Lexatin: usos y efectos secundarios

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 agosto, 2024

El Lexatin es una de las marcas comerciales del Bromazepam, un fármaco perteneciente al grupo de las benzodiazepinas. Este medicamento actúa como depresor del Sistema Nervioso Central. Está indicado para tratar la ansiedad severa y otros trastornos que cursen con excitación neuronal. En dosis altas, actúa como sedante y relajante muscular.

Este medicamento debe consumirse con autorización médica y por un período específico para evitar sus posibles efectos secundarios. Los más frecuentes son somnolencia y disminución de la concentración. A largo plazo, puede desencadenar la dependencia y alta tolerancia.

Conoce más del Lexatin a continuación.

Usos del Lexatin

El Lexatin, cuyo principio activo es el Bromazepan, es un fármaco que actúa a nivel cerebral incrementando el efecto del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor que provoca estados de sedación y relajación. De allí sus principales usos, como ansiolítico, sedante, hipnótico, anticonvulsivante y relajante muscular.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), señala que a dosis bajas este fármaco alivia la tensión psíquica, la ansiedad y el nerviosismo. A dosis altas tiene un efecto sedante y relajante muscular.

Entonces, sus efectos terapéuticos están relacionados con la dosis indicada por el especialista, que a su vez se basa en el peso, la edad y la condición a tratar.

Es importante recalcar que el Lexatin es indicado para tratar los síntomas de ansiedad y nerviosismo, más no el origen de estas condiciones. Por ser un relajante muscular el Lexatin se prescribe también, cuando hay cuadros de agitación e insomnio.
De manera puntual, el Lexatin se usa para tratar:

• Ansiedad excesiva y angustia.
• Trastornos obsesivo-compulsivos, fobias y crisis de pánico.
• Problemas de contacto interpersonal y comunicación, entre ellos, trastornos de conducta, agresividad, inadaptaciones escolares.
• Problemas asociados a excitación psíquica intensa.

Qué se debe tener en cuenta al utilizarlo

Por ser el Lexatin un fármaco que tiene efectos sobre el sistema neuromuscular, su consumo debe ser bajo indicación médica, tomando en cuenta algunas precauciones. Entre estas:

• No debe usarse en personas que sufren enfermedades respiratorias, apnea de sueño, enfermedades del hígado y riñón, enfermedades neuromusculares como la miastenia gravis, drogadicción y alcoholismo, y alergia a las benzodiacepinas.
• No debe usarse en combinación con otros fármacos sin la autorización médica, como psicotrópicos, anticonceptivos orales, betabloqueantes, anticonvulsivantes. En este sentido, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de los Estados Unidos, señala que consumir opioides con otros fármacos depresores del Sistema Nervioso Central, como benzodiacepinas (en este caso el Lexatin), alcohol o xialacina, aumenta el riesgo de una sobredosis potencialmente fatal.
• Su uso en niños y embarazadas debe ser bajo estricta vigilancia médica, posterior a una valoración cuidadosa de la necesidad del tratamiento.

El tratamiento con Lexatin es de corta duración para evitar efectos adversos a largo plazo, como la alta tolerancia y la dependencia. Suele durar 4 semanas para tratar el insomnio y 12 semanas para tratar la ansiedad.

De manera puntual, se recomienda comenzar por dosis bajas de Lexatin para prevenir posibles reacciones adversas, e ir aumentando gradualmente. La culminación del tratamiento debe ser de mayor a menor dosis para evitar el efecto rebote. Conviene entonces, seguir al pie de la letra las indicaciones médicas en relación a la dosificación, frecuencia y tiempo de tratamiento.

Efectos secundarios del Lexatin

El Lexatin, al igual que otros medicamentos psicotrópicos del mercado, puede generar efectos secundarios tras su consumo. La mayoría de las personas lo toleran bien, sin embargo, no están exentas de experimentar algunas reacciones al principio del tratamiento, entre estas:

• Somnolencia.
• Confusión.
• Ataxia (pérdida de coordinación en los movimientos).
• Fatiga.
• Cefalea.
• Mareos.
• Náuseas y vómitos.
• Diplopía (Visión doble)
• Disminución del estado de alerta.

Estos efectos adversos suelen remitir con los días. En algunos casos persisten y aparecen otros síntomas secundarios a su consumo, entre estos:

• Frecuentes: Ataxia, desorientación, depresión, vértigo, somnolencia, confusión, problemas de concentración. Su administración repetida genera dependencia y alta tolerancia.
• Poco frecuentes: Síntomas neurológicos como amnesia, fatiga, ira, desorientación, alucinaciones, depresión, temblor, disminución de la libido, hiperactividad motora.
• Excepcionales: Hepatitis, dermatitis, problemas hematológicos como leucopenia, anemia, trombocitopenia, alteraciones de la visión y audición, alteraciones de comportamiento, alucinaciones, psicosis. Problemas urinarios como incontinencia o retención urinaria. Síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarreas, estreñimiento, sequedad en la boca, hipersalivación
• Raros: Depresión respiratoria, hipotensión o hipertensión, bradicardia o taquicardia, palpitaciones.

Las personas mayores de 65 años son más propensas a experimentar reacciones adversas tras el consumo de Lexatil, debido a que son más sensibles a su efecto farmacocinético. Una investigación publicada en la Revista de Archivos de Medicina Interna de Uruguay, señala algunos riesgos asociados al uso de Benzodiacepinas en adultos mayores, entre ellos, el riesgo de caídas, trastornos cognitivos y adicción.

El consumo de benzodiazepinas, como el Lexatin, puede desencadenar un cuadro clínico de tolerancia y de dependencia física y psíquica. Ocurre cuando se abusa de la dosis, el tiempo de uso o de la frecuencia de este tratamiento.

Lo habitual es que aparezcan cuando se consume por un largos periodos de tiempo, sin embargo, la mayoría de las personas solo requiere un tratamiento de corta duración.

Dependencia por Lexatin

El Lexatin es un medicamento que puede crear dependencia. La dependencia a un fármaco es la respuesta del organismo al consumo a largo plazo de un medicamento, y que se desencadena tras suspender repentinamente el tratamiento o disminuir su dosis.

Esta situación puede generar en las personas crisis de abstinencia tras suspender el fármaco. La crisis de abstinencia por Lexatin se caracteriza por desencadenar síntomas como ansiedad, agitación, agresividad, insomnio, temblor, espasmo muscular. Cuando el tratamiento es con dosis elevadas, se generan síntomas graves como convulsiones y delirios.

Es importante recalcar que la dependencia a benzodiacepinas, como el Lexatin, sólo aparece en el 15 % de los pacientes sometidos a tratamientos prolongados.  No obstante, se recomienda tener precaución al consumir este tipo de medicamentos.

El uso de benzodiacepinas como el Bromazepan, cuyo nombre comercial es el Lexatin, pueden ser de gran utilidad para tratar síntomas asociados a ansiedad, nerviosismo e insomnio, siempre y cuando su tratamiento sea por un corto periodo de tiempo y autorizado por un especialista.

Al seguir estrictamente las indicaciones médicas, se evitan otros problemas de salud secundarios a su uso indebido.