaturas superiores pueden lesionar la mucosa anal.
  3. Lubrica la punta de plástico: con ayuda de vaselina o algún lubricante, engrasa la punta de la herramienta con la que realizarás el enema para facilitar su ingreso.
  4. Colócate en una posición cómoda: algunas de las más recomendadas son acostado de lado, con una de las piernas dobladas, acostado boca arriba con las piernas hacia el pecho o en cuclillas.
  5. Introduce suavemente la punta: con delicadeza, ve introduciendo la punta del enema o pera en el ano, con mucho cuidado de no generar movimientos agresivos.
  6. Abre o presiona la herramienta: si es un enema de farmacia, cuélgalo a 90 centímetros del piso, ponte de lado o boca arriba y abre la llave para permitir la entrada del agua. Si utilizas una pera, lo más cómodo es ponerse en cuclillas y presionarla suavemente.
  7. Espera un par de minutos: mantente en la posición elegida e intenta retener el agua. Espera hasta que tengas ganas de evacuar.
  8. Repite el lavado: vuelve a realizar el enema de 3 a 4 veces hasta que el agua salga clara y limpia. Recuerda no introducir más de 250 mililitros de agua por cada lavativa.

Existen distintos tipos de enema

Los enemas se pueden clasificar en dos grandes categorías, de acuerdo con su finalidad. Algunos están indicados para realizarse de forma casera, como el que te explicamos en el paso a paso, mientras que otros son exclusivamente de uso profesional. Es decir, los debe suministrar un médico o enfermero.

Todo depende de para qué y cómo se emplearán. Vamos a diferenciarlos de manera sencilla para que entiendas en qué situación es recomendable utilizar cada uno de ellos.

1. Enemas de limpieza

También llamados enemas evacuantes, son el tipo de lavativas anales más frecuentes y comunes. En general, pueden realizarse sin problemas en una casa, siguiendo el paso a paso que ya explicamos.

Se administran con la finalidad de limpiar el recto y parte del colon de la materia fecal que pueda encontrarse retenida allí. Suele utilizarse agua pura o soluciones salinas. Se retiene el líquido durante 2 o 3 minutos antes de expulsarlo por completo y se repite el procedimiento hasta que el agua salga clara y limpia.

Las lavativas de limpieza son recomendables en casos de estreñimiento, para obtener muestras de heces, antes de una exploración radiológica del recto o como método de preparación para relaciones anales. De igual forma, un estudio con 79 pacientes de entre 0 y 14 años, concluyó que los enemas salinos alivian los síntomas de la impactación fecal en un alto porcentaje de pacientes.

2. Enemas de retención

La diferencia entre el enema de limpieza y el enema de retención es que, en el primero, el paciente evacúa el agua casi de inmediato, mientras que en el segundo debe retener el líquido por un periodo inferior a 30 minutos. Se suelen suministrar medicamentos mezclados con el agua.

De hecho, algunas guías clínicas afirman que los enemas de lactosa o lactitol muestran una eficacia del 86 y 78 %, respectivamente, en pacientes con encefalopatía hepática. Por lo tanto, constituye una vía terapéutica óptima que es considerada por los profesionales de la salud en diferentes patologías.

Además de administrar medicinas, se pueden insertar sustancias nutritivas mediante el enema de retención. En ambas situaciones, el operador ha de ser un profesional de la salud, ya que se manejan dosis de fármacos o de nutrientes, que deberían ser exactas.

Antes de realizar el enema de retención hay que hacerse uno de limpieza. Esto, con el fin de que los medicamentos suministrados lleguen con rapidez al torrente sanguíneo. Por lo tanto, sería posible realizar primero el enema en casa, si el médico nos ha citado luego para un enema de retención en la clínica, por ejemplo.

No puedes realizar un enema de retención en casa.


Riesgos y precauciones con los enemas caseros

Aunque es verdad que los enemas son un procedimiento de gran ayuda y que pueden realizarse en la comodidad del hogar, no se debe abusar de ellos. Su uso excesivo puede traer repercusiones a la salud que dañen la flora intestinal.

Estos son algunas precauciones para sacarle el mayor provecho a los enemas y no correr riesgos innecesarios:

  • Debe evitarse el uso de enemas de café o de agua jabonosa, ya que irritan el tracto digestivo y pueden conllevar dolor y malestar abdominal. Según estudios, los enemas de agua jabonosa causan incomodidad y producen pérdida de epitelio superficial.
  • No se deben emplear en situaciones en las que sea riesgoso aumentar los movimientos intestinales, como en la apendicitis o la perforación intestinal.
  • Puede ser nocivo en pacientes con desequilibrio hidroelectrolítico. Por ejemplo, si hay insuficiencia renal.
  • En pacientes con diarrea crónica, así como en la enfermedad de Crohn, su empleo favorece a la hiperfosfatemia y la hipocalcemia.
  • En algunas personas, una mala realización puede causar náuseas, molestias abdominales, proctitis o picazón anal.

¿Cuándo buscar atención médica?

En general, la aplicación adecuada de un enema casero no debería acarrear complicaciones. No obstante, existen situaciones en las que se recomienda acudir lo antes posible con un profesional. Por ejemplo, si aparece alguno de los siguientes síntomas de inmediato al procedimiento o unos días después:

  • Sangrado rectal.
  • Molestias al defecar.
  • Vómitos a repetición.
  • Dolor abdominal intenso.
  • Ausencia de evacuaciones por más de 3 días.

Hacer un enema en casa es una tarea seria

Luego de conocer los beneficios y las precauciones a tener con los enemas en casa, ten cuidado a la hora de realizarlos. No corras ningún tipo de riesgo innecesario. Recuerda no abusar de ellos y solo utilízalos en casos puntuales. Si es con autorización médica, mejor.

En caso de que tu problema principal sea el estreñimiento crónico, consulta con un especialista antes de proceder a un enema casero. Los profesionales de la salud están capacitados para brindarte las indicaciones precisas y para guiarte en el diagnóstico definitivo de tu problema.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.