Parches transdérmicos: características y usos

Los parches transdérmicos se empezaron a utilizar masivamente desde hace un par de décadas. Presentan grandes ventajas frente a otras vías de administración de fármacos, pero son pocos los principios activos que se pueden administrar a través de ellos.
Parches transdérmicos: características y usos
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 10 julio, 2023

Los parches transdérmicos tienen sus antecedentes en las medicinas que, desde tiempos inmemoriales, se aplicaban a través de la piel. Los linimentos, emplastos y pomadas se utilizaban ya en la antigua Grecia, como medio para administrar las medicaciones.

En el siglo XIX surgió la tesis de que la piel era impenetrable para algunos medicamentos. Esto se mantuvo hasta el siglo XX, cuando se logró probar que sí era posible administrar diversos fármacos a través de la piel. Con el tiempo, se desarrollaron los parches transdérmicos y resultaron ser muy funcionales.

Los parches transdérmicos forman parte de los llamados “sistemas terapéuticos de liberación controlada”. Se basan en un principio postulado por John Urquhart, creador del primer parche para la piel, según el cual la eficacia terapéutica de una sustancia no depende de la dosis, sino de la velocidad y del grado de su absorción.

¿Qué son los parches transdérmicos?

Los parches transdérmicos son útiles.
La piel es un órgano muy complejo.

Los parches transdérmicos son dispositivos que se emplean para administrar medicamentos. Se fijan a la piel mediante un adhesivo y liberan un fármaco de forma continua, de modo que vaya siendo absorbido por la piel. Esto es, que atraviese las sucesivas capas de piel, hasta que llegue a la sangre.

Para que un fármaco pueda ser administrado a través de la piel, debe cumplir con ciertas características. Las moléculas que lo componen deben ser lipofílicas (es decir, capaces de transportarse en lípidos) y de bajo peso molecular.

Asimismo, deben tener una gran potencia farmacológica. Esto en razón a que el cuerpo solo va a poder absorber una pequeña cantidad de producto a través de los parches transdérmicos. Cuando mucho, 10 miligramos por día.

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Características y funcionamiento

Los parches transdérmicos están compuestos por cuatro partes:

  • Una lámina impermeable de recubrimiento.
  • Una matriz o reservorio del principio activo, en donde se aloja el fármaco.
  • Un adhesivo.
  • Una lámina de plástico que se retira antes de aplicar el parche.

Unos parches se diferencian de otros, principalmente, por la forma en la que se almacena el fármaco y por la forma en la que se produce la liberación del mismo. Desde ese punto de vista, existen básicamente tres tipos de parches transdérmicos:

  • Sistemas de reservorio o depósito. El principio activo se encuentra disperso en otra sustancia y se libera a través de una membrana. Esta puede ser de polipropileno, copolímero etilen-vinil-acetato o membrana no porosa.
  • Sistemas matriciales. El principio activo se encuentra en una matriz y se libera por difusión, sin la ayuda de una membrana semipermeable.
  • Sistemas mixtos. Combinan los dos sistemas anteriores.

Usos de los parches transdérmicos

Estos tienen varias indicaciones.

Actualmente hay varias enfermedades, síntomas y problemas que pueden tratarse mediante parches transdérmicos. Entre ellos: diferentes tipos de dolores, adicción al tabaco, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y varias aplicaciones más.

Los principios activos más administrados en forma de parche son los siguientes:

  • Nitroglicerina. Principalmente para prevenir la angina de pecho.
  • Fentanilo y buprenorfina. Son opiáceos que se emplean con fines analgésicos.
  • Nicotina. Para coadyuvar en la superación de la adicción al tabaco.
  • Etinilestradiol + norelgestromina. De efectos anticonceptivos.
  • Estradiol, noretisterona. Se utiliza como tratamiento hormonal durante la menopausia.
  • Testosterona. Para tratar los efectos de la menopausia quirúrgica.
  • Rotigotina. Para el tratamiento del párkinson.
  • Rivastigmina. Para el tratamiento del alzhéimer.

Asimismo, hay varios parches transdérmicos que se emplean con fines cosméticos. Entre ellos están los reductores de grasa corporal, los reafirmantes de la piel y los anticelulíticos.

Otros datos de interés

La Food and Drug Administration (FDA), Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, ha advertido sobre fármacos con los que es necesario tener especial precaución cuando se administran por vía transdérmica. Estos son, básicamente, los anticonceptivos, los analgésicos opiáceos y la rivastigmina.

Las principales ventajas de estos parches son las siguientes:

  • Facilitan la administración de fármacos a personas que tienen dificultades para tomarlos por vía oral.
  • Ofrece niveles más constantes y sostenidos del medicamento en la sangre.
  • Evita la metabolización del medicamento a través del hígado, limitando así varios efectos secundarios.
  • A veces, permiten reducir la frecuencia de administración y mejoran el cumplimiento de la posología.

El principal inconveniente de estos parches es que, en ocasiones, producen una reacción alérgica en la piel. Asimismo, cuando aparece una reacción adversa, tarda más tiempo en desaparecer. También pueden resultar incómodos estéticamente y están limitados solo a un pequeño grupo de fármacos.


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