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Linfoma, un tipo de cáncer que puede tratarse con éxito si se detecta a tiempo

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Los linfomas son un grupo heterogéneo de tumores que se origina en los sistemas reticuloendotelial y linfático. Los tipos principales son linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin. Su tratamiento puede ser exitoso si se logra detectar a tiempo.
Linfoma, un tipo de cáncer que puede tratarse con éxito si se detecta a tiempo
Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Última actualización: 23 mayo, 2023

Afortunadamente, el linfoma es un tipo de cáncer que puede tratarse con éxito si se detecta a tiempo. Ahora bien, es posible que te preguntes: ¿y cómo es eso posible? ¿Cómo lo han logrado?

A continuación resolveremos estas dudas y te comentaremos más datos interesantes sobre el linfoma. ¿Listo para descubrir todo lo que necesitas saber? ¡Vamos a ello!

Entendiendo más sobre el linfoma, paso a paso

En primer lugar, hay que tener en cuenta que el linfoma es un tipo de cáncer que se desarrolla en los linfocitos (células del sistema linfático) que forman parte de los mecanismos de defensa del organismo.

El sistema linfático es una estructura compleja compuesta por pequeños canales, nódulos, médula ósea y algunos órganos. Todos ellos están compuestos por linfocitos.

Entonces, los pacientes con esta enfermedad presentan un descontrol en la actividad de los linfocitos, es decir, estos empiezan a crecer de forma anormal y desproporcionada.

Su principal manifestación son las formaciones de masas tumorales ubicadas cerca de los ganglios linfáticos, como las axilas, el cuello y el abdomen. Y aunque, como todo cáncer, su desarrollo es agresivo y complejo, la detección temprana es clave para mejorar las probabilidades de éxito del tratamiento.

Principales tipos de linfoma

De acuerdo con los expertos del Manual MSD, se pueden distinguir dos tipos de linfoma, principalmente. Para apreciarlo con la mayor claridad posible, tenemos el siguiente esquema:

  • Linfoma de Hodgkin.
  • Linfoma no hodgkiniano (que suelen ser los más frecuentes).
    • Linfoma de Burkitt.
    • Micosis fungoide.

El primero, el linfoma de Hodgkin, se caracteriza por la presencia de células Reed Sternberg que causan como síntoma principal la inflamación del ganglio linfático.

El otro, el linfoma no hodgkiniano, incluye un grupo grande y diverso de cáncer de las células del sistema inmunitario, lo cual lo hace más agresivo y difícil de tratar. Este puede dividirse con facilidad, y ocasionar la aparición de cánceres de evolución lenta y extendida por más órganos.

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Su comportamiento, propagación y tratamiento varía en cada organismo, casi siempre según su funcionamiento linfático e inmunitario.

Aunque hay varios factores asociados a su desarrollo, los expertos aún no han podido determinar qué es exactamente lo que causa los linfomas no hodgkinianos. Sin embargo, se siguen realizando investigaciones al respecto para aclarar este y otros puntos.

Síntomas principales del linfoma

Cabe destacar que los síntomas pueden variar de un paciente a otro. Por lo tanto, no es posible decir que todos los pacientes experimentan exactamente los síntomas con la misma intensidad.

No obstante, se ha observado que en muchos casos los síntomas que se refieren son los siguientes:

  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos (en el cuello, las axilas o la ingle).
  • Dolor en el abdomen, el pecho y los huesos.
  • Pérdida de peso drástica e inexplicable.
  • Disminución o pérdida del apetito.
  • Constante sensación de llenura.
  • Aparición repentina de masas.
  • Episodios continuos de fiebre.
  • Inflamación del abdomen.
  • Dificultad para respirar.
  • Sudoración nocturna.
  • Sensación de picor.
  • Escalofríos.
  • Debilidad.
  • Fatiga.
  • Tos.

Factores de riesgo asociados

  • Deficiencias en el sistema inmunitario, incluyendo antecedentes de trasplante, pacientes con VIH o enfermedades autoinmunitarias.
  • Padecer infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana, el virus de Epstein-Barr (VEB) o la Helicobacter pylori, entre otros.
  • Estar o haber estado expuestos a químicos como los herbicidas e insecticidas.
  • Estar o haber estado expuesto a radiación.
  • Ser mayor de 60 años.
  • Ser de raza blanca.

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El diagnóstico precoz es clave

Los expertos del Instituto Nacional del Cáncer indican que el linfoma de Hodgkin a menudo se cura. Ahora, el pronóstico del linfoma no Hodgkin depende del tipo específico de la enfermedad.

Si bien el subtipo de linfoma agresivo es el más común, está comprobado que su diagnóstico temprano aumenta las probabilidades éxito del tratamiento. De hecho, el subtipo indolente permite a los pacientes vivir hasta 15 años con la enfermedad.

Tratamiento de los linfomas

Una vez se diagnostica un linfoma, los profesionales proceden a pautar un tratamiento inmediato e intensivo. El tratamiento estándar de la enfermedad, en su estado más agresivo, consiste en esquemas de quimioterapia y terapia biológica.

El tratamiento de los linfomas no hodgkinianos consiste en radioterapia, quimioterapia, anticuerpos monoclonales o una combinación de ellos.

La radioterapia puede resultar efectiva en los pacientes con linfoma en estadio I y II, en función de la actividad de las células malignas.

Existen varias investigaciones en curso, cuyo objetivo principal es mejorar las opciones de tratamiento existentes. Por lo tanto, es posible que en el futuro los pacientes puedan acceder a tratamientos que puedan brindarles mayores beneficios.


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