La influencia de la alimentación en el bronceado
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Tomar el sol un ratito cada día es saludable, ya que gracias a la exposición solar nuestro cuerpo produce vitamina D. Por supuesto, deberíamos evitar las horas de máxima radiación, sobre todo en verano. En este artículo, te contamos cómo influye la alimentación en la obtención del bronceado perfecto que tanto deseas.
La alimentación y el bronceado perfecto
No todos nos bronceamos igual. Existen pieles que adoptan rápidamente un bonito color marrón dorado, mientras que otras necesitan de mayor tiempo para adquirirlo. Incluso, algunas pieles no se broncean sino que obtienen un color rosado.
Ahora bien, sea cual sea para ti tu bronceado perfecto, teniendo en cuenta tu tipo de piel, existen algunos alimentos a los que se le atribuyen propiedades que podrían ayudarte a lograrlo. Veámoslos.
Betacarotenos cada día
Muchas veces hemos oído que comer zanahorias es bueno para tener un bronceado bonito. De hecho, algunas pastillas de autobronceado incluyen zanahoria debido a su contenido de betacarotenos.
Un estudio del año 2008 señaló que los betacarotenos ayudarían a proteger la piel desde el interior, actuando como una especie de crema de protección solar. Se cree que estos protegerían la piel de los rayos UVA, ayudando a su vez a obtener un bronceado perfecto.
Merece la pena destacar que comer alimentos con betacarotenos no exime de ninguna manera de utilizar una crema de protección solar. Entre los alimentos ricos en esta sustancia encontramos frutas y verduras de color amarillo, naranja y rojo, como por ejemplo:
- Zanahorias: licuada con manzana es una deliciosa propuesta para empezar el día.
- Calabaza: al horno o en crema nos permite completar una comida o una cena.
- Boniato: similar a la patata, te recomendamos cocinarlo del mismo modo; en tortilla, frito o cocido.
- Melocotón: tanto al natural como en almíbar nos puede resolver una merienda.
- Albaricoque: secos son una solución para comer a cualquier hora y en cualquier lugar.
- Cereza: además de comerlas al natural, las podemos incluir en tartas y bizcochos.
- Tomate: si el tomate es bueno no necesitamos elaborarlo de manera complicada. Aliñado con orégano, aceite de oliva y sal marina es un acompañamiento muy saludable. También la salsa de tomate es muy nutritiva cuando no contiene conservantes o aditivos.
Antioxidantes para prevenir el envejecimiento
Tomar el sol es saludable, pero a la larga, si no lo hacemos adecuadamente, podemos notar que además de no lograr un bronceado perfecto, nuestra piel se envejece más rápidamente, aparecen manchas, arrugas, etc.
Por ello, recomendamos hidratarla regularmente y consumir de forma regular alimentos antioxidantes. Recordemos que los antioxidantes son unas moléculas que luchan contra los radicales libres ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro. Entre los alimentos ricos en antioxidantes encontramos:
- Uvas, incluyendo las semillas.
- Granada: puedes tomarla sola o para dar un toque original a las ensaladas u otros platos.
- Aguacate: esta deliciosa fruta es altamente antioxidante y rica en ácidos grasos esenciales.
- Espirulina: esta alga es un superalimento que podemos tomar diariamente como suplemento para subir nuestras defensas y prevenir el antienvejecimiento.
- Frutos rojos, como el arándano o las moras.
Otros consejos
Masaje con aceite de sésamo
El aceite de sésamo, muy usado en la medicina natural de la India, es considerado nutritivo y nos ayudaría a cuidar nuestra piel, hidratándola. Se cree que además protegería contra los rayos solares. Sin embargo, no hemos hallado datos científcos al respecto.
Duchas de agua fría para un bronceado perfecto
Para tonificar nuestra piel y aliviarla del exceso de calor que puede provocar el sol, un remedio de las abuelas es ducharnos con agua fría, o al menos finalizar la ducha siempre con agua fría.
Una exfoliación antes de tomar el sol
Para que el bronceado sea uniforme y bonito también deberíamos exfoliar semanalmente nuestra piel para eliminar las células muertas que podrían complicar adquirir un buen color en nuestra piel.
Para ello, podríamos usar sal marina y masajearnos la piel en la ducha. Hazlo en círculos, y aclarando con agua tibia o fría a continuación. Después de la exfoliación siempre hidrataremos nuestra piel, con aceite de sésamo o cremas hidratantes.
Aloe vera para el enrojecimiento
Algunas veces podemos excedernos en nuestra exposición al sol y por ello, es importante que en cuanto podamos aportemos a nuestra piel la hidratación que ha perdido. Según algunas investigaciones, el aloe vera podría ser un aliado en estos casos, aliviando la irritación. Sin embargo, los resultados no son concluyentes.
No olvides que es imprescindible tomar 2 litros de agua cada día para mantenerte hidratado. Además debes evitar la exposición prolongada al sol, ya que los rayos pueden dañar tu piel. Si tienes esto en mente y sigues nuestros consejos, podrás disfrutar de un bronceado perfecto.
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